Año 2 • No. 46 • noviembre 19 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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Camino A marte o cómo terraformar el planeta rojo
La UV participa en ambicioso proyecto con la NASA y la UNAM

 

Muchos de los sueños, por más disparatados que parezcan, casi siempre terminan haciéndose realidad, aunque en ocasiones después de la desaparición de los soñadores. Muchas veces esos delirios se han convertido en un exitoso libro o película de ciencia-ficción, pero en otras ocasiones, el éxito corona estos esfuerzos.

Una de las ficciones que hoy revolotea en la cabeza de cientos de hombres de ciencia es la conquista del planeta Marte. Un grupo de científicos de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) ha planteado la posibilidad de convertir a Marte en un lugar habitable, es decir, en un planeta cálido y acogedor para los seres vivientes. Así es que de descartarse cualquier forma de vida nativa en el cuarto planeta de nuestro sistema solar y de concretarse algún día este proyecto, los marcianos... seríamos nosotros.

Marte vuelve a ser noticia

Los científicos de la NASA, en coordinación con sus homólogos de universidades mexicanas, insisten en que es posible habitar este inhóspito planeta. El proyecto de colonización del planeta rojo, denominado Terraformación (con dos años de existencia), está auspiciado por la NASA, el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y la Universidad Veracruzana. ¿Qué pretende este ambicioso proyecto? Lograr in situ, las condiciones atmosféricas necesarias (similares a las de la Tierra) que permitan exista el oxígeno, esencial para la vida humana. Sin embargo, hay infinidad de variables a considerar antes de lograr el objetivo, por ejemplo, Marte es un planeta mucho más pequeño que la Tierra y está mucho más alejado del Sol, algo así como 227.9 millones de kilómetros (la Tierra está a 149.6 millones de kilómetros), por lo que la cantidad de luz que recibe es menor.

La primera etapa del proyecto, según Christopher McKay (NASA), Rafael Navarro González (UNAM) y Luis Cruz Kuri (UV), pretende incrementar la temperatura del planeta hasta los 22 grados centígrados bajo cero (algo así como pasar de la Atlántida a Canadá), tarea por demás complicada, pues resulta necesario liberar en su atmósfera los gases que producen el "efecto invernadero" o "super invernadero" para atrapar la irradiación calórica de nuestra estrella.

Para lograrlo, los científicos estiman un tiempo necesario de por lo menos 100 años. Con el incremento de la temperatura, el agua congelada en los casquetes polares y en el subsuelo marciano se derretirá. Al brotar ésta, los depósitos de carbonatos se convertirían en dióxido de carbono y la atmósfera marciana comenzaría a tornarse más densa. La siguiente etapa consistiría en introducir organismos bacterianos (verdes azules o lama) que son ideales para lograr la fotosíntesis, misma que permitiría liberar gradualmente el oxígeno necesario para que los futuros habitantes puedan respirar sin utilizar equipos especiales. Una vez introducidas dichas bacterias tardaría aproximadamente mil años para que pudiera haber atmósfera con oxígeno, como la terrestre. La tercera fase del proyecto sería la reproducción de musgos y líquenes que prepararían el suelo marciano para que futuras plantas rastreras comenzaran a crecer. Después vendrían los bosques y toda la diversidad biótica que implicaría esta fase, una de las etapas finales del proyecto.

Pico de Orizaba: un paradigma

De acuerdo con la opinión de Luis Cruz Kuri, del Instituto de Ciencias Básicas (ICB) de la UV, el Pico de Orizaba ha sido considerado como un excelente modelo para los propósitos del proyecto Terraformación de Marte, pues el volcán más alto de México es uno de los pocos lugares de la Tierra donde las condiciones, tanto geográficas como climáticas, son similares a las del territorio marciano.

"En el Pico de Orizaba hemos registrado la línea de árboles más alta en todo el mundo (entre los cuatro mil 100 y cuatro mil 200 metros SNM)", fenómeno que hace cuestionarse a los científicos sobre las causas que hacen posible la vida vegetal a esa altura y temperatura extrema, pues sólo así podremos llevarlos a Marte, planeta, por mucho, más frío que la Tierra. En síntesis, la línea de investigación de los científicos del ICB de la UV involucrados en los estudios realizados en esta zona, ha sido llamada "Detección de patrones espaciales y temporales de parámetros climáticos y de vegetación alrededor de la línea de árboles del Pico de Orizaba". Este es un proyecto conjunto del ICB-UV, el Ames Research Center de la NASA y el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.

Dentro de la metodología aplicada para el caso, se incluyen expediciones periódicas al coloso para recopilar los datos almacenados en los instrumentos de medición climática previamente colocados en la zona.

