Año 2 • No. 70 • agosto 19 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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La vuelta al mundo en 13 días
Heriberto G. Contreras



Imaginemos por un instante cómo sería volar con nuestras propias alas; mejor aún, cómo sería surcar el cielo de cientos de países lejanos, pero no nos quedemos ahí: ¿Te imaginas lo que representa darle la vuelta al mundo? Ahora bien, imaginarlo sí lo podemos hacer; es más leyendo el libro La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne, en donde Phileas Fogg enfrenta una carrera contra el tiempo y el destino, seguramente tendríamos un marco de referencia, claro que con un toque de ficción. Otro, recordando cómo Charles Lindemberg cruzó de Nueva York a Londres en “El Espíritu de San Luis”. El primer hombre en volar solo en un avión sobre el Océano Atlántico.
Pues bien, he aquí otra historia semejante que apenas ocurrió hace unos días.
Otro norteamericano, Steve Fossett, se anotó dentro de la historia al darle la vuelta al mundo en 13 días a bordo de un globo aerostático. El viaje alrededor del mundo comenzó el 18 de junio en el oeste de Australia y le llevó a Fossett exactamente 13 días, 12 horas, 16 minutos y 13 segundos.
Al momento de aterrizar ya tenía más de 15 días en el aire. Fossett pudo dormir apenas cuatro horas diarias durante su viaje, normalmente en periodos de 45 minutos.
El millonario de 58 años, oriundo de Chicago, escribió el miércoles 3 de julio su nombre en el libro de récords al atravesar el paralelo de los 117 grados de longitud este, que pasa sobre Australia, para convertirse en la primera persona en viajar alrededor del mundo sola a bordo de un globo.
Sin embargo, aterrizó hasta la madrugada del jueves cerca de un lago seco en la llanura desértica de aquel país, debido a las condiciones climatológicas, fuertes vientos que no permitían el descenso del globo aerostático, llamado “Espíritu de la Libertad”.
El fotógrafo Rob Griffith, de la agencia Associated Press, que sobrevolaba por donde viajaba el globo, vio a Fossett descender sin problemas en el remoto desierto australiano, a unos mil 400 kilómetros al noroeste de Sydney, la madrugada del 4 de julio, hora de Australia.
La canastilla rebotó en el suelo durante aproximadamente unos 15 minutos antes de detenerse por completo, y Fossett saltó e hizo señas a los miembros de su equipo de rescate, indicó Griffith, que viajaba a bordo de una avioneta Beechcraft que sobrevolaba la zona donde aterrizó.



Por lo menos tres integrantes de su equipo fueron arrastrados brevemente cuando jalaban de las cuerdas para ayudar a Fossett a desinflar el globo. Al parecer ninguno resultó lesionado. Fossett comentó que había tenido problemas para desinflar el globo, pero su equipo en tierra le ayudó.
Ahora bien, imaginemos la magnitud de no tener la capacidad de desplegar el sistema de desinflado, ya que significaba que podría ser arrastrado para siempre.
Pero las aventuras no quedan ahí, ya que apenas unas horas antes, el aventurero
estadounidense tuvo que batallar para apagar un incendio en su globo provocado por un quemador, mismo que creció aun más por los fuertes vientos que soplaron durante dos días.
Este viaje, que podría ser visto como un simple capricho de un millonario para satisfacer su ego, será de gran ayuda para la aeronáutica, ya que basándose en la ruta de Fossett se podrán estudiar y determinar nuevas rutas de vuelo para los aviones, que sean más seguras y ayuden a economizar tiempo y
combustible, debido a las líneas de viento que siguió y que hoy ya son conocidas por los
investigadores en la materia.
*Con información de Science in News y Houston Chronicle