|
Veracruz,
Ver.- Es más nutritiva que las espinacas y las acelgas, es
muy fácil conseguirla, pues crece silvestremente y posee,
además, un alto contenido en fibra... no adivinas, te hablo
de la chaya, planta bautizada por los mayas con el nombre de "chay".
De ésta hay tres especies del género Cnidoscolus:
Cnidoscolus chayamansa Mc. Vaugh (chaya mansa); Cnidoscolus aconitifolius
(chaya brava) y Cnidoscolus Sauzae Mc. Vaugh (chaya cimarrona).
La
chaya tiene un alto contenido en proteínas, minerales y ácidos.
En cuanto a sus propiedades medicinales es recomendable para padecimientos
como hemorroides e hipercolesterolemia, pero, además, mejora
la circulación sanguínea, ayuda a la digestión,
a desinflamar las venas, reducir de peso, prevenir la tos, aumentar
el calcio en los huesos, a descongestionar y desinfectar los pulmones,
previene la anemia, y combate la artritis y la diabetes. ¿Qué
tal?
Esta
maravilla de planta ha sido objeto de la atención de la maestra
Carolina Palmeros Exome, responsable del área de nutrición
del Centro de Estudios y Servicios en Salud de la UV en el Puerto
de Veracruz, quien ha preparado una taller sobre el consumo de chaya,
con el fin de dar a conocer un producto natural benéfico
para la salud y de bajo costo.
Es
originaria de Yucatán, donde su consumo se ha incorporado
a la dieta popular, se propaga en forma vegetativa por estacas y
su crecimiento se produce después del segundo o tercer mes
de su implantación, se recomienda hacer el corte de las hojas
cada 12 semanas (incluso hasta 14 semanas), con el fin de permitir
a las plantas una recuperación total del daño",
explica la licenciada en nutrición.
Esta
planta atrajo su atención porque difícilmente puede
hallarse otra con las mismas cualidades naturales "la chaya
contiene vitaminas, calcio, hierro y fósforo, los cuales
deben de formar parte de una alimentación balanceada; también
contiene proteínas y en menor cantidad carbohidratos, lo
cual la hace una planta especial.
Además,
la proteína de las hojas de chaya tiene un alto valor nutricional,
ya que se ha visto que contiene la mayoría de los aminoácidos
esenciales en las mismas proporciones que el patrón de FDA.
Por si eso fuera poco -explica Palmeros-, es más rica en
hierro que la espinaca y es una poderosa fuente de potasio.
Contiene
calcio, fósforo y hierro; vitaminas como caroteno, tiamina,
riboflavina, niacina y ácido ascórbico. 100 gramos
de hojas pueden contener hasta 33 por ciento de proteína
y es versátil en cuanto a los ácidos que posee: aspártico,
glutámico, treonina, serina, prolina, alanina, glicina, valina,
metionina, isoleucina, leucina, tirosina, fenilalanina, lisina y
arginina (comparada con las acelgas y espinacas, la chaya contiene
de estos ácidos siete veces más, en comparación
con el 2.9 por ciento de las otras.
La
nutrióloga aseguró que en su preparación "la
chaya no debe cocerse en envases de aluminio y menos dejarse reposar
en ellos, puesto que su jugo ataca al aluminio dando como resultado
una sustancia tóxica que puede ser perjudicial. Las hojas
de chaya requieren cocción en agua hirviendo por 15 a 20
minutos para eliminar compuestos tóxicos llamados glucósidos
cianogénicos; éstos no quedan en el agua, ni en las
hojas, ya que el ácido cianhídrico tóxico que
produce se pierde en el vapor".
Para
aprovechar la mayor parte de la vitamina "C" es mejor
consumir la hoja y el caldo de cocción, pero si se va a consumir
solamente la hoja, es mejor cocinarla con sal y poca agua para evitar
pérdida de la vitamina.
El
mes pasado, en el módulo de atención a la salud en
la congregación de El Pando, se impartió el Taller
de Chaya a 50 madres de familia, donde aparte de informarles sobre
las propiedades nutricias de este arbusto, se les enseñó
la preparación de la misma. Ahí prepararon diferentes
platillos con chaya: tortitas con huevo, sopa y crema, "chayarroz",
enchiladas, tamales, croquetas de garbanzo, arroz con verdura, empanadas,
quesadillas, sopa de verdura, platillos que
consumieron acompañándolos con agua de piña
con chaya y agua de chaya con mango.
|