Año 2 • No. 54 • marzo 4 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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Hilos que significan
Textiles indígenas en el MAX
Remedios Aguirre Sullivan

 

La elaboración de una prenda de vestir hecha a mano encierra horas de dedicación y paciencia, y en el caso de las prendas indígenas, se agrega toda una tradición y significado cosmogónico. De lo cotidiano a lo ritual es una exposición de tejidos indígenas, abierta al público el 24 de febrero en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), una muestra en la que las cualidades culturales de los textiles se pueden apreciar y entender.

En el marco del IV Congreso Centroamericano de Antropología, Abel Suárez, investigador de la UV, inauguró esta exposición que es una muestra viva de lo que son los tejidos indígenas mexicanos. Cecilia Lara y Leticia Domínguez, dos tejedoras de Jilotepec, Veracruz, estuvieron presentes para mostrar el trabajo que hacen en el telar de cintura.

Mientras teje un ceñidor, doña Cecilia platica ante el numeroso público formado básicamente por estudiantes: "Mi abuela no quería que aprendiera a usar el telar. Ella decía que para qué, si ya nadie usaba esa ropa". Afortunadamente, fue una nieta desobediente y aprendió a tejer. Ahora, gracias al trabajo de investigación de Jesús Bonilla, ella ha podido rescatar la tradición textil de su lugar natal.

Las prendas y objetos de la exhibición forman parte de la colección personal de Jesús Bonilla, quien se ha dedicado a la investigación de las costumbres de elaboración y significados de los motivos y formas de los tejidos indígenas. Además, él mismo tiñe fibras naturales y las teje, con resultados tan buenos, que ha sido premiado en el Concurso de Artesanías convocado por el Ivec.

Las tierras bajas de nuestro país, sobre todo de Veracruz, fueron importantes productoras y comercializadoras de algodón. En esta exposición se incluye una reseña de lo que los códices aportan respecto al procesamiento y comercialización de fibras y tejidos. También, explicó Rubén Morante, director del MAX, estarán a la vista piezas que por primera vez se exhiben en el museo. Estas piezas se caracterizan por mostrar claramente características de la vestimenta, se trata de una figura de Jaina y otras figuras con atuendo del Clásico Tardío.
Quexquémetl, rebozo, enredo, huipil... ropajes de hoy y de ayer elaborados en su mayoría en fibras naturales teñidas con sustancias como la grana cochinilla o el añil. Prendas de los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla en las que hasta la ausencia de dobladillo de un huipil -que podría parecer olvido de la bordadora-, significa un universo inacabado. Una muestra de tejidos donde cada puntada cuenta, como en el diseño de un quexquémetl de algodón torcido a mano con representaciones del árbol florido, una reminiscencia del lugar donde tejía Xochiquetzal.

En esta muestra se aprecian tanto vestimentas cotidianas como las que han caído en desuso, como el traje antiguo de Misantla y una indumentaria de Jilotepec, cuyo último portador murió hace seis años. Entre el vestuario ceremonial comprendido en esta exposición, sobresalen una prenda hecha de corteza de árbol, pintado con manchas que evocan las del jaguar, así como un traje de boda de los Altos de Chiapas, único en el país que aún integra plumas al tejido.

Visiten la exposición De lo cotidiano a lo ritual en el MAX, abierta al público de martes a domingo entre las 9:00 y
las 17:00 horas.