De igual forma la toma de muestras de suelo a distintas profundidades, parte de esa misma metodología, para ser analizadas mediante diversas técnicas como la de pirólisis y de actividad microbiana.

Además, "con aparatos geoposicionadores satelitales (GPS), podemos registrar y ubicar las zonas específicas donde han sido colocados algunos instrumentos de medición o registradores (Loggers), mismos que almacenan los datos de interés para nuestra investigación". Cruz Kuri insistió en que las investigaciones no sólo se centran en el planeta Marte, también repercuten de alguna manera en investigaciones que van dirigidas al cuidado y conocimiento del entorno terrestre.

Aseguró también que el proyecto del Pico de Orizaba, requerirá de varios años antes de que pueda pasarse a la siguiente fase de resultados o aplicaciones científicas, sin embargo, la interrogante de porqué crecen los árboles hasta esa altura, representa todo un reto ante la infinidad de factores o hipótesis que se han anotado para resolver esa pregunta, tales como la temperatura, condiciones ambientales exteriores del suelo, componentes biológicos o la interacción de microorganismos con los árboles (las micorrizas, por ejemplo), "esa es una pregunta demasiado grande para ser contestada hoy, pues se requieren muchos años para poder entender eso, sin embargo, esperamos que los resultados nos lleven, paso a paso, al objetivo que nos hemos trazado".

¿Hay vida en Marte?

Christopher McKay, del Ames Research Center de la NASA, estuvo en la UV en abril de 1999, invitado por el científico Luis Cruz Kuri. En el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) dictó la conferencia "La búsqueda de vida en el planeta Marte". En la Gaceta de la UV (número 20, abril de 1999), Claudia Domínguez reseñó: "El astrofísico, encargado del proyecto para lograr el acondicionamiento de Marte para que en el futuro sea habitable por humanos, comentó que hace 20 años una nave espacial exploró este planeta para detectar sus componentes químicos, y se advirtió la liberación del oxígeno, no así la presencia de compuestos orgánicos. De ahí se concluyó que se trataba de un planeta muerto. Esto no es del todo cierto.

"Marte tiene los elementos esenciales para la vida, como argón, carbono, oxígeno y nitrógeno, aunque le falta algo importante: agua. Si bien la tiene, está en forma de hielo, con una presión atmosférica 100 veces menor que la terrestre, lo que provoca que del estado sólido se transforme al gaseoso, sin pasar por el estado líquido."

En la conferencia, McKay admitió que se tienen 13 meteoritos identificados claramente como marcianos, se ha demostrado que los más jóvenes provienen de una atmósfera con compuestos orgánicos inestables, y el más viejo de ellos (de hace cuatro mil 500 millones de años) procede de una etapa en la que ese planeta tuvo compuestos orgánicos estables, lo que apoya la idea de que Marte tuvo un pasado diferente.

Claudia concluye: "De visita en la UV para realizar trabajos con académicos e investigadores del ICB, McKay dijo que sus investigaciones se orientan a la indagación de ese pasado de agua en Marte, pero también a preguntarse si puede haber formas alternas de vida, si acaso hay microorganismos congelados cuya bioquímica pueda ser analizada

Los antecedentes

Hace unos cuantos años concluyó con un éxito relativo el experimento científico de la NASA denominado Biosfera 2, en el cual ocho "biomas", cuatro hombres y cuatro mujeres, vivieron dos años en un gigantesco invernadero montado en el desierto de Arizona (EUA). El proyecto demandó unos 200 millones de dólares, pero cumplió con sus objetivos principales: los ocho bionautas sobrevivieron cultivando sus propios alimentos y reciclando el agua, los desperdicios y parte del aire. La experiencia, en definitiva, no tenía otra finalidad más que probar, en la Tierra, lo que en un futuro, quizás no muy lejano, podría ser una colonia en Marte o en la Luna.

¿Quién da más? Marte en Venta

Empresas de bienes raíces de EUA comienzan a "llevar agua su molino", pues ofrecen ya la posibilidad de adquirir predios en la superficie marciana. Si estás interesado, aunque sea sólo por curiosidad, consulta precios, ubicación y características de los lotes marcianos en los sitios de Internet: www.lunarembassy.com o www.moonshop.com.

Mars información

Si necesitas más información sobre el proyecto de colonizar a Marte, aquí tienes estas completísimas opciones: http://elpais.es/c/d/temas/ciencias/cienc149.htm , www.nasa.gov , http://mars.jp/nasa.gov/missions , www.lanasa.net , www.sciam.com/1999/0399spacemckaybox2.htm.