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Raúl Criollo
Big Brother veracruzano
Arturo Sastré
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Cuando
entré a la cabina era ya de noche, después de recorrer
la casa y entrevistar y saludar a los productores de Big Brother.
La oscuridad del lugar está perforada por una larga fila
de monitores montados sobre la pared donde se ven todos y cada uno
de los ángulos de la casa.
Cada movimiento de los concursantes es observado y escuchado con
mucha atención para convertirlo después en el living
show más exitoso de la televisión mundial, con más
de 20 versiones distintas en diferentes países. Aquí
comparten el aislamiento otras personas que no se ven durante el
programa, sumergidos en la oscuridad del anonimato, velando y grabando.
Entonces sucedió algo que modificó el objetivo de
mi visita a Big Brother. Me informaron que uno de los responsables
de lo que vemos en los programas es veracruzano, Raúl Criollo,
egresado de la carrera de comunicación de la uv, campus Veracruz-Boca
del Río, a quien pido salga al pasillo para conversar cómodamente.
Raúl estudió el diplomado en Cine del Centro de Estudios
Audiovisuales, con Susana López Aranda y Alejandro Pelayo.
Es guionista y escribe para la revista Cambio y el periódico
Excélsior. Por su experiencia narrativa fue invitado a participar
dentro de Big Brother como Story Editor o Relator. |
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¿En
qué consiste tu trabajo?
Nosotros tenemos que hallar la historia probable de la casa, digo
probable puesto que no hay un guión establecido. Los seguimos
de un lado a otro tratando de hilar una historia. Llevamos un seguimiento
cotidiano y sabemos dónde hay conflicto, quién se lleva
con quién, de suerte que si dos personas han tenido una discusión,
por ejemplo, se vuelven un blanco a seguir cuando tienen un nuevo
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encuentro. Estamos siempre al pendiente de lo que dicen y hacen.
Después de 86 días desarrollamos un olfato para hilar
a veces cosas chistosas, o pleitos, aunque siempre puede haber una
plática que parece ser interesante en el primer minuto y
después cambian de tema y se pierde lo interesante, entonces
hay que volver a empezar tratando de encontrar algo que narrar a
partir de la nada, no hay guión. Uno lo va encontrando. Tenemos
que extraer lo mejor de nuestro turno para seleccionar lo que se
transmite a televisión abierta.
¿Cómo
funciona la cabina de control?
En la cabina de control siempre estamos dos relatores, cada uno
tiene un director de cámaras a los que vamos guiando para
atender lo interesante (éste le da indicaciones directamente
a los camarógrafos que operan las cámaras que están
detrás de los espejos y que van y vienen dentro de un pasillo
completamente oscuro) y al operador responsable de las cámaras
robóticas. Hay un técnico que filtra y balancea el
color de cámaras para unificarlas, otro se encarga de balancear
los micrófonos. Además, contamos con dos loggers (editores)
que van archivando (grabando) el material que nosotros les decimos
a partir de que detectamos algo valioso, y ese archivo es el que
posteriormente editamos para sacar lo mejor del turno de cuatro
horas. Hay un asistente para ambos relatores, digamos que puede
haber un relator en el jardín con Pato y Tlacuache ordeñando
solamente y el otro relator en la sala, pero en ese momento surge
una charla en un cuarto, como puede ser la posible expulsión
de alguien, en ese momento avisamos al director de cámaras
y a Audio y nos movilizamos al cuarto esperando lo que pueda ser
interesante.
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Raúl
Criollo, egresado de la carrera de Comunicación de
la Universidad Veracruzana, estudió el diplomado
en Cine, es guionista y escribe para la revista Cambio y el
periódico Excélsior, y fue invitado a participar
dentro de Big Brother como Story Editor o Relator. |
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¿Crees
que los géneros de ficción están en crisis, que
ya no atraen tanto al público y que por ello emergieron este
tipo de shows en vivo?
