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Junio
Musical 2002
Arte
a tambor batiente
Jorge Vázquez Pacheco |
Gran
ambiente se crea en cada presentación
del festival Junio Musical. |
Jornadas
de intensa y variada actividad artística se han vivido en Xalapa
durante la celebración del festival Junio Musical. Aún
antes de su inauguración formal, efectuada el viernes 7 con
una audición de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, la
serie de acontecimientos se ha dado en una vertiginosa sucesión
que resulta representativa del enorme abanico de propuestas que significa
el festival de mayor relevancia en el sureste mexicano.
Recitales de piano, mesas redondas y conferencias, conciertos de música
popular y contemporánea, audiciones de jazz latino y música
afro veracruzana, así como el traslado de la música
típicamente nacional al ámbito sinfónico han
marcado la tónica durante las jornadas iniciales.
Correspondió a los pianistas Raúl Ladrón de Guevara
y Claudia Corona iniciar el martes 4 de junio, con sendos recitales.
El primero, destinado a los compositores franceses más representativos
del siglo xx, se ofreció en el auditorio de El Ágora
de la Ciudad, mientras que Claudia dedicó su programa a maestros
de diversas épocas en el auditorio de la Facultad de Música.
El miércoles 5, la galería de El Ágora fue escenario
de la mesa redonda cuyo tema fue El son tradicional en Veracruz, mientras
que el grupo Híkuri actuó en el foro abierto del parque
Juárez.
El jueves 6 fue el primer día destinado a la música
de manufactura reciente, con un concierto programado como parte de
las actividades de la maestría en Música. En la Facultad
de Música, solistas y ensamble instrumental interpretaron,
bajo la dirección de Emil Awad, Sonata para piano de Alban
Berg, Suite de André Jolivet, Ocho estudios y una fantasía
de Elliot Carter y el Concierto para clavecín de Manuel de
Falla, con Patricia Castillo en el instrumento solista. |
Excelente
espectáculo dio la Orquesta Universitaria de Música
Popular. |
El
arte de Oliva, con la Sinfónica de Xalapa
El acontecimiento esperado estaba por hacerse escuchar. Con el Teatro
del Estado ocupado en su totalidad, el viernes 7 la Orquesta Sinfónica
de Xalapa y el grupo Tlen Huicani interpretaron, bajo la dirección
de Carlos Miguel Prieto, los arreglos e instrumentaciones de Mateo
Oliva para la música representativa de cada uno de los estado
del país, en una ilación sorprendente que Oliva facturó
mediante dos suites denominadas Mosaico nacional.
Fue ocasión propicia para la primera interpretación
de la Suite huasteca, que integra varios de los sones más representativos
de esta región y que el maestro de |
Naolinco
orquestó echando
mano de toda su experiencia y conocimientos. Al finalizar, el grupo
Tlen Huicani hizo escuchar los sones jarochos que tanta admiración
han reportado al talento de Oliva en lugares como San Bernardino,
California. Uno de los detalles de mayor relevancia en ese concierto,
fue la entrega a Oliva de un reconocimiento que el maestro recibió
de manos del rector Víctor Arredondo. Con ello, la uv ha saldado
la deuda hacia quien le dedicó la casi totalidad de su periplo
creador.
El talento de Oliva le ha permitido cubrir con su actividad, en el
renglón musical, el último tercio del siglo xx en Veracruz,
como fundador y director –durante más de dos décadas–
de la Orquesta Universitaria de Música Popular, como director
cofundador de la Camerata Juvenil de la sec (hoy Orquesta Sinfónica
Juvenil de Veracruz) y director de la Banda Sinfónica del Gobierno
del Estado. Complementariamente, su trabajo como arreglista y compositor
le ha permitido abordar prácticamente todos los renglones de
la actividad musical, incluyendo
la dirección de ópera y la creación de música
para teatro.
