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Muchos
de los sueños, por más disparatados que parezcan, casi siempre terminan
haciéndose realidad, aunque en ocasiones después de la desaparición
de los soñadores. Muchas veces esos delirios se han convertido en
un exitoso libro o película de ciencia-ficción, pero en otras ocasiones,
el éxito corona estos esfuerzos.
Una
de las ficciones que hoy revolotea en la cabeza de cientos de hombres
de ciencia es la conquista del planeta Marte. Un grupo de científicos
de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA,
por sus siglas en inglés) ha planteado la posibilidad de convertir
a Marte en un lugar habitable, es decir, en un planeta cálido y
acogedor para los seres vivientes. Así es que de descartarse cualquier
forma de vida nativa en el cuarto planeta de nuestro sistema solar
y de concretarse algún día este proyecto, los marcianos... seríamos
nosotros.
Marte
vuelve a ser noticia
Los
científicos de la NASA, en coordinación con sus homólogos de universidades
mexicanas, insisten en que es posible habitar este inhóspito planeta.
El proyecto de colonización del planeta rojo, denominado Terraformación
(con dos años de existencia), está auspiciado por la NASA, el Instituto
de Ciencias Nucleares de la UNAM y la Universidad Veracruzana. ¿Qué
pretende este ambicioso proyecto? Lograr in situ, las condiciones
atmosféricas necesarias (similares a las de la Tierra) que permitan
exista el oxígeno, esencial para la vida humana. Sin embargo, hay
infinidad de variables a considerar antes de lograr el objetivo,
por ejemplo, Marte es un planeta mucho más pequeño que la Tierra
y está mucho más alejado del Sol, algo así como 227.9 millones de
kilómetros (la Tierra está a 149.6 millones de kilómetros), por
lo que la cantidad de luz que recibe es menor.
La
primera etapa del proyecto, según Christopher McKay (NASA), Rafael
Navarro González (UNAM) y Luis Cruz Kuri (UV), pretende incrementar
la temperatura del planeta hasta los 22 grados centígrados bajo
cero (algo así como pasar de la Atlántida a Canadá), tarea por demás
complicada, pues resulta necesario liberar en su atmósfera los gases
que producen el "efecto invernadero" o "super invernadero" para
atrapar la irradiación calórica de nuestra estrella.
Para
lograrlo, los científicos estiman un tiempo necesario de por lo
menos 100 años. Con el incremento de la temperatura, el agua congelada
en los casquetes polares y en el subsuelo marciano se derretirá.
Al brotar ésta, los depósitos de carbonatos se convertirían en dióxido
de carbono y la atmósfera marciana comenzaría a tornarse más densa.
La siguiente etapa consistiría en introducir organismos bacterianos
(verdes azules o lama) que son ideales para lograr la fotosíntesis,
misma que permitiría liberar gradualmente el oxígeno necesario para
que los futuros habitantes puedan respirar sin utilizar equipos
especiales. Una vez introducidas dichas bacterias tardaría aproximadamente
mil años para que pudiera haber atmósfera con oxígeno, como la terrestre.
La tercera fase del proyecto sería la reproducción de musgos y líquenes
que prepararían el suelo marciano para que futuras plantas rastreras
comenzaran a crecer. Después vendrían los bosques y toda la diversidad
biótica que implicaría esta fase, una de las etapas finales del
proyecto.
Pico
de Orizaba: un paradigma
De
acuerdo con la opinión de Luis Cruz Kuri, del Instituto de Ciencias
Básicas (ICB) de la UV, el Pico de Orizaba ha sido considerado como
un excelente modelo para los propósitos del proyecto Terraformación
de Marte, pues el volcán más alto de México es uno de los pocos
lugares de la Tierra donde las condiciones, tanto geográficas como
climáticas, son similares a las del territorio marciano.
"En
el Pico de Orizaba hemos registrado la línea de árboles más alta
en todo el mundo (entre los cuatro mil 100 y cuatro mil 200 metros
SNM)", fenómeno que hace cuestionarse a los científicos sobre las
causas que hacen posible la vida vegetal a esa altura y temperatura
extrema, pues sólo así podremos llevarlos a Marte, planeta, por
mucho, más frío que la Tierra. En síntesis, la línea de investigación
de los científicos del ICB de la UV involucrados en los estudios
realizados en esta zona, ha sido llamada "Detección de patrones
espaciales y temporales de parámetros climáticos y de vegetación
alrededor de la línea de árboles del Pico de Orizaba". Este es un
proyecto conjunto del ICB-UV, el Ames Research Center de la NASA
y el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
Dentro de la metodología aplicada para el caso, se incluyen expediciones
periódicas al coloso para recopilar los datos almacenados en los
instrumentos de medición climática previamente colocados en la zona.
