Año 2 • No. 69 • julio 8 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Amor y sensualidad
A flor de piel
Gina Sotelo Ríos

Desde que el hombre es hombre, alzado en postura erguida y descargado de sus espesos
pelambres, el primate a quien William Morris denomina “Mono desnudo”, parece sentirse orgulloso de su desnudez. Antiguamente, las ideas sobre la belleza se formulaban en términos absolutos: Lo que es bello es bueno, y lo que es bueno pronto será bello, decía Safo. La belleza es verdad, y la verdad belleza, según Keats. En el mundo moderno todo es relativo, incluso la belleza. La belleza está únicamente “en el ojo del observador”, es algo construido por la cultura o forjado por las preferencias idiosincrásicas.

Para Estela Jara está claro que el desnudo es hermoso y artístico, al tratarse de una manifestación humana y enfocada a su observación. Por ello, como manifestación artística no dejará de ser moral en función de la conciencia del receptor. El arte en sí no lo es ni deja de serlo. De hecho, el arte empieza en aquel punto en que vivir no basta para expresar la propia vida. De todas maneras, entendamos el cuerpo humano como lo que es. Simplemente eso, un cuerpo que puede llegar a convertirse en una obra de arte gracias al buen hacer de numerosos artistas como la propia Jara quien en A flor de piel lo demuestra.
Se trata de una nueva muestra de 24 imágenes en blanco y negro, en la técnica de plata sobre gelatina tomadas a tres parejas. Se trata de desnudos sugestivos que evocan el amor pleno, que muestran todo aquello que está en nuestra piel al amar,
lo que sentimos hombres y mujeres.
Es el resultado de un proyecto que Jara había ideado desde hace un par de años. De la pregunta de ¿cómo hacer para que una pareja pose una relación sexual? Jara menciona que no es una tarea fácil: “lo que ayudó muchísimo es que tuve la oportunidad de hablar con estas parejas. Mi idea de mostrar estas fotografías no lleva dirección morbosa o mal intencionada, la propuesta va dirigida a exaltar esa parte que todos sin excepción vivimos que es nuestro lado sexual”.
Jara sabe que no cualquier persona acepta posar en una aventura como esta, sabe que no se puede capturar ese instante mágico de dos personas haciendo el amor, sin embargo hay acuerdos de respeto: “los rostros de mis modelos no aparecen, no es cuestión de fotografiar a “tal” o “cual” persona, es un trabajo de conjunto muy interesante. La idea es que cuando alguien vea las fotos pueda también identificarse con ellas”.
De alguna manera si irrumpes en una intimidad, pero hay toda una preparación previa de escoger los instantes adecuados, dice Jara: “primero les comentaba la idea y después buscábamos los resultados, con los que he de decirte que todos quedamos satisfechos”.
A flor de piel será inaugurada este martes 9 de julio en El Ágora de la Ciudad a las 19:00 horas y estará abierta al público todo el mes.