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Para
ser buen bailarín, no debes dejar de sentir placer por desarrollar
esta actividad. La danza se convierte en parte de y, como tal, tienes
que encontrarle el goce diario", señaló Beatriz Juan Gil, bailarina
que consolidado una fecunda trayectoria profesional dentro del Ballet
Nacional de México, distinguiéndose por su alta calidad interpretativa.
Juan Gil, egresada de la Facultad de Danza de la UV, ofreció del
14 al 18 de enero un curso intensivo de danza contemporánea en técnica
Graham para principiantes. Durante las sesiones, sus casi 50 alumnos
tuvieron oportunidad de profundizar en la disciplina, además de
retroalimentar a su instructora, para quien el resultado de la enseñanza
fue muy positivo.
"Trabajar con jóvenes es muy motivador. Tú te nutres de ellos y
ellos de ti. Los muchachos siempre son muy biertos para recibir
correcciones o aceptar las cosas nuevas", mencionó Juan Gil, y agregó
que es en sus primeros años de formación cuando se les tiene que
exigir a los alumnos una gran disciplina, hacerles ver que la danza
no es una carrera fácil.
Para ella, en esta vertiente artística que privilegia el movimiento
corporal, es necesario evolucionar paso por paso, cumplir primero
como estudiante y siempre pensar en expectativas a largo plazo.
"Lo que te sostiene es el trabajo de cada día; si mantienes el placer
por lo que estás haciendo, recibes siempre una recompensa". Dicho
factor, asevera, es fundamental para dedicarse por completo a la
danza: "Hay un tiempo para bailar, una etapa cuando tu cuerpo está
muy joven y otra cuando madura, y debes cumplir ese proceso, sin
posponerlo". Sobre la vida activa de los bailarines, aseguró que
actualmente hay artistas cuya edad rebasa los 50 años y siguen haciendo
bien su trabajo, pues la danza ya ofrece expectativas a los bailarines
adultos y no sólo a los jóvenes.
Beatriz Juan Gil se tituló como licenciada en Danza Contemporánea
por la UV en 1989, y su formación incluye infinidad de cursos con
los principales maestros de la Compañía de Martha Graham y del Ballet
Nacional de México. La influencia de sus maestros y gran disciplina
le han proporcionado las bases para desarrollar una gran fuerza
y presencia escénica.
A casi medio siglo de su fundación, el Ballet Nacional de México
es una de las entidades artísticas independientes más sólidas y
el máximo centro de enseñanza de danza moderna y contemporánea del
país. De allí han surgido los más destacados bailarines y coreógrafos
mexicanos, quienes han proseguido su carrera formando otras agrupaciones.
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