Tal
vez y digo tal vez, con una carga de duda, pues estoy casi seguro
que sí lo es, la escritura el mayor de los inventos del
hombre. Pues muchas cosas podrían dejar de estar en este
mundo pero la escritura, no.
Viene esto a colación por dos situaciones muy específicas,
sendas unidas por y para un mismo fin, la escritura.
De manera local está el cumpleaños número
dos de UniVerso, este medio escrito que cada semana está
presente en las distintas facultades de nuestra casa de estudios,
en las manos de los estudiantes, docentes y trabajadores, con
un fin tan diverso como los contenidos con los que cuenta, mismos
que van desde el arte hasta la ciencia y, por supuesto, la unión
de ambas.
En este punto, el de la ciencia, quiero resaltar dos ejercicios,
uno con ya larga trayectoria como lo es Observatorio de la Ciencia,
y otro que es resultado de verdaderas “ganas locas de comunicar”
y hacer divulgación por parte de un grupo de muchachas,
estudiantes de la Facultad de Biología-Xalapa; tengo que
especificar que cada uno con sus fines y alcances muy bien definidos.
Por otra parte, debemos celebrar también la reapertura
de la Biblioteca de Alejandría, que tras mi1 360 años
vuelve a ver la luz tras atentados religiosos, tanto del Islam
como de cristianismo, y entre guerras tan antiguas como actuales
que trataron de desaparecerla, afortunadamente no fue así,
la palabra sobre vive.
Esta nueva versión de la biblioteca de Alejandría
contará con la mayor sala de lectura del mundo, con capacidad
para dos mil personas y con un acervo increíble, ya que
en sus inicios, en su época de mayor esplendor, la antigua
biblioteca llegó a almacenar hasta 700 mil libros (rollos
de papel). En este renacer se pretende alcanzar los dos millones
de ejemplares, aunque en una fase preliminar sólo estará
disponible un cuarto de millón.
Celebremos no sólo los aniversarios de los medios escritos
o las reaperturas de bibliotecas milenarias, sino también
hagamos que la celebración esté presente en cada
texto que leamos, así, el sueño de Ptolomeo se habrá
cumplido y esperemos que siga por esa misma senda, que las ideas
circulen, fluyan, que nada las detenga, pues la inmovilidad es
la muerte, que día con día el ejercicio de leer
y de escribir nos marque, como alumnos, como comunidad, como seres
humanos.