La
cultura afroamericana está conformada por varios países
de América y el Caribe, pero existe un vacío en los
estudios referentes a ella debido a una historia marcada por naciones
preferentemente blancas o mestizas, con fuerte herencia castellana,
con una sola lengua, una herencia común y una religión
dominante (la católica), así como una historia narrada
desde el punto de vista de los conquistadores.
En la actualidad, cuando las naciones han comenzado a eliminar sus
barreras socio-culturales, nos encontramos con una realidad plural
y un tejido contradictorio. Por ejemplo, podemos pensar que los
mayores focos de pobreza coinciden con aquellas regiones geográficas
de mayor ascendencia negra. Para los afroamericanos, la discriminación
racial sigue siendo una realidad, sin embargo, su cultura ha sobrevivido
durante siglos y ahora forma parte de la riqueza cultural de América.
Es sabido por todos que la historia de la cultura afroamericana
tiene lugar desde los tiempos de la conquista de nuestro continente,
sin embargo, poco se sabe sobre la verdadera historia de los afroamericanos.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentaron éstos
al ser traídos a América fue el idioma, aún
entre ellos, pues provenían de distintos lugares de África
y eran separados unos de otros con el fin de evitar posibles brotes
de rebeldía.
Posteriormente fueron clasificados según las tareas que desarrollaban
en su lugar de origen, esta es la razón por la cual en algunos
lugares de América encontramos descendientes de esclavos
provenientes de lugares determinados según su ocupación,
por ejemplo, si eran mineros provenían de Guinea, si eran
arrieros de Angola, y si eran madereros generalmente provenían
de
lugares selváticos africanos.
Llegó el momento en que el transporte de esclavos desde sus
lugares de origen hasta América comenzó a ser una
tarea costosa e improductiva, ya que muchos de los esclavos morían
en el camino a causa de desnutrición y enfermedad. La mejor
forma de combatir este problema fue fomentando su rápida
reproducción en tierras americanas y, para ello, escogían
a un joven fuerte y sano llamado “padrote” que hacía
las veces de semental fecundando a las mujeres en edad reproductiva,
así los niños que salían de estas relaciones
tenían un valor comercial mucho más alto.
Como causa directa de este comercio de infantes, la sociedad esclava
se fue haciendo matriarcal, pues los hombres eran vendidos desde
pequeños a muy buen precio, conservando así a las
mujeres que eran fuente de dinero y de trabajo, ya que a la par
de trabajar parían pequeños totalmente comerciales.
A los esclavos les estuvo negada la educación formal, ni
siquiera se les permitía leer ni escribir, pues los seres
pensantes eran sinónimo de rebeldía y levantamientos
en busca de la emancipación; es por esta razón que
sus costumbres y conocimientos eran pasados de generación
en generación a través de la tradición oral,
gracias a esto es que
podemos tener acceso a su tradición cultural.
Cuando los afro americanos consiguieron la libertad a medida en
que fueron conquistando algún poder económico, consideraron
importante la mezcla de razas para que las generaciones venideras
ascendieran de posición. Fruto de estas uniones fueron las
jerarquías sociales, de las cuales la más conocida
son los mulatos, quienes hasta su sexta generación de procreación
con gente blanca se asumía que volvían a ser blancos.
El término mulato es totalmente despectivo, pues se consideraba
a la relación entre un negro y un blanco como estéril;
la palabra mulato viene de mula, un animal que no puede engendrar.
Actualmente, las diversas manifestaciones culturales afroamericanas
son de las más importantes dentro del mosaico cultural americano.
Además, su influencia sobre la cultura juvenil, no sólo
la americana sino la europea o incluso mundial, es hoy innegable.
Se podría decir que hay pocas corrientes juveniles contemporáneas,
sean musicales o en el ámbito de las llamadas tribus urbanas,
que no estén en deuda directa con los movimientos culturales
afroamericanos. El jazz y el hip-hop, el cine, las grandes figuras
históricas como Malcolm X o Martin Luther King tienen una
repercusión directa en nuestros ambientes culturales.
Los movimientos afroamericanos han sido muy importantes en diferentes
ámbitos culturales y sociales tales como la política,
la música, las artes plásticas, el cine y la literatura.
En Veracruz, la historia del esclavo cimarrón Yanga es de
las más importantes, así como causantes de las variaciones
en los idiomas más importantes de América, como el
español, el francés y el inglés.
A pesar de todos los estudios que se han realizado acerca de la
historia de los esclavos negros, en muchos de los países
que poseen esta tercera raíz cultural se ignora por completo
la importancia del componente africano que dio origen a lo que actualmente
somos, aunque por otro lado es importante saber que, si bien hay
países en donde no se le ha dado la importancia que en realidad
merece, hay otros que han hecho una ardua labor por el rescate y
reconocimiento de estas raíces culturales.
Desde el punto de vista histórico, Veracruz es el más
afroamericano de los estados de México, razón por
la cual siempre hemos tenido en claro que somos los morenos del
país, afortunadamente ahora ya no existe la idea del negro
estigmatizado, razón por la cual tenemos más posibilidades
de reconocer nuestras raíces y sobre todo de conocer más
acerca de ellas.
Por esta razón es importante reconocer y recuperar toda esta
influencia negra tan presente en la cultura de nuestro estado, la
cual se manifiesta en su gente, en su música y en sus bailes,
en su tradición oral y en su literatura, en su historia,
su formación y sus artes plásticas; minimizando mediante
el estudio y la observación este gran vacío que existe
con relación al conocimiento de nuestra tercera raíz,
tan importante en nuestra formación como cualquiera de nuestros
demás rasgos de nuestra herencia. |