No se trata de un golpe de suerte o de un grupo irrepetible de buenos
estudiantes que decidieron poner a prueba sus conocimientos: la
calidad de quienes integran la Facultad de Ingeniería Civil
de la UV ha quedado suficientemente probada frente a otras instituciones
del país al hacerse merecedores, por segunda vez consecutiva,
del primer lugar en el Concurso nacional CE-003, convocado por el
Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
Hace exactamente un año, tres jóvenes de esta facultad
obtuvieron el primer lugar en este mismo concurso con el diseño
de una línea de conducción de agua potable para Durango,
distinción que 10 estudiantes del noveno semestre -constituidos
en dos equipos de cinco- no quisieron dejar sin refrendar cuando
conocieron la convocatoria 2001. El resultado: primero y segundo
lugar con la presentación del diseño y construcción
de puentes portátiles.
Desarrollado en el marco del seminario de estudiantes Los futuros
ingenieros civiles y sus soluciones para el desarrollo nacional,
este concurso anual pide la presentación de un diseño
específico, elegido por la pertinencia y utilidad de su desarrollo.
En este caso, un puente útil para el desalojo de comunidades
durante contingencias meteorológicas.
Las características esenciales que el jurado del concurso
tomó en cuenta para decidir el diseño ganador fueron
el tiempo de ensamblaje, peso y volumen del puente; este último
punto fue el que, a decir de los estudiantes, les dio el primer
lugar: "El equipo triunfador fue el que obtuvo la menor cantidad
de puntos sumando el peso en kilos, el tiempo (en minutos) y el
volumen (en centímetros cúbicos). Definitivamente
nuestro fuerte estuvo en esta última característica".
Oatl, un proyecto exitoso
El proceso para idear el modelo a escala que debían mostrar,
explicar y probar ante un exigente jurado durante el seminario,
les llevó tres semanas de trabajo, así como una inversión
de casi dos mil pesos, y en él participaron: Ricardo Bellido
Bárcena, Daniel Díaz Rodríguez, José
Avidán Bravo Jácome, Irving Williams Jiménez
Ruiz y Miguel Ángel Arrieta Rivera, todos estudiantes del
grupo 904 de la FIC de Xalapa.
Son ellos quienes explican las dificultades que representó
el proceso de definición de su diseño que llamaron
Puente Oatl: "Originalmente ideamos nuestro modelo en madera,
utilizando palos de escoba. Sin embargo encontramos algunos problemas
para su ensamblaje, así que volvimos a consultar las bases
y decidimos que la madera no era una buena opción, porque
ocupa mucho volumen y tiene demasiado peso".
Pese al fracaso de su primer intento, los jóvenes insistieron
en trabajar con madera y no fue sino hasta una semana antes de celebrarse
el concurso cuando decidieron optar por otro material: "Nos
planteamos que si queríamos ganar tendríamos que cambiar,
así que empezamos a ocupar el acero solera, que es un material
muy delgado pero pesado". Éste fue el definitivo.
El sistema de uniones, agregan, se hizo "con varillas roscadas
y una estructura tipo Warren; el material para el piso fue lámina
de la más delgada que existe comercialmente y el sistema
de unión entre la lámina y la estructura, que nos
permitiría que no se moviera a la hora de circular por el
puente, lo solucionamos con alambre".
Así, el prototipo quedó definido y sólo restaba
hacer las especificaciones necesarias para su ensamblaje en el manual
que exigía la convocatoria. "Nos dividimos las tareas
para elaborar el manual y los planos, probamos todo un día
antes de presentar nuestro diseño, medimos el tiempo de ensamblaje
y con todo nuestro nerviosismo nos falló, sin embargo, el
día del concurso todo salió bien. Se subieron hasta
cuatro personas y el puente no cedió, afortunadamente fue
un éxito", apuntan.
Con el primer lugar, Ricardo, Daniel, José, Irving y Miguel
Ángel se llevaron, además de una profunda satisfacción,
un reconocimiento tanto individual como de grupo, seis mil pesos
en efectivo, la posibilidad de ser invitados a las siguientes actividades
del CICM y material de apoyo para su facultad, que constó
de manuales de normatividad del sector Comunicaciones y Transportes.
Puente Halcón, segundo sitio
La aventura no fue menos divertida para el equipo que ganó
el segundo lugar, conformado por Jaime Velasco Azorso, Eduardo Alexis
Cervantes Carretero, Jorge García García, Elery Gómez
Vásquez y Rabindranarth Romero López, de la misma
Facultad pero del grupo 901.
Para ellos todo comenzó cuando recibieron la invitación
de la coordinadora del Club de Estudiantes del CICM para participar
en el concurso a través de Rabindranarth, quien es el presidente
de ese club para la UV: "Mi intención inicial fue convocar
e invitar a compañeros de nuestra casa de estudios para continuar
el logro obtenido el año pasado y constituir un equipo de
trabajo".
Igual que sus compañeros, el reto que se les planteó
fue el de construir un puente que soportara el paso de gente y animales
en caso de que, por causa de un desastre, alguna comunidad quedara
incomunicada. "Nuestro prototipo fue de aluminio, ya que es
un material muy resistente y ligero a la vez, lo cual hace que sea
más fácil de armar y transportar".
