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Sin duda uno de los eventos más importantes del ámbito
teatral mexicano es la "Muestra Nacional de Teatro", la
cual se celebra con cierta regularidad año con año
y para 2001 se realizara en Guadalajara. Como su nombre lo indica,
la Muestra pretende ser una síntesis o recuento de lo considerado
como lo mejor del año en lo relativo a las puestas en escena
presentadas en el país.
Desde
luego, a mi parecer ésta sería la intención
mas como lo he dicho en otras ocasiones "ni son todas las que
están ni están todas las que son". Pero repito,
ésta es la intención.
En
el proceso de selección de años pasados se solía
pedir a los grupos un video de sus trabajos y a partir de éstos
se realizaba la selección. Sin embargo, el procedimiento
tuvo que cambiar pues tenía sus inconvenientes ya que el
teatro deja de ser tal si se presenta en video, es decir al cambiar
el formato, ya es otra cosa. Por lo que ahora se comisiona a gente
destacada en el ámbito teatral para realizar personalmente
la selección de las obras que merecen formar parte de la
Muestra Nacional de Teatro, esto se hace asistiendo a audiciones,
la mayor parte de ellas, ex professo. Es así que para este
propósito vino a Xalapa la actriz Martha Aura quien durante
un fin de semana de finales de agosto vio las puestas en escena
que se proponían para asistir a la Muestra.
Sin
tener la información completa de lo que haya sucedido con
los otros trabajos que audicionaron, sólo paso al costo la
noticia que con mucha complacencia recibí de Juana María
Garza, directora de la Orteuv. La noticia fue que por parte de esta
compañía fueron seleccionadas para participar este
año las puestas en escena de Veracruz: Veracruz, de Víctor
Hugo Rascón Banda, dirigida por Enrique Pineda y Dibujitos
desanimados, de Alejandro H. Ocón, dirigida por quien esto
escribe (por eso digo que mi mamá también va a Guadalajara).
Cabe
señalar que con respecto a Dibujitos desanimados lo mostrado
en la audición fue un ensayo dentro del proceso de trabajo,
no propiamente una función acabada. Es ahora que está
próximo su estreno, el cual será el viernes 5 y sábado
6 de octubre, a las 19:30 y 21:00 horas, respectivamente, en la
sala Chica del Teatro del Estado. Es inevitable el preguntarse por
qué sólo un par de funciones de un trabajo que se
llevó meses en preparar (créanme que yo también
me lo pregunto). Las razones son varias y de muy diversa índole,
algunas insondables y ajenas a mi voluntad. Prometo que habré
de ocuparme otro día de estos misterios. Aunque muy seguramente
habrá otras funciones (espero), ustedes mejor vean la obra
este fin de semana, están cordialmente invitados. No se van
a arrepentir.
Dibujitos
desanimados, a pesar de lo equívoco de nombre es una obra
dirigida a un público adulto (entendiendo por ello, la madurez
de su criterio, no tanto su edad), se trata de un texto excelentemente
escrito, amén de que toca una temática vigente y urgente
de señalar, recurre al humor y al sentido trágico
provocando la risa y el sabor amargo de lo fatal. Como escribió
Mario Muñoz para el programa de mano: "A partir del
tratamiento de la temática gay, el autor crea una atmósfera
peculiar donde se entremezclan con singular acierto la parodia,
lo grotesco, el humor involuntario y el drama". Por otra parte,
esta puesta en escena es al mismo tiempo el resultado de un proyecto
favorecido con una beca para Creadores del Fondo Estatal para la
Cultura y las Artes.
Por
cierto, por esta obra el argentino Alejandro H. Ocón obtuvo
una de las menciones honoríficas de las cinco que se concedieron
en el "Concurso Tramoya 2000", en donde se registraron
más de 200 textos. Y precisamente por ser uno publicado en
Tramoya, es que posterior a la función del 5 de octubre se
hará la presentación de su más reciente número
(el 69, de octubre-diciembre de 2001).
Dibujitos
desanimados, de Alejandro H. Ocón, dirección de Roberto
Benítez. Actúan: Félix Lozano y Raúl
Pozos, escenografía de Luis Barria. Producción de
la Orteuv.
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