Año 2 • No. 83 • noviembre 18 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Canalizar a la agricultura urbana
Ricardo Luna Aburto

Dentro de las grandes ciudades hay pequeños espacios como solares, huertos, terrazas o recipientes que se destinan al cultivo de hortalizas, cría de ganado menor e incluso de vacas para consumo propio o para la venta de las cosechas en mercados que se instalan dentro de las manchas urbanas. A este tipo de prácticas se le conoce como agricultura urbana y periurbana, y es común entre sectores de población que la utilizan para granjas comerciales o
semicomerciales donde se expenden productos hortícolas o para la crianza de pollos y otros animales.
Ese fue el tema de la conferencia que ofreció en el auditorio de Radio UV, Rafael Barrera González, subdirector de Normatividad y Evaluación de Desarrollo Rural de la Sagarpa.
Dijo que quienes se dedican a la agricultura urbana y periurbana pueden lograr una eficiencia real, al volver productivos terrenos baldíos, aguas residuales tratadas, desechos reciclados y mano de obra desempleada.
Tal ganancia suele superar hasta en 15 veces a la producción por hectárea de la agricultura rural, aunque los rendimientos se resienten a menudo por el uso de insumos inferiores o insuficientes, la utilización de variedades deficientemente adaptadas, un ordenamiento insatisfactorio del agua y la falta de conocimientos agrícolas. Sin embargo, esta actividad es considerada antieconómica e insalubre, además de que implica prácticas de matanza fuera de todo orden o lineamiento.
Dos tercios de los hogares urbanos y periurbanos se dedican
a la agricultura, y gran parte de sus productos se vende
en los mercados locales
Señaló que la agricultura urbana nunca será una solución a todos los problemas de seguridad alimentaria de las ciudades ni redistribuirá los ingresos, y conforme crezcan las ciudades irán presentándose dificultades mayores para efectuarla. A pesar de ello, se estima que unos 800 millones de habitantes del mundo participan en sus actividades, generando ingresos y producción de alimentos. Según encuestas económicas realizadas en hogares y a través de proyectos de investigación, dos tercios de los hogares urbanos y periurbanos se dedican a ella, y gran parte de los productos se vende en los mercados locales.
El ponente indicó que, en el caso de nuestro país, el df es un claro ejemplo que no debemos perder de vista, aunque el problema que provoca la agricultura urbana es que se esté revirtiendo a entidades como el Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Guanajuato, Querétaro e incluso Veracruz.
Tan sólo en el Estado de México se sufre el síndrome de la urbanización, en muchos casos de forma desmedida. Lo anterior lleva a reflexionar sobre los retos que esto implica, especialmente para las clases menos favorecidas, proporcionar cantidades adecuadas de alimentos nutritivos y al alcance de la población urbana; para ello se deberá trabajar en las actividades relacionadas con el acopio, embalaje, almacenamiento, transporte, procesamiento y adecuada comercialización de los productos.