Año 2 • No. 78 • octubre 14 de 2002
Xalapa • Veracruz • México
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Ante la sociedad del riesgo, las instituciones
deben garantizar una vida sana: Víctor Toledo
Irma Villa
*“En nuestro país, el concepto de desarrollo sustentable está muy manoseado. No hay grupo, asociación civil o partido político que no lo enarbole como su principio rector”, aseveró el investigador de la UNAM.

*Para contribuir al desarrollo sustentable hay que dejar atrás las posturas románticas y domésticas, como las de las industrias, que sólo quieren lavar su imagen.

*Dos mil familias de indígenas y campesinos en México realmente contribuyen al desarrollo sustentable
.

Víctor Toledo.
El mundo globalizado es peligroso e incierto, amenaza a instituciones como la familia, las comunidades, las regiones, el trabajo y, por ende, a la integración del mundo, puesto que tiene dos caras, una positiva y una negativa, y un país como México tiene que utilizar un filtro que permita el paso a la positiva y deje en el camino a la que afectará su constitución de país, ubicado en el quinto lugar por su biodiversidad y multiculturalidad, expuso Víctor Manuel Toledo, investigador de
la UNAM.
Precisó que en nuestro país el concepto de desarrollo sustentable está muy manoseado. No
hay grupo, asociación civil o partido político que no lo enarbole como su principio rector, olvidando que el planeta ha sufrido graves deterioros que lo tienen en un estado de vulnerabilidad.
Galardonado en 1999 con el Premio al Mérito Ecológico, Víctor Manuel Toledo dejó en claro que la problemática del deterioro ambiental tiene que resolverse gradualmente, con posturas claras que permitan al hombre cohabitar con la naturaleza sin destruirla.
Por ello, se manifestó a favor de que surja una nueva idea filosófica del desarrollo sustentable, que deje atrás las posturas románticas y domésticas como las de las compañías, que sólo usan el término para lavar su imagen, porque los impactos de los contaminantes industriales sobre la salud y los alimentos, los agujeros en la atmósfera y los nuevos organismos utilizados en la agricultura dan constancia de todo lo contrario.
En los últimos 10 años, lo único que se ha visto es un aumento de desastres ecológicos, como huracanes, sequías e incendios forestales, al grado de que ya se habla de una sociedad del riesgo. Esto se debe, explicó el investigador del Instituto de Ecología de la unam, a que el hombre ha perdido el control de dos elementos naturales importantísimos: el agua y el fuego.
Agregó que este descontrol se dejó sentir en 1998, año calificado por los ecólogos como el más caliente, cuando en 14 países del mundo –incluido México– hubo gran número de incendios forestales.
Por otro lado, hubo inundaciones en la República Checa, Austria y Alemania, zona en donde regularmente no llueve tanto.
Otra de las consecuencias del deterioro ambiental es el creciente índice de la pobreza, que en los últimos 10 años se ha hecho más patente, sobre todo en los pueblos campesinos e indígenas.

Víctor Toledo, ante su público.
Estas razones motivan a las personas mayores a decir “que el mundo ya no es como antes”, lo cual es cierto. “La situación actual se expresa en la idea de la globalización”.
Los historiadores hablan de que se vive una época sin precedente, “el mundo globalizado nos da muchísimas oportunidades de información, de tecnología, de transporte, de economías integradas, pero también este mundo se está volviendo más peligroso, más incierto, y amenaza a instituciones y estructuras. Amenaza desde el trabajo bien remunerado y digno, hasta instituciones como la familia, la comunidad, la
estructura barrial, las regiones”, expresó Toledo durante su conferencia magistral Ecología, globalización y resistencias locales: las comunidades indígenas, dictada en la Feria Internacional del Libro Universitario 2002.
También leyó otros puntos donde la desesperanza pudiera cubrir el ánimo de los escuchas (o lectores). Sin embargo, como su intención no era “hacer una apología del pesimismo”, continuó su conferencia e hizo alusión a una sociedad cambiante y consciente que se está formando en México.
“Hoy en el mundo una nueva fuerza –¿ideológica?, ¿política?– se despliega en un proceso silencioso y profundo. Son las expresiones, minúsculas pero tangibles, de una nueva ciudadanía planetaria, los preludios de una civilización cualitativamente diferente, los esperanzadores cimientos de una modernidad alternativa.
Sus filosofías políticas (a menudo artificialmente colocadas bajo el término de sustentables) no parecen moverse ya dentro de la geometría convencional de izquierdas y derechas, y dado que surgen como experiencias fundamentalmente civiles se hallan por fuera de las complicadas discusiones entre los apóstoles del Estado y los adoradores del mercado.
“Son, en el fondo, reacciones locales o microrregionales de la ciudadanía organizada frente al proceso de globalización perversa que el sueño neoliberal pretende imponernos por todos los rincones del planeta.”
Tal postura permite hacer frente a la denominada sociedad del riesgo, donde la ciencia comienza a perder su capacidad predictoria, y en la que las instituciones y las estructuras tienen que ser capaces de resistir esta enorme inflexibilidad que sufre el mundo moderno para asegurar trabajo, vida sana, alimentos sanos, familias estables, regiones en equilibrio y ciudades vivibles.
Por definición, para Víctor Toledo esto es el desarrollo sustentable, en el que dos mil comunidades indígenas y campesinas están realmente inmersas y defienden su derecho a la vida en un México pluricultural.