Año 2 • No. 45 • noviembre 12 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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  El Instituto de Genética Forestal produce especies en peligro de extinción
  ¡Salvemos el Cofre de Perote!
Angeles González y Maribel Báez (Segunda parte)
  Alva Landa no limitó las causas de la deforestación y pérdida de suelos del Cofre de Perote a la acción de los taladores: "Estos problemas están asociados a la alta concentración de seres humanos en las zonas montañosas y urbanas, nosotros destruimos la montaña. En aras de una vida cómoda queremos todo de madera, cama, mesa y puerta de madera, nuestra oficina forrada de madera; a pesar de que defendemos el Cofre de Perote usamos una madera que, probablemente, la traen de ahí ya sea de manera clandestina o legal".

Asentó que la corrupción e impunidad en la explotación irracional e ilegal del Cofre de Perote no se resuelve con la reforma a la Ley Forestal: "Esto se da por la desigualdad social, no podemos decir que se hagan leyes para normar el aprovechamiento y poner en orden lo clandestino; en este asunto debemos poner una estrategia de conciencia, de 'con ciencia' biológica, forestal; pero no podemos olvidar que hay una inmensa desigualdad social y todos tenemos derecho a existir y buscar cómo poder estar con el estómago lleno y vivir".

Agregó que la población en general no tiene conocimiento sobre cómo manejar las especies forestales. "Cuando hablamos de bosques no nos referimos sólo a árboles sino también a suelos, atmósfera, sociedad y conocimiento. Tenemos un país con una topografía demasiado accidentada, la naturaleza produce un centímetro de suelo en más o menos 300 años y al derribar árboles estamos perdiendo miles de metros de suelos, tenemos una capacidad de destrucción infinitamente superior a la velocidad de construcción de la propia naturaleza. Una sociedad que practica la agricultura en las pendientes y que por cada kilo de maíz cultivado arroja 13 kilos de suelo al mar. El cambio hacia una actitud comprometida, sólo puede darse con la aptitud basada en la reflexión y el conocimiento para conservar los suelos y ecosistemas".

Enfáticamente asentó que "la sustentabilidad no existe, es una palabra creada por el reclamo de nuestra conciencia de lo que estamos haciendo con nuestros recursos, la sustentabilidad sólo será una realidad el día que como individuos tengamos los conocimientos adecuados sobre las especies que conforman el bosque del Cofre de Perote, para entonces poderlo manejar. No conocemos los niveles de diferencia entre las poblaciones naturales de algunas especies, los patrones de variación, ni para qué sirve cada paquete de esos patrones. Si no conocemos todo esto... malhaya la sustentabilidad, sólo es un reclamo espiritual más que una realidad".

Dijo que "es tiempo de apostar a la generación de conocimientos bajo un rigor metodológico porque si bien en México hay universidades e instituciones de educación superior con una larga tradición en investigación y estudios forestales, el conocimiento generado es insuficiente frente a la biodiversidad y deterioro de los ecosistemas. Mientras que en EUA y Canadá hay cerca de 600 especies de árboles y 300 investigadores forestales; México debe tener más de tres mil especies de árboles y un poco más de 10 investigadores forestales; los investigadores de aquellos países tienen dos especies para estudiar, conocer y cuidar; ahora bien,¿cuántas especies estudia y alcanza a conocer un investigador mexicano en materia forestal?".

Cuestionado sobre el aporte de la UV a la solución de este problema, dijo que el Instituto de Genética Forestal trabaja en la identificación de especies, estudia sus poblaciones en su distribución natural que rebasa las fronteras geográficas del estado hacia Tlaxcala y el Estado de México. Explicó que el estudio de los patrones poblacionales permite diseñar estrategias de recuperación de algunas especies, actualmente trabajan con pinos hartwegii, moctezuma, teocote y oaxacana, especies de primera magnitud para el Cofre de Perote. Finalmente consideró que en un año y medio tendrán la posibilidad de establecer los primeros bancos de genes que permitan la restitución de algunas especies.