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En
la Galería Alva de la Canal
Homenaje
a Mariana Yampolsky
Gina Sotelo Ríos |
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La
calle fue, sin duda, el estudio fotográfico de Mariana Yampolsky.
Forjada durante los años 40, se instauró como una
de las artistas más importantes de la fotografía de
México.
A pesar de haber nacido por accidente en 1925 en Estados Unidos,
Yampolsky se declaró mexicana. En 1945 obtiene la licenciatura
en Artes y Humanidades en la Universidad de Chicago; ese mismo año
viajó a México e ingresó a La Esmeralda. Allí
participó en el Taller de la Gráfica Popular, donde
colaboró con Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins,
Alfredo Zalce y Alberto Beltrán, entre otros.
Ya desde esos años manifestó su interés por
la cultura mexicana, sus ceremonias, expresiones populares y aquello
que el tiempo parece haber entregado a una eternidad reveladora.
Por tal motivo, la Galería Universitaria Ramón Alva
de la Canal rinde un merecido homenaje a Mariana Yampolsky en su
sala principal, al exhibir una colección de fotografías
de esa mujer que –como dijo Elena Poniatowska– prefirió
el anonimato, trabajar para una causa y desaparecer tras la obra.
Se trata de una serie digna y asombrosa, como los rostros curtidos
por el Sol de sus mujeres y hombres retratados a lo largo de sus
50 años ininterrumpidos de carrera. |
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La
fotografía le llegó a Mariana de manera casual. Sin
embargo, su experiencia con la cámara se convirtió
en la convicción de haber encontrado el medio idóneo
para comunicarse.
Esto la llevó a inscribirse al taller de fotografía
que Lola Álvarez Bravo impartía en la Academia de
San Carlos. A partir de entonces se dedicó a recorrer de
norte a sur la República Mexicana, detuvo su mirada en cada
ranchería o poblado, captó con su lente rostros, costumbres,
objetos, fiestas, ceremonias y todo aquello que evidenciara la vida
rural de México, transformando en imagen la cultura, tradiciones
y costumbres de cada lugar. |
Influenciada
por la obra de Tina Modotti, Manuel y Lola Álvarez Bravo,
Nacho López y Héctor García, en sus imágenes
el pueblo se convierte en exaltación de nuestras raíces
y tradiciones, sin intentar siquiera una falsa idealización
de lo popular. Como grabadora, litografista, pintora, editora, impulsora
de lectura infantil y juvenil y, sobre todo, fotógrafa, su
trabajo es una muestra de su amor por el país, el pueblo
y la cultura que le dieron sentido tras adoptarlos.
En el mismo espacio se presenta también la exposición
Tres en uno (f 2.8; espejo de luz; homenaje digital), fotos de Héctor
García, manipuladas cibernéticamente por grandes artistas
como Gerri Lejtik, Byron Gálvez, Pedro Meyer y María
García, quienes crearon arte sobre arte. |
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Aunque
la fotografía suele ser menospreciada, al tomar una cámara
en las manos todos caemos en la tentación de sentirnos fotógrafos.
Empero, contemplar una fotografía sin retoque, trucos ni
textos y que nos provoque lo que sentimos al admirar cualquiera
de las gráficas del maestro Héctor García es,
sin duda, una obra de arte. Aquí radica la diferencia entre
un fotógrafo y un gran artista.
El homenaje a Mariana Yampolsky y Tres en uno, de Héctor
García, estarán abiertas al público hasta el
6 de octubre en Zamora 27, zona Centro de Xalapa. |
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