Año 2 • No. 81 • noviembre 4 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Emma Cuéllar de la Torre

María Izquierdo nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, en 1902; vivió una parte de su infancia en su ciudad natal, lugar del que absorbió los colores y costumbres que la caracterizarían el resto de si vida y que plasmaría en la mayoría de su obra. Más tarde, a la muerte de su padre, se trasladó con su madre a la ciudad de Torreón, y fue hasta 1923 cuando se mudó a la Ciudad de México.
En 1928 ingresó a la Academia de San Carlos, donde fue discípula de Germán Gedovius y Manuel Toussaint, sin embargo la rutina de la institución acabó por exasperarla y la condujo a abandonar los estudios al cabo de un año.
No obstante, María Izquierdo no encontró mejor maestro en su vida que Rufino Tamayo, con quien compartió sus estudios, además de la alianza en contra del monopolio de los muralistas, dejando en ella una huella que se hace manifiesta en su obra.
En 1929, impulsada por Diego Rivera, con quien también estableció una estrecha relación, expuso por primera vez en la Galería de Arte Moderno de la Ciudad de México. Al año siguiente llevo al Art Center de Nueva York una muestra que comprendía retratos, paisajes y estudios, siendo la primera mujer mexicana que expuso en Estados Unidos.
En 1931 impartió clases en la Escuela de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación, pero esa actividad no le impidió continuar exhibiendo su obra en museos y galerías lo mismo de México que de otros países del mundo.
María Izquierdo fue miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios. En 1948, sufrió una hemiplejia que le dejó el brazo derecho paralizado, pero la artista fue capaz de sobreponerse y continuó su obra trabajando con el brazo izquierdo.
Talentosa artista que el tiempo ha colocado junto a Frida Kahlo en el tope de la pintura femenil de México, su obra se caracteriza por su expresión viva y espontánea, así como por la temática popular mexicanista en sus elementos conceptuales, pero con un discurso moderno en su tratamiento formal y estético. El costumbrismo de la vida regional y sus tradiciones queda plasmado en sus lienzos con un colorido que imprime realismo. Las escenas circenses forman también parte importante en la creación pictórica de la artista.
María Izquierdo es autora de tan sólo medio millar de obras, en las cuales a partir de la pintura metafísica trata el bodegón, el retrato y el paisaje, con tonos populares mexicanos fantásticos. La pintora jalisciense murió en la Ciudad de México, el 3 de diciembre de 1955.
La semana pasada se cumplieron 100 años del natalicio de esta importante artista, y el pasado viernes 25 de octubre se creó la disposición de hacer de su obra Monumento Artístico de la Nación, como una medida efectiva para defender el patrimonio artístico de México, ya que casi 90 por ciento de su obra pertenece a colecciones particulares.
Con esta nueva medida de conservación se logrará tener un mayor control sobre la obra de esta pintora, así que de ahora en adelante los coleccionistas necesitarán un permiso especial expedido por el Instituto Nacional de Bellas Artes para sacar sus cuadros del país, y sólo podrán hacerlo por tiempo limitado. Asimismo, se pretende tener más control sobre esta obra, para disponer de ella en exposiciones al público mexicano.
Como monumento artístico también están consideradas ya las obras de José María Velasco, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Gerardo Murillo (Dr. Atl), Saturnino Herrán, Frida Kahlo y, en diciembre pasado, 38 obras de Remedios Varo que se exhiben en el Museo de Arte Moderno.