Año 2 • No. 74 • septiembre 17 de 2002
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales
 
 Información General


 Foro Académico

 Compromiso Social
 
 Arte Universitario

 Inter Nautas

 Halcones al Vuelo

 Date Vuelo

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

Las inundaciones en Xalapa
Adalberto Tejeda Martínez (Facultad de Ciencias Atmosféricas)


Las inundaciones de las semanas pasadas en China, la India, el centro de Europa y el centro de México nos hacen recordar que algunos años más y otros menos, pero siempre ocurren riadas en las colonias bajas de Xalapa. Es más, debe considerarse que de los días relativamente secos de agosto
–propios de la canícula, o sequía intraestival, como la nombran los expertos– habrán de retornar los aguaceros copiosos del verano e inicios del otoño, como los ya olvidados del 18 de junio pasado que provocaron la crecida del río Carneros.
En la mayoría de las inundaciones xalapeñas los
daños económicos ni siquiera se cuantifican oficialmente, porque se trata de habitaciones anegadas, pequeños negocios que pierden sus activos, animales domésticos ahogados, o algún edificio público azolvado porque fue construido a mitad de un arroyo seco que ante los chubascos volvió a encausar las aguas. Pero también en ocasiones las crecidas han segado vidas humanas. Recordemos unos cuantos ejemplos.
La primavera de 1981 fue muy lluviosa para ser una primavera xalapeña. Las tormentas del 2 y el 3 de mayo afectaron a los barrios de Coapexpan, San Bruno y La Lagunilla, destruyeron el recién inaugurado Instituto Municipal de Arte y Cultura –imac, hoy sede de la Delegación Centro Sur–, ubicado entre las calles Hortensia y Ruiz Cortines, ocasionaron tres muertos, y el Ejército tuvo que repartir alimentos entre los cinco mil damnificados.


En esas 48 horas, el Observatorio Meteorológico de Xalapa registró una lluvia de 173 litros por metro cuadrado. Además, apenas una semana antes, el 24 de abril, los chubascos afectaron otros sectores de la ciudad: las calles 20 de Noviembre, Nicaragua, Costa Rica, Murillo Vidal (a la altura de Río Nautla), Victoria (el Sanatorio de Pensiones), y fue hospitalizado un ebrio a punto de ahogarse.
En septiembre de 1994 se presentaron dos crecidas destructoras. El día 11 (21 años después del pinochetazo y siete antes del ataque a las Torres Gemelas), un aguacero de 75 litros por metro
cuadrado hizo que los torrentes se desbordaran al interior de las habitaciones en las colonias Salud, Veracruz, Revolución, Mártires de Chicago, Emiliano Zapata, Lerdo de Tejada, Las Ánimas, y se dasgajó una loma frente al edificio Chiltoyac en Xalapa 2000, lo que obligó a desalojar a 40 familias.
El día 15, mientras la ceremonia del Grito se desarrollaba en un ambiente más bien “aguado” por los chubascos, se inundaban las colonias Salud, Represa del Carmen, Revolución y Rubén Pabello, con saldo de un muerto.
Por su parte, 1995 registra dos fechas con riadas de importancia: el 15 de mayo y el 22 de agosto. En la primera resultó afectado el centro-poniente de la ciudad (las colonias Salud, Veracruz, Revolución, Morelos y las avenidas Lázaro Cárdenas, Miguel Alemán, Ávila Camacho, Revolución y Sayago), mientras que la segunda afectó a Banderilla (donde hubieron 300 damnificados), a las colonias xalapeñas 21 de Marzo, Salud, Revolución, Unidad del Bosque y Veracruz, y el Carneros se salió de su cause. En ambos casos el pluviómetro del Observatorio Meteorológico –ubicado entonces en las inmediaciones de Plaza Crystal– no registró más de 40 litros por metro cuadrado en 24 horas.
En 1997, en siete ocasiones se presentaron inundaciones en la ciudad. Particularmente el 5 de septiembre el agua se metió a casas y edificios de las colonias Luz del Barrio, Estibadores, Veracruz, Lagunilla y Revolución, y el Ejército colocó diques de costales de arena para detener el torrente del Carneros. La lluvia en el Observatorio no llegó a 100 litros por metro cuadrado
en 24 horas.
Los ejemplos anteriores muestran que las precipitaciones no tan intensas provocan desastres en la ciudad, pues en ninguno de estos casos las lluvias se aproximaron al máximo histórico de 216 litros por metro cuadrado, ocurrido el 31 de julio de 1961. También se observa que hay un grupo de colonias que casi siempre resultan afectadas: Salud, Revolución y Lagunilla.
A simple vista se desprenden dos conclusiones: primera, que el riesgo de inundaciones no se debe tanto a lo copioso de las lluvias como al desarrollo urbano mal planeado (edificaciones en lechos de ríos aparentemente secos, condominios rodeados de cerros cortados a tajo, como el Chiltoyac, etcétera), además de que la pavimentación provoca escurrimientos rápidos en avenidas con pendiente (80 por ciento de la lluvia que no se infiltra ni se va por las coladeras, según estudios de la meteoróloga Itzel López).
Segunda, que las medidas de la pluviosidad registradas en el Observatorio Meteorológico de Xalapa (desde hace un año reubicado en Xalapa 2000), seguramente no son representativas de la intensidad ni de la cantidad de lluvia que afecta a toda la zona conurbada de Xalapa (por ejemplo, el norponiente de la ciudad es 20 por ciento más lluvioso que el sudoriente).
Dejo aquí estas notas recordatorias para que los lectores
–entre los que quizás haya afectados potenciales por las riadas, estudiosos, planificadores o incluso funcionarios– tengan algunos elementos mínimos para pensar, estudiar y quizás enfrentar el problema.