movimientos
indígena en el sur de Veracruz y el petrolero de técnicos
que se oponen a la privatización de la industria, y el
movimiento campesino de Tabasco, el cual más tarde se integraría
al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El objetivo
de su trabajo, señala, consistió en mostrar que
no solamente los partidos políticos y las elites se integran
al proceso de transformación del sistema político
mexicano, sino también cómo otros actores inciden
en los cambios políticos y sociales. “Lo que hice
fue analizar estos casos en su perspectiva regional para ver qué
pasa en lo nacional”, subraya, con el fin de demostrar que
“la llamada transición política en el país
ha tenido distintos ritmos”.
Esto le permitió demostrar cómo el discurso de los
cambios políticos se convierte en uno de carácter
oficial nacional, y cómo lo viven los actores a nivel de
los estados. “Los ritmos de los cambios políticos
son diferentes dependiendo de los actores políticos de
las regiones, de la historia social de la propia región
y de las características del sistema político regional”.
Un ejemplo se da en el estado de Tabasco, donde hay un doble discurso.
Por un lado se habla de los cambios de la reforma política,
el avance del país, las alternancias, las formas de participación
y procesos transparentes, por otro se aprecian formas tradicionales
clásicas de la política, como la compra del voto
y el fraude electoral. “Veo la elite política de
Tabasco que, a veces, es tan homogénea que no permite diferenciar
a los políticos de los empresarios. En sus prácticas
políticas hay una simulación impresionante democrática,
esto en el PRD”.
Aclara que su intención no era estudiar al PRD, “sino
lo que lo construyó: el movimiento campesino, sus relaciones
históricas comunitarias y su constitución a partir
de la defensa de la demanda de indemnizaciones por contaminación”.
En la defensa de su tesis, el investigador expuso que en la teoría
política se plantea que los actores sociales no son muy
importantes en los cambios políticos, pero arguyó
su importancia en términos de que van generando las condiciones
de los cambios del sistema político del país, están
presentes en todo el proceso y crean una visión de la democracia
diferente a la que se circunscribe en la toma de decisiones: “Hablo
de una democracia más participativa para unos y más
radical para otros. Hay una diferencia en términos de cómo
se concibe la democracia en el discurso oficial y en los movimientos
sociales”.
Martín Gerardo Aguilar Sánchez continuará
su investigación Sociedad civil, cultura política,
esfera pública y gobernabilidad. Una agenda teórica
y empírica sobre la democratización mexicana con
el propósito de establecer un sistema de estudio entre
teoría política y social e investigación
aplicada en el campo de la democracia, la acción social,
la constitución de actores y de identidades colectivas
en contextos regionales, nacionales e internacionales, e instituir
como campo prioritario de análisis una relación
sociedad entre política, que permita tener una visión
global de los problemas políticos del país.
Antes de plantear esta línea de investigación, su
experiencia se había desarrollado en el estudio del movimiento
obrero y la industria; sin embargo, al observar que la democratización
del país rebasaba tales ámbitos, amplió su
investigación hacia la acción colectiva, específicamente
a los movimientos sociales y su relación con la democracia.