De
igual forma la toma de muestras de suelo a distintas profundidades,
parte de esa misma metodología, para ser analizadas mediante diversas
técnicas como la de pirólisis y de actividad microbiana.
Además,
"con aparatos geoposicionadores satelitales (GPS), podemos registrar
y ubicar las zonas específicas donde han sido colocados algunos
instrumentos de medición o registradores (Loggers), mismos que almacenan
los datos de interés para nuestra investigación". Cruz Kuri insistió
en que las investigaciones no sólo se centran en el planeta Marte,
también repercuten de alguna manera en investigaciones que van dirigidas
al cuidado y conocimiento del entorno terrestre.
Aseguró
también que el proyecto del Pico de Orizaba, requerirá de varios
años antes de que pueda pasarse a la siguiente fase de resultados
o aplicaciones científicas, sin embargo, la interrogante de porqué
crecen los árboles hasta esa altura, representa todo un reto ante
la infinidad de factores o hipótesis que se han anotado para resolver
esa pregunta, tales como la temperatura, condiciones ambientales
exteriores del suelo, componentes biológicos o la interacción de
microorganismos con los árboles (las micorrizas, por ejemplo), "esa
es una pregunta demasiado grande para ser contestada hoy, pues se
requieren muchos años para poder entender eso, sin embargo, esperamos
que los resultados nos lleven, paso a paso, al objetivo que nos
hemos trazado".
¿Hay
vida en Marte?
Christopher
McKay, del Ames Research Center de la NASA, estuvo en la UV en abril
de 1999, invitado por el científico Luis Cruz Kuri. En el Museo
de Antropología de Xalapa (MAX) dictó la conferencia "La búsqueda
de vida en el planeta Marte". En la Gaceta de la UV (número 20,
abril de 1999), Claudia Domínguez reseñó: "El astrofísico, encargado
del proyecto para lograr el acondicionamiento de Marte para que
en el futuro sea habitable por humanos, comentó que hace 20 años
una nave espacial exploró este planeta para detectar sus componentes
químicos, y se advirtió la liberación del oxígeno, no así la presencia
de compuestos orgánicos. De ahí se concluyó que se trataba de un
planeta muerto. Esto no es del todo cierto.
"Marte
tiene los elementos esenciales para la vida, como argón, carbono,
oxígeno y nitrógeno, aunque le falta algo importante: agua. Si bien
la tiene, está en forma de hielo, con una presión atmosférica 100
veces menor que la terrestre, lo que provoca que del estado sólido
se transforme al gaseoso, sin pasar por el estado líquido."
En
la conferencia, McKay admitió que se tienen 13 meteoritos identificados
claramente como marcianos, se ha demostrado que los más jóvenes
provienen de una atmósfera con compuestos orgánicos inestables,
y el más viejo de ellos (de hace cuatro mil 500 millones de años)
procede de una etapa en la que ese planeta tuvo compuestos orgánicos
estables, lo que apoya la idea de que Marte tuvo un pasado diferente.
Claudia
concluye: "De visita en la UV para realizar trabajos con académicos
e investigadores del ICB, McKay dijo que sus investigaciones se
orientan a la indagación de ese pasado de agua en Marte, pero también
a preguntarse si puede haber formas alternas de vida, si acaso hay
microorganismos congelados cuya bioquímica pueda ser analizada
Los
antecedentes
Hace
unos cuantos años concluyó con un éxito relativo el experimento
científico de la NASA denominado Biosfera 2, en el cual ocho "biomas",
cuatro hombres y cuatro mujeres, vivieron dos años en un gigantesco
invernadero montado en el desierto de Arizona (EUA). El proyecto
demandó unos 200 millones de dólares, pero cumplió con sus objetivos
principales: los ocho bionautas sobrevivieron cultivando sus propios
alimentos y reciclando el agua, los desperdicios y parte del aire.
La experiencia, en definitiva, no tenía otra finalidad más que probar,
en la Tierra, lo que en un futuro, quizás no muy lejano, podría
ser una colonia en Marte o en la Luna.
¿Quién
da más? Marte en Venta
Empresas
de bienes raíces de EUA comienzan a "llevar agua su molino", pues
ofrecen ya la posibilidad de adquirir predios en la superficie marciana.
Si estás interesado, aunque sea sólo por curiosidad, consulta precios,
ubicación y características de los lotes marcianos en los sitios
de Internet: www.lunarembassy.com o www.moonshop.com.
Mars
información
Si
necesitas más información sobre el proyecto de colonizar a Marte,
aquí tienes estas completísimas opciones: http://elpais.es/c/d/temas/ciencias/cienc149.htm
, www.nasa.gov , http://mars.jp/nasa.gov/missions , www.lanasa.net
, www.sciam.com/1999/0399spacemckaybox2.htm.
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