A dos años de su creación, la Carrera de Técnico
Superior Universitario en Control de Calidad en Cafeticultura (TSU)
ya tiene a sus primeros 23 egresados en Xalapa, todos ellos con
un proyecto de calidad en las manos, listos para entrar al mercado
laboral y demostrar que no sólo tienen el conocimiento necesario
para enfrentar cualquier reto que se les imponga, sino también
para imponer nuevas metas.
Este
es el resultado de un planteamiento académico que sentó
sus bases en una enseñanza 70 por ciento práctica
y totalmente vinculada al sector productivo. El coordinador de la
carrera, José Luis Martínez Rodríguez, explica
que la confianza que los productores y empresarios del café
demostraron en este proyecto de formación de recursos humanos
fue esencial para su desarrollo.
"Nos
abrieron las puertas de sus beneficios para que nuestros muchachos
pudieran vivir de cerca las necesidades del sector cafetalero y
desde ahí se generaron muchas propuestas muy interesantes
que pueden ser su boleto de entrada al mercado de trabajo".
Divididos
en grupos de trabajo, los ahora egresados de esta carrera se dedicaron
en el último periodo de estudios, denominado de Estadía
y proyecto, a la elaboración de manuales para el control
de calidad en la producción y transformación del café,
al análisis sensorial o catación del café,
a la investigación sobre consumo y preferencias del grano,
así como al aprovechamiento de subproductos del café,
por sólo mencionar algunos de los más importantes
trabajos que desarrollaron con ayuda de sus profesores.
Todo
esto ha implicado una estrecha relación de trabajo con el
Latex, el Consejo Regulador Veracruzano y empresas productivas que,
a decir de José Luis Martínez, pueden convertirse
en las próximas áreas laborales de los nuevos profesionistas.
Aunque
durante la segunda semana de noviembre, la comunidad universitaria
podrá conocer con detalle todos los proyectos que los TSU
en Control de Calidad en Cafeticultura han desarrollado, en UniVerso
te comentamos lo que sus autores ya nos han adelantado.
Juiciosos catadores de café
Eva Galicia Mendoza, Pedro Flores Pérez, Paola Chebreoil
Benítez y Araceli Martínez Rodríguez efectuaron
sus prácticas y estadía en beneficios de café
de la región, así como en un laboratorio de pruebas
montado en las instalaciones de la empresa Sólo Café.
Como equipo de trabajo realizaron una serie de pruebas referenciales
para detectar la acidez y cuerpo de por lo menos 10 muestras de
café de la región de Coatepec. Estas pruebas consistieron
en medir la acidez y el cuerpo del café empleando ácido
cítrico en diferentes disoluciones y crema o fécula
de maíz.
Una
vez terminado este proceso, procedieron a hacer la prueba de catación
del café, que ellos consideran más objetiva porque
no se realiza sólo con el criterio básico, como lo
hacen los catadores tradicionales, sino que tiene una justificación
completamente científica. La catación de las muestras
se realiza en frío y se utiliza una escala que va del cero
al cinco (0-5) para medir los puntos de intensidad de acidez y cuerpo
del café.
Capacitación de personal
Durante su estadía en Sólo Café, Ericka Hernández
Castillo se dedicó a la capacitación de su personal,
involucrándose tanto con beneficiadores, como con torrefactores
y cafeticultores de la región que tienen contacto con esta
empresa. A través de esta experiencia pudo detectar diferentes
necesidades en la zona, entre ellas, Ericka destaca un problema
relacionado con la producción del beneficiado húmedo,
que repercute de manera importante sobre la venta del café
al consumidor final y hace propuestas sobre su tratamiento para
lograr una mejor y más rentable producción.
Asegura
que la carrera en TSU en Control de Calidad en Cafeticultura llegó
en el momento exacto a la región, justo cuando la demanda
de recursos humanos capacitados es más evidente.
Elaboración de manuales para el control de calidad
Sergio Platas y Donaciano Castro, hijos de productores coatepecanos,
tuvieron la oportunidad de trabajar
con el Consejo Regulador Veracruzano para la denominación
de origen del "Café Veracruz". Su estadía
dentro de este Consejo los llevó a desarrollar manuales de
calidad para la lograr una estandarización de la calidad
del café de la región. Con ello, los productores que
así lo demanden y cumplan podrán registrar su producción
bajo este sello.
Los
trabajos de calidad que realizaron fueron diseñados para
el campo y consistieron en desarrollar técnicas de trabajo,
entre ellas los manuales, así como en revisar criterios obligatorios,
acciones voluntarias y correctivas a fin de homogeneizar la calidad.
Asimismo, se elaboró un manual sobre manufactura y acerca
del beneficiado de café húmedo y seco.
Los
estudiantes coincidieron en señalar que existe poca literatura
que hable del control de calidad del café, lo que hizo mucho
más difícil la conformación de estos manuales.
Para que éstos fueran realidad, los jóvenes asumieron
referencias de las normas oficiales mexicanas, retomando algunas
consideraciones en lo que a estándares de calidad se refiere,
además tuvieron que tomar en cuenta la manera particular
de producir de los cafeticultores de la región y estandarizar
la producción y, por tanto, la calidad.
Sergio
y Donaciano apoyan su trabajo en el deseo de mejorar la calidad
del café, sin embargo, reconocen que el mal proceso que existe
en las zonas cafetaleras no permite que México sea totalmente
competitivo en el mercado mundial. "Con la elaboración
de estos manuales del control de calidad en café, pretendemos
educar el paladar del consumidor y al propio productor, para lograr
que lo que se está haciendo en materia de producción
cafetalera se haga con calidad y bajo una norma estricta",
afirmaron.
La
posibilidad de ofertar de nuevo esta carrera en la UV aún
está en estudio, y no porque no haya sido exitosa, asegura
José Luis Martínez, sino porque se iniciará
un proceso de análisis de todo el modelo, es decir de los
TSU en sus diferentes modalidades, a fin de hacer un replanteamiento
y reincorporar, en el caso de la de Control de Calidad en Cafeticultura:
"cuestiones relacionadas con la sustentabilidad, la conservación,
la producción del café orgánico, así
como aspectos de organización, de una articulación
directa con el sector social, que es el que está sufriendo
la mayor crisis y tiene la necesidad de contar con estos cuadros
técnicos para respaldarse".
Mientras
tanto, la primera generación de egresados se abre camino
con el respaldo de sus conocimientos y con nuevas propuestas que
ya muchas empresas e instituciones decidieron escuchar y apoyar.
"Las perspectivas de trabajo están en puerta, dice el
coordinador de la carrera, pero también debemos considerar
que estos problemas de la baja de precios y la situación
critica del café podría influir, sin embargo, hasta
ahora el interés de las empresas, de los productores y hasta
del mismo Consejo es que pudieran quedarse con ellos a
laborar".
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