
Carlos A. Gómez Vignoh.
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Los
trámites para el registro de título y solicitud de
cédula profesional que antes tardaban meses ahora son más
rápidos y sencillos gracias a la Internet, ya que la uv va
a la cabeza en la utilización de la Jornada Virtual de Profesiones,
programa planteado por la Dirección General de Profesiones
para agilizar sus trámites.
“A través de la Internet (correos electrónicos)
nosotros enviamos escaneada la solicitud para la cédula profesional,
imágenes del título por el frente y reverso y la firma
y la fotografía del interesado, de tal manera que cuando
nosotros llegamos con los documentos originales a la Dirección
de Profesiones en el DF la cédula ya está elaborada
y, si no es así, nos la entregan ocho días, así
hayamos solicitado 300”, aseguró Carlos A. Gómez
Vignola, Oficial Mayor de nuestra casa de estudios.
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Las
ventajas de utilizar la Internet se reflejan en los tiempos de solicitud
y entrega de documentos, aunque el mayor beneficio –señaló–
radica en que el trámite es mucho más ordenado que
antes: “Ahora en Profesiones sólo necesitan cotejar
los datos de los archivos con los originales que llevamos desde
la Universidad; antes debían capturar con todo cuidado cada
uno de los datos y folios de los documentos”.
Es importante destacar que la UV ha podido estar a la vanguardia
en cuanto a la Jornada Virtual porque cuenta con la infraestructura
física y el personal capacitado para hacerlo. Eso ha permitido
que hoy todo el trámite de gestión de título
y cédula sólo tarde un mes.
Gómez Vignola aseguró que la reducción de los
tiempos es uno de los logros de la Oficialía Mayor, pero
que la simplificación de muchos procedimientos ha permitido
también que incluso en la elaboración y expedición
de los títulos se note el avance universitario. “En
1993, cuando yo llegué a Oficialía Mayor, la expedición
de título tardaba aproximadamente un año porque se
hacía manualmente, en pergamino. Los trámites previos
(de legalización de documentos) llevaban otros seis meses,
en 1998 logramos reducir este proceso a cuatro, en 1999 se hacía
en uno y ¡desde 2000 se hace en un día! Aquí
se puede ver el grado de simplificación que hemos alcanzado”,
aseguró el funcionario.
Otro paso importante fue la redistribución de cargas del
personal administrativo, el cambio de formato de título y
de la forma de elaborarlo. Gómez Vignola explicó que
anteriormente un caligrafista hacía, por ejemplo, 30 títulos
diarios en pergamino, pero ahora el documento se hace impreso en
cartulina, con un formato diferente que tiene la ventaja de ser
inalterable porque tiene medidas de seguridad, especialmente tintas
invisibles y una textura en el papel que permite que cualquier alteración
sea notoriamente visible: “Esto no sucedía antes; de
hecho, cada vez que había un error en el pergamino se borraba
con una laminita y se volvía a escribir, lo que permitía,
supongo, muchos documentos falsos.
”Las limitaciones en la factura del documento no nos habían
permitido responder a la demanda, pero la infraestructura física,
la valiosa participación del personal administrativo y la
tecnología nos ha ayudado mucho para responder a los nuevos
requerimientos universitarios.”
Aseguró que la dependencia a su cargo expide alrededor de
100 mil títulos al año, aunque la demanda varía
según la época, misma que se ha incrementado a partir
de que en la UV se realiza el Examen General de Egreso para la Licenciatura
(EGEL): “Hay facultades en que el 95 por ciento de sus egresados
se titularon con esta modalidad”, aseguró Carlos Gómez
Vignola, quien se mostró satisfecho con el desempeño
de la dependencia universitaria que dirige. |