Año 2 • No. 84 • noviembre 25 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales
 
 Información General

 Compromiso Social

 Arte Universitario

 Foro Académico

 Halcones al Vuelo

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

 
Las crónicas de la evangelización
como fuente histórica generan confusión
Edith Escalón Portilla

Guy Rozat Dupeyron.
A pesar de estar desligado de la antropología desde hace tiempo, Guy Rozat Dupeyron, autor del libro América: imperio del demonio, asistió al encuentro que antropólogos de la UV organizaron para conmemorar los 45 años de su facultad. Ahí, frente al auditorio estudiantil, habló de la necesidad de recuperar la densidad histórica que envuelve a muchas fuentes de referencia de la antropología para conocer las verdaderas implicaciones de sus primeros relatores.
Al tomar como referencia sus publicaciones, Rozat explicó cómo la mayoría de los historiadores y antropólogos recogen textos de los siglos XVI, XVII y XVIII para volverlos libros de consulta o de historia, permitiendo convertirlos en fuentes oficiales de la antropología y de la historia.

Esta práctica elimina toda la densidad histórica de un texto evidentemente modelado por el contexto. “Cuando
la gente nos dice que el primer antropólogo de América es fray Bernardino de Sahagún y el primer hombre de izquierda fray Bartolomé de las Casas, toma una actitud errónea, que engaña también a quienes se transmite este conocimiento”.
Aseguró que la gente adopta los textos del siglo XVI como si fueran reportes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). “Es como si Bernardino de Sahagún acabara de regresar de sus exploraciones de campo y nos diera su última versión del imperio azteca, pero en esos libros no había ningún interés por hacer estudios académicos e investigación científica”.

Rozat Dupeyron asumió como fundamental historicizar no sólo la producción actual, sino el pasado, es decir, los textos que hoy son usados como fuentes del conocimiento. Tal fue el objetivo de su libro América, imperio del demonio, que publicó en 1996, acerca de la crónica de Andrés Pérez de Rivas, evangelizador de los yaquis.

En su opinión, el acto de leer las crónicas de la evangelización como fuente para la historia genera confusión, pues no fueron escritas originariamente para el uso de los historiadores modernos.

Debido a esta confusión, la mayoría de las veces imperceptible para el investigador, se les transforma en textos descriptivos, que al ser interpretados de esta forma se convierten en documentos de tal validez que el estudioso sólo se preocupa por saber si el texto dice la verdad (la relación del texto con lo que cuenta) y se desentiende de la verdad del texto, subrayó el ex académico de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

“Para mí, lo importante ya no sigue siendo la verdad externa o referencial de la crónica, sino la verdad del texto en tanto que es expresión del contexto teológico desde donde se escribió”.

Rozat concluyó diciendo que la pregunta fundamental que se le debe hacer al texto ya no es cómo eran los indios reales, sino cómo “pueden ser indios” en el texto de Pérez de Rivas, es decir, cómo se constituye en la obra una figura que el autor llama “indios”, y terminar con la interrogante que se refiere a la lógica de su trabajo: “¿Bajo qué condiciones podemos adoptar figuras retóricas del indio construidas por el erudito jesuita?”. Mi interés –apuntó– ha sido buscar una reapertura de la lectura de estos textos”.

Guy Rozat Dupeyron es doctor en Sociología por la Universidad de París. Desde 1976 es investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y de 1976 a 1978 fue profesor de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde fundó la licenciatura en Historia. Entre sus publicaciones se encuentran América: imperio del demonio, además de Indios imaginarios e indios reales en los relatos de la conquista de México. Actualmente es profesor en la Facultad de Historia de la UV.