Año 2 • No. 81 • noviembre 4 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 Información General

 Compromiso Social


 Arte Universitario


 Inter Nautas


 Halcones en Vuelo


 Contraportada


 Números Anteriores


Créditos

 



 

 

 


o una seductora pesadilla
Roberto Benítez

¿Y si las pesadillas fueran estrictamente sobrenaturales?
¿Si las pesadillas fueran grietas del infierno?
¿Si en las pesadillasestuviéramos literalmente en el infierno?
¿Por qué no? Todo es tan raro que aun eso es posible
Jorge Luis Borges

David Olguín (1963) es a pesar de sus 39 años un dramaturgo joven. Al parecer este adjetivo que en la cotidianidad tiene ciertos márgenes bien delimitados, es usado con otra óptica por el arte y las letras; así pues, se considera joven a un autor menor de 50 años, por ejemplo. Se piensa en la madurez creativa a partir de esta edad, cuando ya se tiene la experiencia como para asentar una propuesta artística; como los buenos vinos, los mejores son los añejos.
Hoy hablaré de alguien que se perfila en buena forma a este noble destino: David Olguín, hombre de teatro en toda regla, actor, director de escena, dramaturgo, promotor cultural y editor. Con no más de una decena de obras dramáticas, así como un número similar de puestas en escena, se ha fincado un sólido lugar en el ámbito teatral mexicano.
Belice obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia 2001 y ahora es Olguín mismo quien la dirige, cobijado con la Compañía Nacional de Teatro. La obra está compuesta por tres historias (unidades propias pero relacionadas entre sí): “La despedida”, “Aeropuerto Internacional” y “Belice”, las cuales entrañan la representación del paraíso, el infierno y el purgatorio.
“La despedida” muestra la separación del hijo (Juan, de 19 años), que parte en búsqueda de una ilusión: conocer a su padre; al igual que Juan Preciado (o bien, desde el mito de Telémaco), se suscita la búsqueda del origen. El padre abandonó desde su nacimiento a Juan y a su madre. Como todo camino a la conciencia, el trayecto es desgarrador.
En “Aeropuerto Internacional”, Juan se encuentra en los terrenos de un despiadado viajero que lo enfrenta en forma atroz consigo mismo; al igual que en los cuentos de iniciación, Juan sufre una brutal pérdida de su inocencia.
En “Belice”, Juan tiene ya 35 años y en compañía de un balsero recorre un río envuelto en la niebla que lo habrá de llevar a lo más profundo de sus abismos: el infierno, descubriéndole un mundo siniestro y desconcertante. Quizá finalmente el exorcismo que debemos hacer para descubrirnos a nosotros mismos.
Como fina maquinaria relojera, las piezas embonan, los personajes que son en lo individual, al mezclarse adquieren nuevos significados, en el principio está el fin y vuelta a empezar. Los tatuajes, los zapatos rojos, el traje de lino, el ambiente sórdido, el calor de la neblina espesa, lo que se sugiere e incluso lo que no se dice, construyen una estética onírica que llena de sentido la escena. Entendidos a la perfección autor-director (ja, ja) consiguen un matrimonio feliz para quien ve la puesta. ¿Será porque ellos sí logran ser uno mismo? Chance.
¿Las actuaciones? De primera. Laura Almela, impecable y fascinante, sin duda una de las cinco mejores actrices de este país, con una técnica actoral y un talento deslumbrantes; Joaquín Cossío, con papeles que le van muy bien y los realiza a la altura; Daniel Giménez Cacho, muy bien aunque con menor brillo que el anterior y el más joven; Rodrigo Espinosa, sólidamente comprometido y cumpliendo muy bien con su personaje.
Cierro mi comentario destacando que hay veces que el éxito (entiéndase afluencia de público) no siempre va ligado a un trabajo de calidad, dado que el hecho teatral es un fenómeno complejo donde intervienen varias circunstancias, de tal suerte que aunque pareciera haber poca afluencia de público, quizás debido a la ola cervantina, creo que este trabajo tiene todo para correr con la mejor suerte. Además, no olvidemos que estamos hablando de nuestro teatro mexicano en el más amplio sentido de la palabra. Si te es posible asiste, es altamente recomendable.

Belice, autor y director David Olguín, escenografía Gabriel Pascal, actúan Laura Almela, Daniel Giménez Cacho, Joaquín Cossío y Rodrigo Espinosa. Teatro Orientación, Centro Cultural del Bosque. Estreno 17 de octubre, funciones jueves y viernes 20:30 horas, sábados 19:00 horas y domingos 18:00 horas.