Habría que hablar de tecnología, porque esta clase de
formato desarrollado en Holanda por Endemol pudo formarse como una
suerte de experimentación y con el interés de hacer
una televisión diferente, de vanguardia, gracias a los recursos
tecnológicos de hoy en día. No hay que perder de vista
que éste es entretenimiento y, a diferencia de Truman Show
(La película con Jim Carrey), donde era un complot de una industria
con un sujeto que había sido atrapado desde la infancia para
ser visto toda su vida, en este caso entraron a la casa 12 adultos
conscientes de lo que hacían, firmaron un contrato, sabían
que serían vistos bajo cualquier circunstancia y que lo que
dijeran o hicieran dentro de la casa sería visto por millones
de personas. No hay discusión, hay que cambiar y mejorar los
contenidos de la televisión mundial, en esencia son bastante
malos, pero es algo que está mucho más allá de
Big Brother. Yo, de lo que he leído respecto de si esto era
un reflejo social y representaba a México es bastante ridículo
porque las transmisiones del fútbol tampoco dan una idea muy
adecuada de lo que pasa con los tarahumaras o con los niños
de la calle, o sea es entretenimiento y los jugadores traen marcas...
para eso hay otra clase de programas. |
“Por
muy alto que pueda ser el nivel académico de un salón
de clases siempre es insuficiente, siempre hay que leer aparte
y capacitarse aparte. Una boleta de dieces no quiere decir
que hay un trabajo asegurado para desarrollar una carrera”
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Háblame
de tu experiencia en la uv, ¿ fueron cubiertas tus expectativas?,
¿a qué tipo de mundo te enfrentaste?
Parte de la problemática de Ciencias de la Comunicación,
no solamente en la uv sino a nivel nacional, es que la mayoría
de los estudiantes creen que de ahí van a salir siendo López
Dóriga, que van a ser directores de cine, etc., pero la ruta
es mucho más complicada. Yo tuve excelentes maestros y otros
que no me aportaron tanto, pero tiene mucho que ver con lo que uno
quiera y busque aparte de la universidad, ninguna academia va a ofrecerle
a un estudiante todo lo que necesita, hay que leer y capacitarse aparte.
Mis expectativas han sido cubiertas en la medida en que he trabajado
en lo que yo he querido. Siempre quise dedicarme a la prensa escrita
y al mismo tiempo hacer cine y televisión. Los primeros años
fueron muy complicados pero creo que es parte de la ruta normal. No
hay que engañarse, es bastante difícil, el medio es
complicado, muy cerrado. En la primera junta a la que asistí
para reclutar relatores de Big Brother habían más de
50 personas y como esa hubo muchas más. Finalmente me quedé
con 12 relatores. Lo que puedo decir es que los medios no admiten
demasiadas equivocaciones.
¿Qué le dirías
a la población estudiantil actual?
He tenido ocasión de probarlo: por muy alto que pueda ser
el nivel académico de un salón de clases siempre es
insuficiente, siempre hay que leer y capacitarse aparte. Una boleta
de dieces no quiere decir que hay un trabajo asegurado para desarrollar
una carrera. De mi generación de alrededor de 40, solamente
ocho estamos trabajando, hay que prepararse además de la
escuela.
¿Cómo ves a
los medios en provincia?
El país está demasiado centralizado. Si quieres hacer
cine hay que venir al df. En provincia ningún medio paga
para vivir. Yo empecé a los 16 años y el sueldo me
venía perfecto, pero... Los medios en provincia requieren
de muchísimos recursos y el problema es que no hay suficiente
iniciativa privada involucrada. Xalapa tiene tv Más que a
mucha gente no le parece un canal muy grande pero ha ganado premios
nacionales y tiene muy buen nivel, pero no hay 20 como esa en el
país, es un privilegio para Veracruz y, sin embargo, ¿cuántas
plazas hay en TVMás?
¿Regresarás a Veracruz?
Encantado, claro, lo que hago aquí no puedo hacerlo allá.
(Correo electrónico de Raúl Criollo: raul_itzor@hotmail.com)
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