México
DF.- Veracruz fue uno de los primeros estados donde la XXXVIII Muestra
Internacional de Cine inició su recorrido en el 2002. Las
películas que se proyectan en El Ágora de la Ciudad,
del 18 al 28 de enero, fueron producidas por nueve países
(cinco europeos, dos asiáticos y tres latinoamericanos).
Nuevamente este encuentro fílmico es presentado en nuestra
capital gracias a la fructífera labor de la Universidad Veracruzana,
la Cineteca Nacional y el DIF-Veracruz. Bien, menciono a continuación
la relación de títulos:
El
gavilán de la sierra (México, 2001), significa
el regreso de Juan Antonio de la Riva a sus iniciales obsesiones
fílmicas ubicadas en la sierra de su natal Durango. Con una
estructura narrativa que maneja el cambio continuo de presente y
pasado y la conexión de ambos tiempos en un mismo espacio
escenográfico, de la Riva hizo una crónica de un bandido
rural a la manera de un corrido convertido en homenaje al cine mexicano
de los 50 y 60.
La
pianista (Francia-Austria, 2001), fue dirigida por Michael Haneke,
el creador de Juegos divertidos (1997), implacable alegoría
sobre la violencia contemporánea. Con diferente registro
dramático pero similar visión cruel, este cineasta
de origen austriaco ha creado ahora un conmovedor retablo femenino
sobre la perturbadora y devastadora experiencia sexual-erótica
de una maestra de música.
Sagrado-Kadosh
(Israel-Francia, 1990), de Amos Gitaï, es una obra maestra
cuya
sobriedad narrativa y una sugerente expresión corporal dio
como resultado un escalofriante testimonio del sometimiento de la
mujer en el contexto religioso y familiar ultra ortodoxo vivido
en un barrio judío de Jerusalén.
Coronación
(Chile, 1999), de Silvio Caiozzi, refrenda la admiración
del director por la literatura de José Donoso, cuya novela
sirve de pretexto para realizar una reflexión de la realidad
latinoamericana a partir de personajes decadentes y atmósferas
caóticas.
Viva
el rey. Dogma 4 (Dinamarca, 2000), de Kristian Levring, es otra
de las apuestas del movimiento Dogma, que en esta ocasión
ofrece una original puesta en escena en la que un grupo de turistas
debe enfrentar la sobrevivencia solitaria en medio de un paraje
desértico africano. La representación de El rey Lear
por algunos elementos de la excursión torna más absurdo
e irrisorio el momento experimentado.
La
ciénaga (2001, Argentina-España) es el primer
largometraje de ficción de Lucrecia Martel. A la vista de
los lamentables acontecimientos sucedidos actualmente en Argentina,
esta película podría tener una lectura metafórica
sobre el deterioro y la corrosión extrema del tejido social
argentino. No es casual que esta cineasta de 35 años de edad
haya elegido el núcleo familiar para remitirse al malestar
y el gran sentimiento de inseguridad provocado por vínculos
humanos disfuncionales.
En
Enemigo, querido enemigo (Italia-Francia. 2001), Ettore Scola
retoma su reflexión sobre el fascismo italiano que había
plasmado en el hermoso como dramático filme Un día
especial (Una giornata particolare, 1977). Ahora escoge una avenida
de Roma de fines de los 30 para remitirse al sentimiento antisemita
alentado por un gobierno fascista en ascenso.
En
Un amigo como Harry (Francia, 2000), el director Dominik
Moll, trabaja un thriller de apuntes cómicos e irónicamente
sádicos, demostrando su enorme admiración por clásicos
del suspenso psicológico como la hitchcockiana Pacto siniestro
(Strangers on a Train, 1951), de la cual es deudora. Fuera del mundo
es una película italiana dirigida en 1999 por Giuseppe Piccioni.
Ubicada en un contexto actual, esta es una historia cuyos rasgos
de humor ligero y narración melodramática alejada
de la complacencia, aborda la situación de crisis vivida
por tres personajes dispares reunidos y posiblemente determinados
ante un suceso extraordinario.
Completamente
española es la producción de Silencio Roto (2001),
donde el conocido Montxo Armendáriz se remite al grupo guerrillero
de los maquis, quienes después de participar
en la Guerra Civil Española se alojaron en las montañas
para luchar contra el régimen franquista.
Finalmente,
Deseando amar (Hong Kong-Francia, 2000) será el suntuoso
remate de la XXXVIII Muestra, ya que el enorme talento de Wong Kar-Wai
se torna elegante propuesta audiovisual sobre la seducción
y el placer enfrentados al dilema de la infidelidad. Gran obra del
cine oriental que nos permite disfrutar de imágenes portentosas
de cine puro.
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