La
diferencia entre orgánico e inorgánico radica básicamente
en su resistencia física, determinada en gran medida por
el tipo de elementos que les conforman, ante los embates del entorno.
El tiempo suele ser más benevolente con una de las dos clasificaciones
y el cuerpo humano, en el rango de lo orgánico, es efímero
por antonomasia.
El cuerpo es la parte material de un ser animado, es lo que le permite
manifestarse ante los sentidos de otros seres (animados también)
para dar fe de su existencia.
Sabemos que la esencia va más allá de la forma pero
quizá por eso somos humanos, porque también somos
materia y como tal, nos transformamos originando a una apariencia
diferente a la original.
Sócrates antes de morir reflexionaba, junto a discípulos
y amigos, sobre la importancia del alma en la existencia de todo
ser. Bajo este contexto, la fotógrafa Luanda Smith presenta
su nueva exposición Cuerpo de piedra, inaugurada el pasado
21 de noviembre y que permanecerá hasta el fin de año
en una de las salas que integran la Galería de Arte Contemporáneo,
ubicada en Xalapeños Ilustres 135.
Smith considera que si lo que es inmortal no puede perecer jamás,
por mucho que la muerte se aproxime al alma, es absolutamente imposible
que el alma muera... el alma no recibirá nunca en sí
la muerte, jamás morirá.
El alma no es sólo inmortal, sino absolutamente imperecedera.
Así pues, cuando la muerte sorprende al hombre, lo que hay
en el de mortal muere, y lo que hay de inmortal se retira, sano
e incorruptible, cediendo su puesto a la muerte:
“Si el alma es inmortal, hay necesidad de cuidarla no sólo
durante la vida, sino también para el tiempo que viene después
de la muerte, porque si bien lo reflexionáis es muy grave
el abandonarla. Si la muerte fuese la disolución de toda
existencia, de nada valdrían los recuerdos”, dice Luanda
Smith.
Cuerpo de piedra de Luanda Smith es la última exposición
que presenta este año la Galería de Arte Contemporáneo.
Está abierta al público todo diciembre en el centro
de Xalapa.
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