|
El
espectáculo “fuerte” en Junio Musical, el acontecimiento
que aportará la nota dominante es, sin duda, la presentación
en Xalapa de la ópera Las bodas de Fígaro, una de las
creaciones de mayor celebridad en el catálogo de Wolfgang Amadeus
Mozart.
Es bien sabido que una gran parte de la producción de Mozart
fue destinada a la voz. De la misma, destacan las óperas escritas
hacia la última década de su breve y fructífera
existencia, como fueron Las bodas de Fígaro, Don Giovanni y
La flauta mágica. Mientras muchos consideran que Don Giovanni
es “la ópera” por excelencia en la producción
del autor, es en Las bodas de Fígaro donde Mozart imprime un
estilo de madurez en que son evidentes los personalísimos contornos
de un arte musical que de muchas formas contribuiría a forjar
el estilo de las futuras óperas alemanas, al abrirse paso airosamente
ante los convencionalismos |
propias de la época. Los personajes en Las bodas de Fígaro
han sido extraordinariamente moldeados y manejados con mano maestra,
de acuerdo a un argumento abundante en escenas chuscas y complicados
enredos.
Desde la misma escena inicial, Mozart plantea la desparpajada tónica
dominante: dos enamorados, Susana y Fígaro, criados del conde
Almaviva, planean el decorado de su alcoba matrimonial a tan solo
unos días de su enlace. El conde, que es un enamoradizo incorregible,
ha renunciado a su derecho de pernada sobre Susana, pero ésta
no pierde de vista que la alcoba que compartirá con Fígaro
se encuentra a unos cuantos pasos del alcance del conde. Para colmo,
el paje Cherubino adolece del mismo defecto que su amo y no le quita
el ojo de encima ni siquiera a la misma esposa del conde. Comienzan
los enredos cuando las mujeres se proponen dar una buena lección
al donjuanesco conde, a la vez que el paje hace de las suyas con
cuanta dama se le pone enfrente. Cuatro actos de agitada acción
culminan con el perdón de todos y para todos, y la dura moraleja
de que nadie puede esperar resultados benéficos de un proceder
infiel.
El libreto en idioma italiano fue de Lorenzo Da Ponte, basado en
la segunda parte de la trilogía creada por Beaumarchais sobre
el personaje de Fígaro. La obra se estrenó en mayo
de 1786, casi cinco años antes de la muerte de Mozart, en
el Burgtheater de Viena.
Para la recreación de los personajes se contará en
Xalapa con cantantes de primer orden, como el barítono de
Coatzacoalcos Genaro Sulvarán, cuya carrera internacional
le consolida día a día como un artista de alcances
supremos, al igual que la soprano María Luisa Tamez y la
mezzo Encarnación Vázquez. El elenco se complementa
con la presencia de la soprano Lourdes Ambriz, el barítono
Jesús Suaste y el tenor José Guadalupe Reyes, así
como los integrantes del Coro de la uv. La dirección musical
será de Carlos Miguel Prieto, mientras que la dirección
escénica correrá a cargo del experimentado José
Solé, con iluminación de Guillermo Barclay.
Las funciones para Las bodas de Fígaro se programaron para
el viernes 14 a las 20:30 horas, y el domingo 16 a las 18:00 horas,
en la sala grande del Teatro del Estado. Te sugerimos no perder
de vista este acontecimiento. |