Año 2 • No. 70 • agosto 19 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Rabia...
¿Peligro inminente o nada de qué preocuparse?
Miguel Odilón Reyes García, Grupo Cultural Emevez (Facultad de mvz, región Veracruz)
Rabia provine de rabhas, que significa agredir, y de la palabra griega lyssa, de la raíz lud, que significa violento. La rabia es una enfermedad siempre mortal que ataca al sistema nervioso y provoca encefalitis en los mamíferos; es transmitida por diferentes tipos de animales silvestres, pero su importancia en salud pública es la transmitida por la familia de los canideos y felidos.
La etiología está dada por el virus rábico, que pertenece a la familia de los rhabdoviridae y al género de los lyssavirus. El virus está constituido
de una doble envoltura fosfolípida, de un ácido ribonucléico enrollado en espiral y de cinco proteínas mayores. La replicación del genoma viral tiene lugar en el citoplasma celular.
En epidemiología podemos mencionar que la rabia animal está presente en todos los continentes. En lo que respecta a la rabia humana, la Organización Mundial de la Salud (oms) indica que en 1992 más de 36 mil personas murieron de esta enfermedad en el mundo. El principal modo de contagio es la mordedura de un animal rabioso, generalmente un perro, y en un grado menor los arañazos y el lamido. También se han presentado casos de contaminación por aerosoles o por transplantes de córnea.
La vía nerviosa es el modo de transporte viral, del punto de inoculación al sitio preferencial de replicación en el sistema nervioso. A continuación, el virus se propaga por las vías nerviosas hacia diferentes órganos periféricos.
En los cánidos, el período de incubación es variable y prolongado; en perros, en la mayoría de los casos es de 21 a 80 días. Las características de un perro rabioso son las siguientes: exhiben trastornos del sistema nervioso central comprendiendo tres fases: la primera pasa inadvertida, con algunos cambios de comportamiento; en la fase furiosa, el sistema nervioso central ya es invadido, notarás signos de comportamiento errático como irritabilidad, inquietud, ladridos, agresión por episodios, ataques a objetos inanimados, gruñidos inexplicables, fotofobia y comportamiento sexual anormal, desorientación y convulsiones. En la fase paralítica se desarrolla parálisis, que frecuentemente primero afecta a la extremidad mordida, luego a la faringe –percibirás un cambio en el ladrido. Siguen problemas para respirar y parálisis de la mandíbula, que verás caída, lo que provocará un exceso de salivación.
El tratamiento de la rabia declarada en humanos no existe: cuando los primeros síntomas aparecen, la evolución hacia la muerte es inexorable.
El mejor tratamiento es la prevención por medio de la vacunación a perros y gatos, así la enfermedad no llegará a nuestras mascotas y a humanos.
¿Cuáles son las medidas de prevención de mordeduras?

• No permitas que tus perros salgan de la casa sin correa. Si tus vecinos tienen perros, pídeles que igualmente los controlen y eviten que anden sueltos.
• Evita que los niños se acerquen a perros extraños. No los dejes solos con un perro; enséñales a no molestarlos cuando comen o duermen. Vacuna periódicamente a tu perro y solicita a tus vecinos que hagan lo mismo.

¿Qué hacer en caso de mordedura de un perro?

• Aleja al animal con un palo o agitando otro objeto grande y gritando; lava la herida con abundante agua tibia o directa de la llave. Cúbrela con un paño limpio y acude al Servicio de Urgencia. Si se aprecia sangrado, comprime la herida con el paño para detenerlo mientras trasladas a la persona agredida; si puedes, averigua si el perro está vacunado contra la rabia e infórmalo al médico y, sobre todo, mantén en observación al agresor, no permitas que escape o sea sacrificado antes de su revisión clínica.
• Sigue las indicaciones que te dé el médico, en caso que el perro no estuviera vacunado.
Por último, sólo quisiera aclarar que Veracruz es un estado con esporádicos y raros casos reportados de rabia canina, debido a la participación de todos en la campaña de vacunación antirrábica canina y felina por parte de la Secretaria de Salud, y al apoyo
de instituciones como la
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la uv. Recuerda que el peligro está en tu hogar, tú lo puedes eliminar, vacuna a tu mascota, ella y tu familia te lo agradecerán.