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Ante
la sociedad del riesgo, las instituciones
deben garantizar una vida sana: Víctor Toledo
Irma Villa |
*“En
nuestro país, el concepto de desarrollo sustentable está
muy manoseado. No hay grupo, asociación civil o partido político
que no lo enarbole como su principio rector”, aseveró
el investigador de la UNAM.
*Para contribuir al desarrollo sustentable hay que dejar atrás
las posturas románticas y domésticas, como las de las
industrias, que sólo quieren lavar su imagen.
*Dos mil familias de indígenas y campesinos en México
realmente contribuyen al desarrollo sustentable . |
Víctor
Toledo. |
El
mundo globalizado es peligroso e incierto, amenaza a instituciones
como la familia, las comunidades, las regiones, el trabajo y, por
ende, a la integración del mundo, puesto que tiene dos caras,
una positiva y una negativa, y un país como México
tiene que utilizar un filtro que permita el paso a la positiva y
deje en el camino a la que afectará su constitución
de país, ubicado en el quinto lugar por su biodiversidad
y multiculturalidad, expuso Víctor Manuel Toledo, investigador
de
la UNAM.
Precisó que en nuestro país el concepto de desarrollo
sustentable está muy manoseado. No |
hay
grupo, asociación civil o partido político que no
lo enarbole como su principio rector, olvidando que el planeta ha
sufrido graves deterioros que lo tienen en un estado de vulnerabilidad.
Galardonado en 1999 con el Premio al Mérito Ecológico,
Víctor Manuel Toledo dejó en claro que la problemática
del deterioro ambiental tiene que resolverse gradualmente, con posturas
claras que permitan al hombre cohabitar con la naturaleza sin destruirla.
Por ello, se manifestó a favor de que surja una nueva idea
filosófica del desarrollo sustentable, que deje atrás
las posturas románticas y domésticas como las de las
compañías, que sólo usan el término
para lavar su imagen, porque los impactos de los contaminantes industriales
sobre la salud y los alimentos, los agujeros en la atmósfera
y los nuevos organismos utilizados en la agricultura dan constancia
de todo lo contrario.
En los últimos 10 años, lo único que se ha
visto es un aumento de desastres ecológicos, como huracanes,
sequías e incendios forestales, al grado de que ya se habla
de una sociedad del riesgo. Esto se debe, explicó el investigador
del Instituto de Ecología de la unam, a que el hombre ha
perdido el control de dos elementos naturales importantísimos:
el agua y el fuego.
Agregó que este descontrol se dejó sentir en 1998,
año calificado por los ecólogos como el más
caliente, cuando en 14 países del mundo –incluido México–
hubo gran número de incendios forestales.
Por otro lado, hubo inundaciones en la República Checa, Austria
y Alemania, zona en donde regularmente no llueve tanto.
Otra de las consecuencias del deterioro ambiental es el creciente
índice de la pobreza, que en los últimos 10 años
se ha hecho más patente, sobre todo en los pueblos campesinos
e indígenas. |
Víctor
Toledo, ante su público. |
Estas
razones motivan a las personas mayores a decir “que el mundo
ya no es como antes”, lo cual es cierto. “La situación
actual se expresa en la idea de la globalización”.
Los historiadores hablan de que se vive una época sin precedente,
“el mundo globalizado nos da muchísimas oportunidades
de información, de tecnología, de transporte, de economías
integradas, pero también este mundo se está volviendo
más peligroso, más incierto, y amenaza a instituciones
y estructuras. Amenaza desde el trabajo bien remunerado y digno,
hasta instituciones como la familia, la comunidad, la |
estructura
barrial, las regiones”, expresó Toledo durante su conferencia
magistral Ecología, globalización y resistencias locales:
las comunidades indígenas, dictada en la Feria Internacional
del Libro Universitario 2002.
También leyó otros puntos donde la desesperanza pudiera
cubrir el ánimo de los escuchas (o lectores). Sin embargo,
como su intención no era “hacer una apología
del pesimismo”, continuó su conferencia e hizo alusión
a una sociedad cambiante y consciente que se está formando
en México.
“Hoy en el mundo una nueva fuerza –¿ideológica?,
¿política?– se despliega en un proceso silencioso
y profundo. Son las expresiones, minúsculas pero tangibles,
de una nueva ciudadanía planetaria, los preludios de una
civilización cualitativamente diferente, los esperanzadores
cimientos de una modernidad alternativa.
Sus filosofías políticas (a menudo artificialmente
colocadas bajo el término de sustentables) no parecen moverse
ya dentro de la geometría convencional de izquierdas y derechas,
y dado que surgen como experiencias fundamentalmente civiles se
hallan por fuera de las complicadas discusiones entre los apóstoles
del Estado y los adoradores del mercado.
“Son, en el fondo, reacciones locales o microrregionales de
la ciudadanía organizada frente al proceso de globalización
perversa que el sueño neoliberal pretende imponernos por
todos los rincones del planeta.”
Tal postura permite hacer frente a la denominada sociedad del riesgo,
donde la ciencia comienza a perder su capacidad predictoria, y en
la que las instituciones y las estructuras tienen que ser capaces
de resistir esta enorme inflexibilidad que sufre el mundo moderno
para asegurar trabajo, vida sana, alimentos sanos, familias estables,
regiones en equilibrio y ciudades vivibles.
Por definición, para Víctor Toledo esto es el desarrollo
sustentable, en el que dos mil comunidades indígenas y campesinas
están realmente inmersas y defienden su derecho a la vida
en un México pluricultural. |
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