En
el bufete se obtienen experiencias que no se perciben en el salón
de clases: alumnos.
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Por
más de 45 años, la Facultad de Derecho de la Universidad
Veracruzana ha tenido en servicio el bufete jurídico gratuito,
ubicado en el corazón de Xalapa, justo al lado de Catedral.
Durante todos estos años ha sido forjador de futuros abogados,
a la vez que ha ayudado a las personas de escasos recursos a resolver
sus conflictos.
Para los estudiantes que laboran en el despacho jurídico
es una satisfacción poder retribuirle a la sociedad lo que
ha invertido, a través de sus impuestos, en la manutención
de la Universidad Veracruzana. Este bufete es atendido por más
de una quincena de alumnos que realizan su servicio social o sus
prácticas profesionales y están coordinados por Laura
Ramírez González, quien ya tiene 26 años de
trabajar en este lugar.
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Laura
Ramírez opina que las experiencias obtenidas por los estudiantes
en el bufete universitario son muy enriquecedoras para su formación
profesional. La puesta en práctica de sus conocimientos teóricos,
el trabajo en equipo y el trato personal que mantienen con los clientes
son elementos invaluables para su futura carrera como litigantes,
confió la abogada.
Al respecto, Andrea Doria Ortiz Aguirre, estudiante de séptimo
semestre, comentó que el bufete gratuito “te da todas
las bases. Aporta muchísimo a la formación de uno,
en cuanto a que te enseña a desarrollarte y a cómo
vas a entablar una demanda”. Agregó que gracias al
trato cotidiano con los que solicitan los servicios se aprende a
sobrellevar todo tipo de perfiles sociales.
En esto también coincidió Teresa de Jesús Alor
Malpica, quien realiza su servicio social en el bufete jurídico.
Ella mencionó que además de poner en práctica
la teoría, se logra saber cómo utilizar los distintos
códigos que rigen el desempeño de todos los habitantes
de la República Mexicana.
Para Óscar Omar Núñez Herrera, alumno de quinto
semestre, esta es una experiencia positiva desde el punto de vista
de calidad y como litigante. “Aquí también se
empieza a adquirir aquella habilidad para poder tratar con gente
de diversos temperamentos”.
De igual forma, continuó, aquí se nos enseñan
aquellos principios éticos importantes para todo litigante
“porque muchas veces vemos que hay corrupción y que
hay una decadencia en cuanto al trato con los litigantes. En cambio,
cuando un estudiante intercede es visto positivamente, nos ven como
las personas que estamos ayudando a otros sin ningún interés
económico. Es una experiencia muy grata y la situación
que tiene uno aquí es de mucha calidad humana”.
El bufete jurídico universitario recibe una afluencia diaria
en promedio de cuatro casos nuevos, y no se reciben más por
falta de tiempo y espacio para revisar todo el papeleo. En su trayectoria,
este despacho gratuito lleva más de mil casos resueltos.
Actualmente tiene un aproximado de 50 casos pendientes, los cuales
ya están en las dependencias correspondientes para su solución.
La infraestructura que actualmente utilizan es reducida –así
como el local en que están–, pues en julio el despacho
fue saqueado y hasta la fecha no han podido descubrir a los autores
intelectuales y materiales. A raíz de tal suceso han recibido
en donación dos equipos de cómputo.
Los estudiantes también pusieron su granito de arena para
recuperar el equipo indispensable para resolver los casos pendientes.
Fue así como organizaron una rifa y fueron apoyados tanto
por sus compañeros como por la planta académica de
la Facultad de Derecho.
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