Algunas personas miran la vida y se maravillan de ella. Los filósofos
observan la diversidad de la especie humana y se quedan sin palabras;
los creyentes, por su parte, con tantas evidencias biológicas,
miran estas maravillas como pruebas irrefutables de la existencia
de Dios y, finalmente, los científicos continuamos en la
búsqueda de los mecanismos que expliquen todos y cada uno
de los diversos procesos biológicos que nos distinguen como
individuos.
Con
las nuevas herramientas en biología molecular, bioingeniería
genómica y la manipulación de las células totipotenciales
embrionarias, la humanidad espera que se desarrolle un nuevo grupo
de tratamientos que resuelvan los problemas de enfermedades ancestrales
que afectan al ser humano. Esta nueva área en la biomedicina
se ha denominado medicina regenerativa.
Ésta
no dependerá de los bisturís o medicamentos, como
lo hace la medicina tradicional, sino que utilizará a las
moléculas que las células del mismo organismo producen
para reparar sus propios órganos o tejidos. Hasta la fecha,
la medicina tradicional ha empleado el propio poder terapéutico
del cuerpo. Las vacunas, por ejemplo, una de las herramientas más
antiguas y poderosas que han usado los médicos, trabajan
estimulando al sistema inmune del propio organismo. Por otro lado,
las nuevas ciencias de la medicina genómica pronto abrirán
nuevos capítulos en la forma de tratar las enfermedades,
su diagnóstico, prevención y tratamiento.
De
los 33 mil genes que forman al humano, se sabe muy poco hasta la
fecha. Una de las grandes interrogantes del momento es poder entender
cuáles son los mecanismos que los regulan, y que permiten
que una especie dada tenga una forma característica. En la
actualidad, podemos generar organismos transgénicos y KO,
y ellos nos ayudan a entender este apasionante fenómeno.
La
clonación es una moderna herramienta que, conjuntamente con
la manipulación genética, puede ayudarnos a resolver
los graves problemas de salud que sufre la humanidad. Aquí,
los factores de señalización juegan un papel importante,
ya que permiten que de un simple óvulo fecundado se logre
el desarrollo de todo un organismo y del proceso de diferenciación
celular, que permite tener estructuras específicas como órganos
y tejidos.
Además, en la actualidad, es posible manipular las células
embrionarias (que en las primeras etapas de desarrollo dan lugar
a los tejidos del cuerpo) en el laboratorio, que ya se han utilizado
en la segunda generación de individuos clonados. Estas células
y la manipulación genética pueden ser una combinación
muy poderosa para el tratamiento de muchas enfermedades incurables
hasta el momento.
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Resumen de la conferencia efectuada como parte del ciclo Sábados
en la ciencia. Meraz Ríos es secretario de planeación
e investigador del departamento de Biomedicina Molecular del Centro
de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico
Nacional (IPN).
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