Un fin de semana nutrido
Se hace necesario destacar la extensión del festival hacia
los centros de diversión nocturna, como ha sido el caso de
La Corte de los Milagros, lugar que albergó la presentación
del grupo Chuchumbé, representativo del son jarocho de manufactura
reciente combinado con las formas tradicionales de la música
veracruzana. Esto fue el mismo viernes 7.
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El público aplaudió
el espectáculo de principio a fin. |
A
ello se sumó el espectáculo Yanga, generado gracias
a la iniciativa de Enrique D’Flon, quien ha realizado una elogiable
labor de investigación en torno de la música veracruzana
de origen africano. De ello se derivó el espectáculo
que toma el nombre del caudillo negro, cuya rebelión es parte
de la historia de la región veracruzana de Orizaba. Yanga fue
el primer acontecimiento de Junio Musical con una orientación
estrictamente popular, en el sentido de que se realizó en un
lugar de acceso irrestricto, como es la plaza Xallitic, y para todo
público. |
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Una
agradable sorpresa resultó para mucha gente esta audición,
en la que los principales protagonistas fueron los tambores procedentes
del continente negro. El público debió soportar la
amenazante llovizna que en todo momento puso en riesgo la realización
del concierto. Por su parte, la Galería de Arte Contemporáneo
aportó la exhibición del filme New York, New York,
como parte del ciclo filmográfico que relaciona el denominado
séptimo arte con la creatividad musical.
El sábado 8, Junio Musical volvió a la plaza Xallitic
con un fandango jarocho, a la vez que en la Galería de Arte
Contemporáneo se realizaba la audición de música
huasteca con la presencia del Trío Xoxocapa, cuyos integrantes
son, con certeza, los más enterados intérpretes de
esta música tradicional. El atractivo adicional fue la presencia
de Román Güemes, a quien se considera toda una autoridad
en lo que a información respecta
Pero fue el domingo 9, al filo del mediodía, cuando el jazz
se hizo presente por primera ocasión en esta séptima
edición del festival. Sergio Martínez, el talentoso
arreglista y compositor xalapeño, condujo a su quinteto de
latin-jazz en una audición memorable, con el distintivo del
talento generado en la Facultad de Música, con Daniel Morín
y Joel Barranco en los saxofones, Aleph Castañeda en el bajo
eléctrico y Renato Domínguez en las percusiones. El
propio Sergio Martínez interpretó en el piano, y fueron
suyos los arreglos musicales.
Por la tarde del mismo domingo, la Orquesta Universitaria de Música
Popular tomó su turno, esta vez en la plaza Xallitic. Rodolfo
Popo Sánchez hizo sonar sus arreglos sobre temas de realizaciones
filmográficas, en un concierto denominado Grandes temas,
grandes películas.
Han sido días de enorme actividad, con una respuesta que
no deja dudas en torno a la efectividad de la Universidad Veracruzana,
no sólo en su capacidad de organización y realización,
sino también en la convocatoria a la que ha respondido de
forma admirable la ciudadanía.
Pero el festival Junio Musical depara muchas sorpresas al espectador.
Se dará continuidad al ciclo de cine en el auditorio de El
Ágora de la Ciudad, habrá recitales de guitarra, de
voz y piano, música antigua, canto coral, salsa, jazz latino
con la Big Band, jazz tradicional con Joe Lewis y su Cuarteto de
Alabama, la zarzuela Luisa Fernanda de Moreno Torroba con la Orquesta
Sinfónica Juvenil de Veracruz y, por si fuera poco, el plato
fuerte del festival, la ópera Las bodas de Fígaro
de Mozart, con un elenco de primer orden en que se incluyen el barítono
Genaro Sulvarán, las sopranos María Luisa Tamez y
Lourdes Ambriz, las mezzosopranos Encarnación Vázquez
y Luz Haydé Bermejo.
Tampoco perdemos de vista el concierto que ofrecerá el cantautor
cubano Pablo Milanés en el gimnasio universitario. |
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