Año 2 • No. 68 • julio 1 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Rufino Tamayo
Arte cien por ciento mexicano
Ema Cuéllar de la Torre

 

Rufino Tamayo fue uno de los artistas mexicanos y latinoamericanos más sobresalientes del siglo pasado; a él se deben muchas obras dentro del ámbito cultural y artístico de nuestro país, ya que además de legar una cuantiosa producción, promovió en gran medida los movimientos artísticos en nuestro país, así como la conservación del patrimonio artístico nacional.
Originario de Oaxaca, se trasladó a la ciudad de México en 1917 para llevar a cabo sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Dos años después se dedicaría a investigar y a pintar por su cuenta. Su obra es el resultado de la asimilación de las tendencias más modernas de la plástica y de las corrientes artísticas predominantes del siglo pasado; los temas a los que

recurrió con más frecuencia son: la preocupación cósmica, el destino humano y la vida erótica, por citar algunos de los más evidentes.
Como pintor, muralista y escultor mexicano, en su obra se traduce plásticamente un gran interés por el arte precolombino, el cual nació en él luego de trabajar tres años en el Departamento de Dibujo Etnográfico del Museo Nacional de Arqueología.
Una de las mayores aportaciones de este pintor mexicano fue su participación en la fundación del museo que hoy lleva su nombre: Museo de Arte Contemporáneo Universal Rufino Tamayo, cuyo acervo permanente abarca la colección de arte internacional que donó al estado mexicano. Aparte de ser un punto clave para las artes en nuestro país, el edificio que contiene el museo es considerado un ejemplo arquitectónico por su originalidad, planeación museística, solución plástica, concepción espacial y, sobre todo, porque fue proyectado desde sus orígenes como museo y centro cultural interdisciplinario.

 

Los encargados de la construcción de este edificio fueron los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky, quienes obtuvieron por esto el Premio Nacional de Arquitectura en el mismo año de su inauguración en 1981.
En 1953, Tamayo realizó el mural El Hombre, para el Palacio de Bellas Artes, composición que se refiere al nacimiento de la nacionalidad mexicana y contiene una visión del México del presente. Este trabajo fue hecho con vinylitas sobre tela, técnica que adoptó a partir de entonces, en sustitución del fresco y que actualmente podemos contemplar como parte de la exposición permanente del Palacio.
Su periodo creativo es dividido por los críticos de arte en tres etapas muy diferentes, reconociendo que en la primera fase de su actividad creativa Tamayo se apegó a la perspectiva lineal, en el curso de la segunda tuvo fuerte influencia de Braque, y en la tercera se libró de ataduras y desarrolló su propio estilo. Al respecto de su apasionada vida se han realizado dos películas, en 1970 Max Pol produjo la película Tamayo, y en 1973 H. Cokin el filme La vida artística de Rufino Tamayo.
En nuestro país existen varios museos que se fundaron gracias a su trabajo, a su apoyo y a sus donaciones, por ejemplo el Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo en Oaxaca, con mil 300 piezas coleccionadas y donadas por el artista, inaugurado en 1974, y el Museo Rufino Tamayo en el Bosque de Chapultepec, que se abrió al público en 1981. A su vez, el patrimonio cultural de Monterrey se ha enriquecido con tres grandes obras del creador oaxaqueño: el mural Eclipse total realizado en 1978 y los vitrales Homenaje al sol, obra de 27 metros de alto, realizada en 1988.
Gracias a su importancia en la difusión del arte mexicano, este reconocido artista recibió infinidad de premios y reconocimientos de instituciones publicas y privadas, del país y el extranjero. En definitiva es un pintor de indudable calidad artística que supo insertar la vida cotidiana en el ámbito de la poesía y el rito transfigurando la realidad de México, y como afirmación de este México y de la vida de los mexicanos sería muy bueno, interesante y nutritivo que nos preocupáramos por acercarnos más a su obra y a todo su legado, como pintor y sobre todo como mexicano.
Entre sus múltiples comentarios sobre pintura, dejó el siguiente:
“Una de las venturosas peculiaridades de la pintura es la de que su futuro siempre está abierto al infinito, como lo están también sus posibilidades y nunca podrá sufrir desvíos hacia otras formas plásticas de expresión, en virtud de que tiene compromiso específico, que es el de expresarse en forma bidimensional y con un material del que precisamente toma su nombre: pintura”.
Si deseas conocer más acerca de este excelente artista puedes consultar en Internet algunas páginas que contienen su obra, su biografía, sus museos y la crítica de multitud de personajes que han fijado su atención en la obra del pintor mexicano. Aquí te podemos recomendar algunas:

www.laberintos.com.mx/rtamayo/
www.museotamayo.org/
www.epdlp.com/tamayo.html