Año 2 • No. 45 • noviembre 12 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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  El nuevo son jarocho en Guanajuato
Remedios Aguirre Sullivan
  La reciente edición del "Festival Internacional Cervantino" giró en torno a dos temas principales: Australia y Veracruz. El espectáculo de apertura, además de tener sabor jarocho, estuvo impregnado con la presencia de la UV: el Ballet Folklórico, el Coro, Tlen-Huicani y más. También deleitaron al público guanajuatense grupos independientes de música jarocha como Son Luna que, aunque no depende de nuestra casa de estudios, está ligado con ella, pues sus integrantes forman parte de otros conjuntos artísticos de la Universidad Veracruzana o se están formando en sus aulas.

Son Luna surgió en el seno de una familia tlacotalpeña de tradición sonera, la Luna Ramírez.

Doña Elena, cabeza de esta familia, ha sido la encargada de enseñar a generaciones de tlacotalpeños el arte del zapateado jarocho, y sus hijos e hijas innegablemente son parte de una casta de bailadores y músicos. Fue a iniciativa de Ernesto, Miguel y Leobardo que Son Luna comenzó a hacer su aparición en fandangos y encuentros de son jarocho hace ya varios años. A esta célula se han ido incorporando otros músicos para dar origen a un nuevo sonido y estilo en el son jarocho.

Este grupo se caracteriza porque sus miembros se han dedicado durante años al estudio de las tradiciones musicales jarochas y tienen una actividad o formación disciplinaria paralela.

Actualmente, Son Luna está conformado por Ernesto Luna, integrante del Ballet Folklórico de la UV, cuyas dotes de bailarín contribuyen al trabajo musical, ya que en el son jarocho el zapateado constituye no sólo un elemento plástico, también un sonido percutivo de importancia en la interpretación; Arturo Meseguer, actor de la Organización Teatral de la UV, quien incursiona en el arreglo y composición para jarana, mientras que Octavio Rebolledo, además de tocar la marimbola, es investigador del área de Humanidades.

También intervienen Marcelo González Molina y Juan Manuel Torres, alumnos de la licenciatura en Educación Musical. Marcelo, oriundo de Minatitlán, creció con la música jarocha por la influencia de su padre y al menos uno de sus hermanos. Edwin Bandala, a pesar de su corta edad, ya lleva un largo camino recorrido como zapateador de son y toca la jarana.

Cada uno de los integrantes de Son Luna ya había explorado el son jarocho tradicional y lo conocen, en algunos casos, desde la cuna.

Arturo Meseguer explica qué fue lo que motivó su confluencia: "Venimos de la tradición del son viejo, lo conocemos bien, lo hemos tocado durante muchos años, pero necesitábamos otra forma de expresarnos dentro del mismo son. Ahí surgió la idea de que cada uno de los sones que tocáramos tuviera un acento, un toque especial, una huella especial del grupo". ¿Qué ha hecho Son Luna a lo largo de siete años de existencia? Meseguer responde: "Fundamentalmente hemos creado. Estamos dados a la tarea de hacer arreglos y crear sones. También hemos asistido a festivales estatales, nacionales e internacionales; por ejemplo, participamos recientemente en el Cervantino, y también grabamos un disco compacto, Con ciertos ritmos. Por otra parte, hemos acompañado a ballets folklóricos como el del CBTIS, la Sectur y el Gobierno del Estado". Con el primero de éstos, dirigido por Ángeles Luna, han ganado cinco premios nacionales.

La producción musical de Son Luna ha sido tan aclamada como criticada. Es un grupo que provoca controversias, y ello no es de extrañar, pues incluso dentro del mismo hay diferentes inclinaciones musicales, lo cual da como resultado un sonido que va desde el son tradicional hasta evoluciones con sonidos más flamencos o dotaciones poco usuales. El repertorio que presentaron en la Alhóndiga de Granaditas durante la apertura del Festival Internacional Cervantino resaltó la parte rítmica del son jarocho y sus raíces africanas; para ello, incluyeron instrumentos como la marimbola y el chéquere.

Del futuro de Son Luna, Meseguer apunta: "Tenemos planes de una nueva producción discográfica, pero el impedimento fundamental ha sido la falta de recursos. Ya tenemos algunas propuestas de financiamiento, mas todavía es bastante difícil concretar esta grabación."