La mano de obra -construcción de las partes y ensamblaje-
estuvo totalmente a cargo de ellos, "aprendimos a cortar, manipular
el aluminio, hacerle los orificios necesarios y remachar, para cumplir
al 100 por ciento con esta parte, así que también
esa fue una buena experiencia".
Con una inversión de casi dos mil pesos, un mes más
tarde, el modelo a escala quedó listo y en opinión
de sus autores lo que le valió el segundo lugar fue su ligereza.
"Había siete proyectos inscritos en el concurso, de
instituciones de todo el país y tan importantes como el ITESM,
la UIA, La Salle y escuelas del área metropolitana".
Los jóvenes añaden que el diseño de este modelo
que llamaron el Puente Halcón, logrado con la ayuda y asesoría
de su profesor Raymundo Dávalos Sotelo, es lo mínimo
que se puede hacer constructivamente para un puente, con la ventaja
de que podría aguantar un claro de 60 metros de extremo a
extremo para liberar a una población; es muy fuerte.
Aunque este equipo no recibió estímulo económico,
el reconocimiento que le dieron a su trabajo fue suficiente para
ellos, "y estamos convencidos de que nuestra universidad puede
continuar manteniendo el lugar que ya se ha ganado, si sus estudiantes
se deciden a participar".
¿Qué les aporta esta experiencia?
Los muchachos responden de inmediato: "Una satisfacción
enorme, la posibilidad de enfrentarnos al desarrollo de un proyecto
ejecutivo, que implica un compromiso mucho más fuerte que
un trabajo escolar, la oportunidad de poner a nuestra universidad
muy en alto y, entre otras muchas cosas, el privilegio de esa convivencia
entre compañeros que sólo existe cuando se trabaja
en equipo".
Además, explican que sus modelos pueden aplicarse en un contexto
real, porque no salen de lo que ya existe, pues "tratamos de
buscar estructuras que nos ofrecieran ventajas, que no hubiera muchos
problemas en cuanto a nuevos diseños, más bien reutilizamos
los modelos que ya existían y, por tanto, son perfectamente
practicables".
El equipo ganador dejó su diseño en manos del Club
de Estudiantes del CICM y, a cambio, ellos les prometieron incluirlos
en los próximas actividades que organicen: "Lo que se
intenta es generar un intercambio entre estudiantes que nos enriquezca
y nos vincule".
Y van por la otra...
Contentos con los resultados del concurso CE-003, los dos equipos
triunfadores se disponen a enfrentar otro reto al participar en
un concurso convocado por Cementos Apasco, que este año ha
decidido juntar a arquitectos e ingenieros - antes considerados
en diferentes categorías- por lo que será una contienda
reñida.
Ricardo, Daniel, José, Irving y Miguel Ángel se encuentran
dando los últimos toques a un proyecto que tiene como propósito
crear una terminal de autobuses en Xalapa que agrupe a todas las
pequeñas terminales de segunda clase que ahora existen regadas
por la ciudad: "Nuestra propuesta intenta solucionar el problema
de tráfico que se crea con la presencia de estos espacios
en calles céntricas de la ciudad y debe estar lista antes
del 3 de diciembre, fecha en que debemos entregar el trabajo".
Por su parte, Jaime, Eduardo, Elery, Jorge y Rabindranarth se encuentran
trabajando en un proyecto para la creación de un auditorio
diseñado exclusivamente para la OSX, que estaría ubicado
en la nueva reserva ecológica.
Los resultados de este concurso, que se desarrollará en Veracruz,
los conoceremos el 7 de diciembre y hasta entonces... todos los
universitarios ¡a cruzar los dedos!
¿Qué es el Club de Estudiantes y quiénes
pueden participar?
El Club de Estudiantes del CICM tiene entre sus objetivos fomentar
en sus miembros la responsabilidad que tienen como estudiantes de
la carrera de ingeniería civil, crear conciencia de la importancia
de pertenecer al gremio de los ingenieros civiles, apoyar al CICM
a difundir entre los estudiantes las realizaciones de la ingeniería
civil y el papel que ésta desempeña en el desarrollo
y en el bienestar de México, así como promover la
realización de actividades sociales, culturales y deportivas,
con el fin de incrementar la unión entre los estudiantes
de ingeniería civil de las diferentes instituciones educativas.
Estos propósitos los logra a través de la Coordinación
de los Clubes de Estudiantes establecidos en instituciones educativas
de todo el país. En la UV también hay un club y su
presidente es Rabindranarth Romero López, con quien puedes
comunicarte a los teléfonos (01-228) 840-3400 y al celular
(044-2288) 244-043, o bien escríbele a: rabindranarth@hotmail.com.
Además, este joven también es delegado de la Asociación
Nacional de Estudiantes de Ingeniería Civil, en la que participan
universidades de todo el país. "Mi intención
como presidente del club y representante de esta asociación
es crear un vínculo y trabajar conjuntamente, así
que estoy abierto para brindar cualquier información a quien
la necesite y hago la invitación para que todos los estudiantes
de ingeniería civil de nuestra casa de estudios se sumen
a este trabajo".
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