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Hasta hace unos 20 años se veía a la biología
como una actividad más donde los científicos se limitaban
a listar, nombrar y conservar la biodiversidad existente, pero nunca
se le dio una visión futurista, de modernidad y mucho menos
la
posibilidad de convertirse en "la ciencia del siglo".
Sólo es de unos años a la fecha que, debido a hechos
o temas controversiales, ha sido etiquetada así.
Sin
embargo, resulta irónico que sea ahora cuando se le reconozca
como portadora de grandes descubrimientos y conocimientos, siendo
que desde sus inicios los llevaba a cuestas, pero reservadamente.
Es por ello que siempre se le comprendió como una actividad
pacífica, de crecimiento lineal, constante; pero hechos de
corte tecnológico así como el uso de material vivo
para su mejora-miento y sus implicaciones, la han colocado en el
centro de la discusión
internacional, tanto en el ámbito científico como
social.
En
estos tiempos, la biología evoluciona hacia dos de sus principales
vertientes: la bioconservación y la biotecnología.
Pareciera
que son enemigas entre sí, pues por un lado se encuentran
los esfuerzos por conservar y mantener la riqueza biológica
del planeta, con diversas alternativas como la agricultura sustentable,
y por otro, se encuentra la visión tecnológica que
se traduce en la aplicación y aprovechamiento de recursos
tecnológicos que brindan al hombre la posibilidad de mejorar
su calidad de vida; un ejemplo de estos: los transgénicos
o el genoma humano.
Pareciera,
repito, que fueran visiones totalmente contrarias de la vida, sin
embargo, el hecho de poseer principios de mejora y cuidado de los
procesos biológicos las sitúa en el mismo plano.
Actualmente
vivimos inmersos en un gran debate, principalmente con respecto
a temas biotecnológicos como los alcances de la clonación,
el uso de alimentos modificados, las repercusiones de la decodificación
del genoma, y más recientemente, la guerra bacteriológica.
Pero es debido a la escasa o nula informa-ción que la gente
posee con respecto a estos temas, que las reticencias han aumentado,
sobre todo ante los alcances futuros de la biología y sus
diferentes ramas, en específico, la técnica.
No
se puede negar que esta maravillosa ciencia está en crecimiento
y que, al parecer, nada la frena, o no lo hará su intervención
en diferentes ámbitos; dicho de otro modo, acepta la "ayuda
de otras ciencias", es impresionantemente interdisciplinaria,
dando lugar a ramas como la biofísica, astrobiología,
bioinformática, etcétera.
Por
tanto, en lugar de temerle o creer que es contradictoria es mejor
informarse bien y a tiempo de los distintos logros biológicos
que, a pesar de haber estado desde siempre frente a nuestras narices,
es ahora que venimos a conocerlos en toda su magnitud.
A
fin de cuentas, todo regresa al origen: la necesidad del ser humano
por conocer, comprender y manipular, esa naturaleza nuestra que
nos hace tan peculiares.
Espero
tus comentarios en el siguiente correo electrónico:
brenda@biociencias.org.
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