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Piratería desde Internet:
¿problema de interpretación jurídica?
Interfase
Alejandro Rulfo Méndez
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Bienvenidos
después de las vacaciones. Se nos quedó en el tintero
el asunto de la música por red, piratería y otras
ilegalidades supuestas.
El sitio www.MP3Board.com incluía hiperenlaces que –según
algunos– son ilegales, según otros, no lo son. Lo que
pasa es que es un asunto de interpretación judicial: www.MP3Board.com
en contra de la Asociación de la Industria Discográfica
de Estados Unidos (RIAA).
MP3Board.com anunció que había presentado una demanda
contra la RIAA para que deje de intentar cerrar su sitio web. Según
las casas discográficas, MP3Board.com estaba infringiendo
los derechos de autor por incluir enlaces a sites |
que
proporcionan archivos ilegales. La RIAA ha exigido a MP3Board.com
que elimine los hiperenlaces en cuestión, y ha solicitado
también a los proveedores de servicios de Internet que no
presten alojamiento web a esta compañía, bajo amenaza
de acciones legales en su contra. BMG Music, Sony Music Entertainment,
Warner Bros. Records y otros seis sellos avalaron la demanda contra
MP3Board.com.
Según la RIAA, los resultados de las búsquedas de
archivos musicales en MP3Board.com son cientos de hiperenlaces a
canciones pirateadas. En una carta enviada a este sitio, la RIAA
dice que “puesto que las compañías miembros
de la RIAA poseen más de 90 por ciento de todas las grabaciones
legales de música publicadas en Estados Unidos, es altamente
probable que la mayoría de los enlaces contengan nombres
de artistas reconocibles enlazados con materiales protegidos con
derechos de autor”. Entonces en la demanda, las casas discográficas
dijeron que este sitio web se convirtió en un “recurso
centralizado para que los piratas busquen copias ilegales de prácticamente
cualquier canción”.
MP3Board.com incluía listas automatizadas de unos 500 mil
enlaces, y motores de búsqueda para recursos sobre MP3 y
música en Internet. La compañía dejó
claro que su sitio web no almacena archivos musicales y que, por
otro lado, sería prohibitivo verificar cada uno de los 500
mil enlaces. Las pretensiones de la industria discográfica
atacan al concepto mismo de web. “Es como considerar responsable
a la sección amarilla por registrar compañías
que venden software pirata”. Si la demanda de la RIAA prosperase,
cualquier motor de búsqueda (Lycos, AltaVista, Yahoo!, Excite,
Google…) podría ser atacado por la misma razón.
La existencia misma de la web, como red construida con base en hiperenlaces,
estaría en peligro.
Incluir hiperenlaces no puede constituir, en sí mismo, una
violación de la ley sobre derechos de autor, ya que no existe
copia de ningún tipo. El usuario es transferido automáticamente
a la página web del hipotético infractor.
Este caso guarda una cierta semejanza con la demanda interpuesta
por la asociación de la industria cinematográfica
(MPAA) contra el boletín electrónico 2600: The Hacker
Quarterly. Esta publicación ha apoyado y distribuido DeCSS,
una utilidad que permite eliminar el sistema de protección
criptográfico Content Scrambling System de un vídeo
digital (DVD), posibilitando la realización de copias digitales
(el candado que hace posible que la producción de DVD sea
por regiones, en el nivel mundial).
La MPAA consiguió una orden judicial por la que se prohibía
temporalmente a 2600… proporcionar dicho software. El administrador
del sitio web de 2600… retiró DeCSS, pero incluyó
una lista de más de 300 enlaces a sitios donde podía
encontrarse. Esto determinó que la MPAA solicitara una segunda
prohibición contra el boletín hacker para que retirara
los mencionados enlaces.
Lo que aquí nos interesa subrayar no es si 2600… debe
retirar o no los enlaces, sino los argumentos empleados por los
estudios cinematográficos para apoyar su petición.
Es posible, por razones de procedimiento judicial, que el boletín
hacker deba retirar esos enlaces, ya que se encuentra bajo una orden
judicial que le prohíbe temporalmente proporcionar la utilidad
de software, y la inclusión de los enlaces parece una estratagema
para seguir ofreciendo esa herramienta, aunque sea de forma indirecta.
Lo que se discute son los argumentos esgrimidos por la MPAA. Según
esta asociación, no hay nada de ilegal en el hecho de incluir
enlaces, tal y como lo hacen, por ejemplo, los medios periodísticos
que cubren esta información y hacen referencia a enlaces
y sitios que proporcionan DeCSS. Esto es algo incidental que forma
parte de la labor informativa. La diferencia estriba en que 2600…
promueve activamente la distribución de esta utilidad, y
la prueba de ello, según la MPAA, es la inclusión
masiva de los enlaces. Se está diciendo, con otras palabras,
que 2600… tiene una intencionalidad orientada a la comisión
de un delito, algo que muchos expertos legales consideran un argumento
defectuoso.
Nos leemos en la siguiente Interfase GC-r. La dirección electrónica:
arulfo@uv.mx está disponible
en el ciberespacio para recibir comentarios. Hasta la próxima.
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