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Canalizar a la agricultura urbana
Ricardo Luna Aburto
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![](images/Aldao4-aurbana.gif) |
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de las grandes ciudades hay pequeños espacios como solares,
huertos, terrazas o recipientes que se destinan al cultivo de hortalizas,
cría de ganado menor e incluso de vacas para consumo propio
o para la venta de las cosechas en mercados que se instalan dentro
de las manchas urbanas. A este tipo de prácticas se le conoce
como agricultura urbana y periurbana, y es común entre sectores
de población que la utilizan para granjas comerciales o
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semicomerciales
donde se expenden productos hortícolas o para la crianza
de pollos y otros animales.
Ese fue el tema de la conferencia que ofreció en el auditorio
de Radio UV, Rafael Barrera González, subdirector de Normatividad
y Evaluación de Desarrollo Rural de la Sagarpa.
Dijo que quienes se dedican a la agricultura urbana y periurbana
pueden lograr una eficiencia real, al volver productivos terrenos
baldíos, aguas residuales tratadas, desechos reciclados y
mano de obra desempleada.
Tal ganancia suele superar hasta en 15 veces a la producción
por hectárea de la agricultura rural, aunque los rendimientos
se resienten a menudo por el uso de insumos inferiores o insuficientes,
la utilización de variedades deficientemente adaptadas, un
ordenamiento insatisfactorio del agua y la falta de conocimientos
agrícolas. Sin embargo, esta actividad es considerada antieconómica
e insalubre, además de que implica prácticas de matanza
fuera de todo orden o lineamiento. |
Dos tercios
de los hogares urbanos y periurbanos se dedican
a la agricultura, y gran parte de sus productos se vende
en los mercados locales |
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Señaló
que la agricultura urbana nunca será una solución
a todos los problemas de seguridad alimentaria de las ciudades ni
redistribuirá los ingresos, y conforme crezcan las ciudades
irán presentándose dificultades mayores para efectuarla.
A pesar de ello, se estima que unos 800 millones de habitantes del
mundo participan en sus actividades, generando ingresos y producción
de alimentos. Según encuestas económicas realizadas
en hogares y a través de proyectos de investigación,
dos tercios de los hogares urbanos y periurbanos se dedican a ella,
y gran parte de los productos se vende en los mercados locales.
El ponente indicó que, en el caso de nuestro país,
el df es un claro ejemplo que no debemos perder de vista, aunque
el problema que provoca la agricultura urbana es que se esté
revirtiendo a entidades como el Estado de México, Jalisco,
Nuevo León, Puebla, Guanajuato, Querétaro e incluso
Veracruz.
Tan sólo en el Estado de México se sufre el síndrome
de la urbanización, en muchos casos de forma desmedida. Lo
anterior lleva a reflexionar sobre los retos que esto implica, especialmente
para las clases menos favorecidas, proporcionar cantidades adecuadas
de alimentos nutritivos y al alcance de la población urbana;
para ello se deberá trabajar en las actividades relacionadas
con el acopio, embalaje, almacenamiento, transporte, procesamiento
y adecuada comercialización de los productos.
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