Año 2 • No. 77 • octubre 7 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Estado mexicano: enemigo de los indígenas
* El Estado mexicano es descendiente directo de una estructura colonial hecha para favorecer el saqueo: Ramírez Melgarejo
Édgar Onofre Fernández Serratos


Ramón Ramírez Melgarejo.  
El Estado mexicano históricamente se ha asumido como enemigo de los indígenas, al descender de una estructura colonial que favorece el saqueo, sentenció Ramón Ramírez Melgarejo durante la presentación de su libro La política del Estado Mexicano en los procesos agrícolas y agrarios de los totonacos, en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario 2002.
Ramírez Melgarejo, adscrito al Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana, aseguró que las estructuras del país no admiten protesta ante el saqueo ni hay manera legal de comprobarlo, además de señalar a quien se atreve como enemigo del Estado de Derecho.
Para la presentación del libro, editado por la uv en su colección Biblioteca, el autor convocó a David A. Skerrit y Luis Gabriel Torres González, miembros del Sistema
Nacional de Creadores, así como a Martín Gerardo Aguilar Sánchez, doctor por el Instituto de Estudios Políticos en Grenoble, Francia, quienes hicieron puntuales observaciones sobre el volumen y su contexto.
David Skerrit habló sobre algunos puntos de reflexión a los que llama este libro que, mientras retorna a la veta de los recientes debates sobre el campo y la nueva manera de entenderlo, camina por las historias de abuso de un sector indígena, el de los totonacos. Ellos han sido desvestidos de su historia, como en la Cumbre Tajín de Papantla, donde las expresiones culturales de la etnia han sido despojadas de su significado.
Martín Gerardo Aguilar señaló que la obra de Melgarejo es una inmersión que se sitúa en el debate entre el Estado y las minorías, coloca lo regional al centro de la discusión y permite ser testigo del proceso de construcción de identidades y solidaridades que los totonacos practican cotidianamente.
El libro de Melgarejo, apuntó, lleva a entender el esfuerzo de los totonacos no sólo por la supervivencia, sino por mantener usos y costumbres. La manera en que, paulatinamente, se fueron reapropiando de su espacio, establecieron sus redes y mecanismos de interacción, además de la articulación de sus individuos con lo político, es decir, el fomento de la práctica de la autonomía mediante la instauración de una democracia regional acorde a sus usos y costumbres.
Luis Torres González, doctor en Sociología por la Universidad de Wageningen, aseguró que el libro refleja fielmente los 200 años de resistencia y vida cotidiana de los totonacos, la manera en que reestructuraron su territorio, las relaciones que han establecido con el Estado mexicano a través de la resistencia, además de hacer hincapié en la manera en que Ramírez Melgarejo tiende a destacar la autonomía y el protagonismo de los pueblos, cuidándose de una ortodoxia metodológica que convierte a instituciones como la Iglesia y el Estado en fetiches, al ser organismos que, en aras de una distensión de conflictos, carecen de flexibilidad.
El autor señaló que su libro es una búsqueda sobre el porqué del encono del Estado hacia los totonacos y recordó las palabras del escritor portugués José Saramago cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró improcedentes las controversias constitucionales respecto de la Ley Indígena: el Estado mexicano ve a los indígenas como enemigos.