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Feliz
Año les deseamos desde la Casa SEA de Xalapa, esperando que
entre los muchos proyectos y tareas a que nos enfrentaremos, lo
hagamos con un propósito de cambio apoyado en la fe en nosotros
mismos que nos hará líderes de nuestras acciones universitarias.
Entre esas tareas está la construcción de la UV2 que
será tarea de todos, maestros, estudiantes, funcionarios
y personal administrativo, que daremos identidad, diversidad y autonomía
a un proyecto que va mas allá de una propuesta tecnológica;
es más bien, un proyecto de vida institucional.
Durante
los últimos 10 años, en diversos ámbitos de
nuestros espacios sistémicos, varios de nuestros maestros
desarrollaron los cimientos del cambio, dirigidos hacia una reconversión
en el manejo del conocimiento a través de nuevas
tecnologías. La UV desarrolló cursos y preparó
personal en los últimos siete años, que ahora deberá
enfrentar el reto de la concreción de acciones y planes específicos
de una nueva estructura virtual universitaria.
El
reto incide no sólo en la preparación de cuadros académicos,
que ya existen y están preparados, sino en la reconversión
de estructuras, roles y estrategias que den cabida a las acciones
de creación y recreación del conocimiento, gestión
y administración de comunicaciones y la socialización
de la presencia virtual de nuestra universidad en el país
y en el mundo.
Sabemos
que existe ya todo un esfuerzo cristalizado en una eficiente plataforma
tecnológica, montada gracias al trabajo constante de un grupo
de expertos de nuestra universidad, verdaderos líderes en
ese campo, forjados en la práctica diaria del ensamblaje
de redes electrónicas. Ahora viene la otra parte, la participación
del factor humanista en el manejo del
conocimiento, originado en el esfuerzo de nuestros mejores maestros
nuestros mejores investigadores y nuestros mejores estudiantes.
Ellos son los que darán vida a esta compleja tarea y quienes
deben afrontar el reto a que está orillada nuestra universidad,
en un momento de cambios dramáticos que está viviendo
el mundo.
Detrás
de cada teclado y de cada monitor deberá existir un rostro
humano conectado al conocimiento y la investigación. Y cada
uno de ellos deberá tener diversidad disciplinar y heterogeneidad
institucional, tal y como el mismo nombre de universidad nos lo
señala. En el latín medieval Universitas se empleó
originariamente para designar cualquier comunidad o corporación
considerada en su aspecto colectivo. Cuando se usaba en su sentido
moderno, denotando un cuerpo dedicado a la enseñanza y a
la educación, requería una adición para redondear
su significado: universitas magistrorum et
scholarium, por ejemplo.
Esto
nos orilla a pensar que somos también un conjunto de varias
comunidades de maestros y escolares, que poseemos identidades diversas
y diversas didácticas disciplinares, sobre las que habremos
de trabajar para conectarnos en red, sin perder nuestra identidad
heterogénea en el marco institucional de la universidad que
nos aglutina, y presentando diversas facetas de nuestros cuerpos
de conocimientos. En cada entidad, en cada escuela, en cada centro
educativo deben existir cuerpos académicos específicamente
dedicados a experimentar los nuevos caminos de la universidad virtual.
Debemos
crear alianzas internas y externas sin perder nuestras identidades
colegiadas. Y para ello los participantes enfrentarán el
compromiso y la responsabilidad de asumirse como líderes
de una gigantesca tarea de cambio a través de la universidad
virtual. Para quienes de alguna u otra manera están ya inmersos
en esta magna tarea, y para los que vendrán después,
sirva de aliento el reconsiderar que somos una universidad grande
con maestros y conocimientos suficientes para vencer el nuevo reto
tecnológico por venir, construyendo una educación
de calidad y permanente expansión en el nuevo orden mundial
que se está construyendo.
Tres
frentes habrá de tener este momento de cambio: el frente
tecnológico, proporcionando la garantía de un soporte
eficiente y confiable de comunicación; el frente estructural,
con la creación de nuevas estructuras y funciones académico-administrativas
que impliquen financiamiento, roles, gestión, controles de
calidad, mercadeo, publicidad y de vinculación social; y
el frente de liderazgos académicos, donde nuestros mejores
maestros, integrados en fuerzas de tarea académica, construyan
espacios de conocimientos producto de la investigación y
generen un sistema académicos en constante renovación
y expansión, que conserve sus identidades colegiadas. Y esa
será area de líderes.
Este
mensaje va, con el mejor propósito, para todos los que de
una o otra manera estamos vinculados al hecho señalado, por
cierto, el 11 de septiembre de 2001, donde fue presentado el plan
de la UV2 en una reunión presidida por el rector Víctor
Arredondo y de la que, al menos en Casa SEA, llevamos la cuenta
regresiva a partir de esa fecha. Aquí en Casa SEA sabemos
como se viven esa clase de retos (lo vivimos en 1980 cuando se creo
el sistema abierto o en 1992 cuando se fundo Casa SEA por cooperación
estudiantil); quisimos hacer este mensaje alentador para que en
lo mejor que tengamos este año, la creación de la
universidad virtual sea nuestro mayor logro conjunto.Feliz año
y los mejores deseosdesde la Casa SEA del Sistema deEnseñanza
Abierta de la UV.
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