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Historia
e histeria, un vínculo olvidado
Claudia Domínguez Mejía |
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En el campo
del psicoanálisis se tiende a olvidar la dimensión política, social
e histórica, lo que resulta paradójico, ya que al trabajar con los
textos capitales de Freud y Lacan es posible detectar que ambos remarcan
la exégesis de la historia del sujeto, a través de la cual van a impactar
al mundo médico y las ciencias sociales, comentó Helí Morales en el
seminario "El sujeto en su laberinto", organizado por el Instituto
de Investigaciones Psicológicas de la UV (IIP).
Para Helí Morales, los estudios de Sigmund Freud constituyeron otro
modo de pensar el dolor del sujeto. Donde otros veían una causalidad
biológica o cerebral, Freud percibía un vínculo con la historia, en
particular con sucesos traumáticos que más adelante se manifestarían
como neurosis.
Todo parece indicar que la relación de la historia con el psicoanálisis
no se reduce al momento de sus orígenes; es conocida la pasión de
Freud hacia esa disciplina. "Hay quien dice que hablar de la historia
en el psicoanálisis puede llevar al delirio que el psicoanálisis es
una práctica clínica en el consultorio", señaló Helí Morales, quien
refuta que, de ser ello así, "nunca se hubieran escrito textos como
El malestar en la cultura, El porvenir de una ilusión, Tótem y tabú,
Moisés y la religión monoteísta, El yo y el ello o El caso de una
neurosis demoníaca en el siglo XVII y muchos más".
Lo más importante es el lugar fundamental que ocupa la historia en
el pilar del pensamiento de Freud, por ejemplo, en la construcción
de complejo de Edipo, del cual hay tres versiones: la trágica (emanada
de los textos de Sófocles), la mítica y la histórica, que re-significa
las dos anteriores.
En este caso, la historia en Freud tiene que ver con lo constitutivo
de su doctrina. El caso de Lacan es mucho más complejo, comentó el
ponente, ya que él generalmente es asociado con el pensamiento estructuralista
que, en su primer momento, representó una discusión con la hegemonía
de la historia y el pensamiento occidental. Sin embargo, en Lacan
hay una concepción más novedosa que en Freud y el problema de la historia.
Si bien Freud tuvo una posición radical con la cuestión del tiempo,
el sujeto y la escritura, en Lacan hay una dimensión fundamental para
pensar la historia y tiene que ver con la relación entre este analista
y Marx. De allí deriva la necesidad de tomar en cuenta al campo de
lo político no como toma del poder, sino como aquello que desentraña
los lazos radicales de la vida y la muerte en los vínculos del sujeto
con el otro. |
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