Año 2 • No. 51 • enero 28 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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  ¿Visión estereoscópica?
Gina Sotelo Ríos
 

¿Cómo se mide la actividad neuronal? De acuerdo con estudios practicados en monos usando técnicas invasivas, se tiene idea de la sensibilidad que posee la "región visual VI" ante disparidades absolutas. Esos primates, entrenados ex profeso para reportar que están viendo un punto en el espacio, han aportado datos significativos sobre cómo el cerebro humano es capaz de recobrar información tridimensional a partir de las imágenes capturadas por las retinas.

Tal fue la idea central que desarrolló Héctor Gabriel Acosta Mesa, al dictar, en el auditorio de la maestría en Inteligencia Artificial de la UV, la conferencia "Evaluación de la anatomía funcional del sistema de visión estetoscópica, usando imágenes de resonancia magnética funcional y modelado de ecuaciones estructurales".

Acosta Mesa, quien actualmente está haciendo su tesis doctoral en la Universidad de Sheffield, Inglaterra, bajo el título Functional anatomy of stereoscopic visual process, habló sobre los estudios de electrofisiología practicados en primates que han revelado la sensibilidad de la "región visual VI" ante disparidades absolutas, lo que sugiere que esta área puede utilizar un primer procesamiento de información en movimiento, y nuevas investigaciones ya constatan su sensitividad a disparidades verticales.

"El cerebro -dijo- interpreta para dar forma y profundidad. Según los resultados obtenidos con monos, se identifican varias áreas que funcionan de manera diferente; algunas registran el movimiento, iluminación, color o textura". Incluso ya se están haciendo experimentos con una técnica especial para humanos, denominada resonancia magnética funcional.

Agregó que, de manera natural, nuestro mecanismo de visión es estéreo, es decir, somos capaces de apreciar, a través de la visión binocular, las diferentes distancias y volúmenes del entorno que nos rodea. Los ojos, debido a su separación, obtienen dos imágenes con pequeñas diferencias entre ellas, y a eso se llama disparidad. Nuestro cerebro procesa ambas imágenes y las interpreta de forma que percibimos la sensación de profundidad, lejanía o cercanía de los objetos, y a tal proceso se denomina estereopsis.

Cuando miramos objetos muy lejanos, los ejes ópticos se alinean de forma paralela, y en los cercanos giran para que estén alineados sobre ellos, realizando una convergencia y, a su vez, se produce la acomodación o enfoque para verlos nítidamente. Ello recibe el nombre de fusión.

Sin embargo, no todo el mundo tiene la misma capacidad de fusionar un par de imágenes en una sola tridimensional; alrededor de un cinco por ciento de la población presenta problemas para llevar a cabo dicha acción. La agudeza estereoscópica es la capacidad de discernir, mediante la estereopsis, detalles situados en planos diferentes y a una distancia mínima; hay una distancia límite a partir de la cual no somos capaces de apreciar la separación de planos, la cual varía de unas personas a otras.

Héctor Gabriel Acosta Mesa es egresado de la primera generación de la maestría en Inteligencia Artificial de la UV.