Año 2 • No. 50 • enero 21 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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  Los malestares del bienestar
Desde la perspectiva de Morin la globalización inhibe el desarrollo
del individuo

Gina Sotelo Ríos
 


"Debemos buscar la cualidad poética de la vida, alejarnos de la abstracción de las cosas materiales, ser solidarios con el otro y olvidarnos del individualismo", ésta es una de las tantas premisas que sencilla pero profundamente manifestó el que es considerado como uno de los pensadores contemporáneos más importantes; el doctor Edgar Morin, en la videoconferencia titulada "Desarrollo humano sostenible", dictada el pasado 16 de enero.

El autodefinido "omnívoro cultural" mencionó que es necesaria una nueva política de civilización con ideas renovadas en torno a la calidad de vida que no se reduzca al valor de las cosas utilitarias y que tienda hacia las cosas que dan calidad, los valores "elevados" como la poesía.

Para él, la globalización de la civilización occidental trajo consigo rasgos fundamentales, virtudes y defectos que la definen, tal es el caso del individualismo exacerbado entre los seres humanos, un gran desarrollo tecnológico, capitalista e industrial y un individuo que se desarrolló en condiciones de destrucción, pérdida de la solidaridad entre conacionales y familia. "Lo negativo del individualismo lo vemos reflejado en el consumo generalizado de tranquilizantes y estimulantes, la multiplicación de enfermedades sociopsicosomáticas como el cansancio permanente, para las que no hay remedio debido a las pobres condiciones de vida en las que todos cohabitamos".

Al referirse a la ciencia, el intelectual francés afirmó que lo que en un principio traía sólo condicio- nes benéficas, se ha convertido en un factor ambivalente que pone en riesgo la vida del hombre con su amenaza nuclear y manipulación genética: "La industria produce en serie y a costa de la degradación del ambiente. El progreso trae carencias, trae el malestar del bienestar"

El análisis de Morin deriva en un planteamiento relativo al desarrollo global, que critica las consecuencias que en lo individual provoca lo que él llama "el subdesarrollo de los desarrollados".

En la charla habló del "sueño de opio" que predominó en la década de los 60 en el mundo californiano que luego se extinguiera por doquier, un sueño en el que los protagonistas eran los automóviles de lujo, las camas confortables, los televisores y sus espectáculos impresionantes, pero que se desvaneció como vino dejando una insatisfacción de la juventud, un mal hondo que trajo en consecuencia un subdesarrollo mental y ético; "el subdesarrollo de los desarrollados" dijo.

Entre sus conclusiones, Morin afirmó que actualmente ve al planeta como una nave espacial -la ciencia, tecnología, industria y economía son los motores- pero sin piloto y sin política de civilización. Puntualizó también que no basta ver los defectos de la civilización sino luchar contra los destrozos que ésta ha causado: "Debemos rescatar las cualidades y sabiduría de las culturas, no convertir nuestro transitar por el planeta en un processo ciego".

Daniel Morin nació en París en 1921. Sociólogo "agrimensor del saber" quien fuera director de l'Ècole des Hautes Ètudes en Sciences Sociales de París, compartía sus reflexiones sobre la nueva economía y sociedad en una conferencia de la Fundación Santillana, y en una charla para Baquía. Ha escrito más de 40 ensayos de distintas disciplinas. Es investigador, sociólogo, filósofo, psicólogo, antropólogo, economista y ha sido director emérito del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de París. Destaca por su enorme vitalidad, ya que con más de 80 años, desprende una juventud que amablemente, contagia por donde va. La conferencia se llevó a cabo en el aula de videoconferencias de la USBI-Xalapa y fue transmitida a través de éste sistema desde la Universidad de Guadalajara.