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Vecinos de ríos Sedeño
y Carneros, con parasitosis: QFB de la UV
Problema educativo más que
de contaminación: Azucena Mendoza
Ángeles González
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La
mitad de la población infantil y adulta de las colonias periféricas
de Xalapa, Banderilla y Acajete que colindan con los ríos
Sedeño y Carneros padecen parasitosis, señaló
Azucena Mendoza Fernández, docente de la Facultad de Química
Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana,
quien aclaró que las causas del problema están asociadas
más a los malos hábitos de higiene y alimentación
que a la contaminación de los afluentes.
Acompañada de las docentes Yolanda Medina Romero, Edith Riaño
Sánchez e Isabel Lozano Pérez, así como de
los pasantes en servicio social Rosa Ernestina Sánchez Moreno,
Ángel Gutiérrez Luna y Enrique Badillo Zavaleta, Azucena
Mendoza detalló el trabajo de vinculación social e
investigación que realizan en coordinación con el
proyecto de Microcuencas de la Dirección de Vinculación
General de la casa de estudios.
Se trata de las colonias Lomas de Sedeño, El Naranjal, El
Moral (Xalapa), Xaltepec (Banderilla) y Plan de Sedeño (Acajete),
ubicadas a lo largo de la ribera del río Sedeño; así
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como
las colonias Veracruz, Jaramillo, Lomas de San Roque y Parque Ecológico
Molinos de San Roque (Xalapa) del río Carneros. Ahí,
más de 50 por ciento de la población tanto adulta
como infantil tiene parásitos, entre los que destacan las
amibas (entamoeba histolytica), lombrices (ascaris lumbricoides),
giardia lambia y trichuris trichiura.
Estos parásitos afectan principalmente a los niños,
quienes padecen malestares gastrointestinales, sueño, cansancio
y, por tanto, bajo rendimiento escolar; las amibas pueden afectar
seriamente el hígado y las giardias obstruyen la absorción
de nutrientes, provocando anemia.
Azucena Mendoza detalló que con la participación de
35 alumnos de séptimo y octavo semestre realizaron estudios
de sangre, orina y copro a niños y adultos de las citadas
colonias, lo que les permitió identificar estos problemas
de parasitosis. |
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Los
casos más agudos son canalizados a las instituciones de salud,
además de que la Dirección de Vinculación impulsa
el proyecto de Manejo Sostenible de las Microcuencas de los ríos
Sedeño y Carneros, con acciones de saneamiento, educación,
prevención de enfermedades, recreación y cultura.
Respecto al aprendizaje de los estudiantes y pasantes de QFB, la
docente destacó que una vez que adoptaron el Modelo Educativo
Flexible integraron en cada práctica los elementos de distintas
experiencias educativas: hematología, bioquímica clínica
y parasitología.
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“Es
un ciclo en el que todos nos beneficiamos, los alumnos aprenden,
el docente se fortalece como profesionista, la facultad asegura
la vigencia y pertinencia de sus planes de estudio y sobre todo
las comunidades reciben una atención especializada.
“En el contacto con las comunidades los alumnos se enteran
de quién es la gente con la que trabajan, porque en el laboratorio
se pierde el contacto con las personas, que se convierten en tubos
de sangre, frascos de orina o muestras de excremento, olvidándose
de que son personas que necesitan estar sanas y felices”,
destacó Azucena Mendoza, y dijo también que el trabajo
comunitario sensibiliza, compromete y responsabiliza a los estudiantes,
ya que les permite tomar decisiones y asumir que trabajan con problemas
y personas reales.
“Además de reforzar sus conocimientos y desarrollar
habilidades, aptitudes y destrezas, aprenden a moderar su carácter
impulsivo, introvertido, extrovertido. Frente a la comunidad deben
conservar la ecuanimidad, el equilibrio y el trato con los demás,
sobre todo el trabajo en equipo, la disciplina, cooperación,
el reconocimiento de los liderazgos y el obedecer instrucciones
de sus propios compañeros estudiantes”.
Por su parte, Isabel Lozano Pérez, coordinadora del Departamento
de Vinculación de qfb, destacó la trascendencia de
que la uv cuente con una Dirección de Vinculación
y que mediante el registro ante el Sistema de Información
para la Vinculación Universitaria (sivu) cada entidad académica
pueda institucionalizar su trabajo de vinculación.
“Esto nos da un sustento académico y facilita el enlace
con el sector productivo, en donde nuestros estudiantes realizan
sus prácticas. Muchos de ellos son contratados previo examen
y se enlazan con otras instituciones para iniciar estudios de posgrado;
todo lo anterior nos permite incrementar el número de titulados
y de prestadores de servicio social”, destacó Lozano
Pérez.
Al respecto, Yolanda Medina Romero agregó que el trabajo
de vinculación les ha permitido abrirse a la colaboración
con otras facultades: “La vinculación es una condición
que nos piden los ciees para acreditarnos, y si la uv la considera
como eje de las funciones sustantivas, de la misma manera debiera
ser reconocida en los programas de productividad docente, porque
ahí sólo le dan 200 puntos, que el docente puede cubrir
con estudios de posgrado, por lo que muchos profesores ya no se
interesan por el trabajo de vinculación; a nosotras ya no
nos cuenta en productividad. De hecho, hacemos vinculación
porque nos gusta pero no tenemos ningún pago extra por ello;
así que la uv debe reconocer el lugar preponderante que la
vinculación ya tiene en el proceso de enseñanza-aprendizaje”. |
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