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Emma Cuéllar de la Torre
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María
Izquierdo nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, en 1902;
vivió una parte de su infancia en su ciudad natal, lugar
del que absorbió los colores y costumbres que la caracterizarían
el resto de si vida y que plasmaría en la mayoría
de su obra. Más tarde, a la muerte de su padre, se trasladó
con su madre a la ciudad de Torreón, y fue hasta 1923 cuando
se mudó a la Ciudad de México.
En 1928 ingresó a la Academia de San Carlos, donde fue discípula
de Germán Gedovius y Manuel Toussaint, sin embargo la rutina
de la institución acabó por exasperarla y la condujo
a abandonar los estudios al cabo de un año.
No obstante, María Izquierdo no encontró mejor maestro
en su vida que Rufino Tamayo, con quien compartió sus estudios,
además de la alianza en contra del monopolio de los muralistas,
dejando en ella una huella que se hace manifiesta en su obra.
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En
1929, impulsada por Diego Rivera, con quien también estableció
una estrecha relación, expuso por primera vez en la Galería
de Arte Moderno de la Ciudad de México. Al año siguiente
llevo al Art Center de Nueva York una muestra que comprendía
retratos, paisajes y estudios, siendo la primera mujer mexicana
que expuso en Estados Unidos.
En 1931 impartió clases en la Escuela de Artes Plásticas
de la Secretaría de Educación, pero esa actividad
no le impidió continuar exhibiendo su obra en museos y galerías
lo mismo de México que de otros países del mundo.
María Izquierdo fue miembro de la Liga de Escritores y Artistas
Revolucionarios. En 1948, sufrió una hemiplejia que le dejó
el brazo derecho paralizado, pero la artista fue capaz de sobreponerse
y continuó su obra trabajando con el brazo izquierdo. |
Talentosa
artista que el tiempo ha colocado junto a Frida Kahlo en el tope
de la pintura femenil de México, su obra se caracteriza por
su expresión viva y espontánea, así como por
la temática popular mexicanista en sus elementos conceptuales,
pero con un discurso moderno en su tratamiento formal y estético.
El costumbrismo de la vida regional y sus tradiciones queda plasmado
en sus lienzos con un colorido que imprime realismo. Las escenas
circenses forman también parte importante en la creación
pictórica de la artista.
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María
Izquierdo es autora de tan sólo medio millar de obras, en
las cuales a partir de la pintura metafísica trata el bodegón,
el retrato y el paisaje, con tonos populares mexicanos fantásticos.
La pintora jalisciense murió en la Ciudad de México,
el 3 de diciembre de 1955.
La semana pasada se cumplieron 100 años del natalicio de
esta importante artista, y el pasado viernes 25 de octubre se creó
la disposición de hacer de su obra Monumento Artístico
de la Nación, como una medida efectiva para defender el patrimonio
artístico de México, ya que casi 90 por ciento de
su obra pertenece a colecciones particulares.
Con esta nueva medida de conservación se logrará tener
un mayor control sobre la obra de esta pintora, así que de
ahora en adelante los coleccionistas necesitarán un permiso
especial expedido por el Instituto Nacional de Bellas Artes para
sacar sus cuadros del país, y sólo podrán hacerlo
por tiempo limitado. Asimismo, se pretende tener más control
sobre esta obra, para disponer de ella en exposiciones al público
mexicano.
Como monumento artístico también están consideradas
ya las obras de José María Velasco, Diego Rivera,
José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Gerardo Murillo
(Dr. Atl), Saturnino Herrán, Frida Kahlo y, en diciembre
pasado, 38 obras de Remedios Varo que se exhiben en el Museo de
Arte Moderno.
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