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La hipnosis es como la penicilina...
Aparentemente cura
todo, pero no es así
América Cortés Vásquez |
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Recientemente en Veracruz, ante un numeroso grupo de alumnos de la
Facultad de Psicología, se dejó escuchar la siguiente afirmación:
"La hipnosis es como una bala, es como un arma, todo mundo habla de
hipnosis, pero en realidad, el arma aparentemente más fuerte no nos
servirá de nada si no sabemos apuntarla; esto pasa con la hipnosis
cuando no sabemos dirigirla, es como la penicilina... aparentemente
cura todo, pero no es así". Ésta era la voz de Noé Uscanga Martínez,
conferenciante durante la semana cultural "La psicología de hoy, expresión
e integración" organizada por alumnos de esta facultad.
Al profundizar en el tema, explicó que existen varios tipos de hipnosis:
retrospectiva (ir al pasado), analgésica (tratar el dolor sin fármacos),
hipnopedia (dormidos se puede facilitar el aprendizaje) y sugestiva
(generar una idea constante que nos refuerce). Todas y cada una de
ellas se centran en el estado selectivo de la conciencia donde predomina
el hemisferio derecho del cerebro, el emocional principalmente, ya
que es analógico, su mundo se rige por cualidades. Para este hemisferios
no existe la palabra "no", sólo el contenido o significado de la palabra,
de la frase completa. Por el contrario, el hemisferio izquierdo responde
al código digital dos más dos; conoce el significado del "no", y el
trabajo de la hipnosis comienza con su bloqueo.
Uscanga Martínez explicó que este estado mental puede ser inducido
mediante fármacos, acupuntura, música, ejercicios y palabras inductoras.
Sin embargo, la hipnosis por si sola no es curativa, milagrosa o terapéutica,
es una técnica que también tiene contraindicaciones: para quien no
quiere ser hipnotizado, la hipnosis no procede. Asimismo, el individuo
hipnotizado no hará algo que vaya en contra de su código moral, tampoco
se recomienda realizarla experimentalmente, o cuando se desconocen
los posibles efectos negativos en el paciente.
La hipnosis es benéfica para controlar actitudes o conductas que el
paciente quiere dominar cuando es utilizada adecuadamente, por ello
es importante que quien la va a realizar conozca todo lo que conlleva
esta disciplina, ya que este estado mental es también una forma de
acceder al recuerdo, lo que puede implicar ciertos riesgos.
El proceso de la inducción hipnótica, explicó Uscanga, es el estado
mental que inicia en el paciente con la meditación, enseguida pasa
a una relajación profunda para caer en la hipnosis, y para salir de
ésta, nuevamente pasa a un estado de relajación hasta llegar al estado
de vigila o recuperación.
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