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Avispas
contra la broca del café
Ricardo Luna Aburto
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Muy
pronto, productores de las regiones cafetaleras del estado implantarán
una nueva técnica para proteger a este importante sector
que no sólo ha sido devastado por las plagas, sino también
por la caída de los precios del grano y la apatía
de las autoridades, entre otros factores que lo tienen hundido.
Se trata de la introducción al campo veracruzano de la avispa
Cephalonomia stephanoderis, que parasita la broca del café
en su etapa de inmadurez. |
Si bien
esta práctica no es nueva, tratará de controlar
de manera efectiva a la temida broca gracias al uso de la biotecnología
y el control por parasitoides, informó Antonio García
Hernández, profesor de la Facultad de Agronomía
de la UV.
Dejó
muy en claro que utilizar a la avispa Cephalonomia stephanoderis
no significa que el nocivo organismo de la broca, que hoy plaga
los campos cafetaleros de todas las regiones veracruzanas, tenga
los días contados o vaya a desaparecer; sólo va
a ser controlado, reafirmó.
Comentó que, aunque la medida no sea definitiva, lo importante
es que la Facultad de Agronomía contribuya en el combate
a la broca del café, un insecto de mayor importancia en
las plantaciones de café en el mundo que afecta a un 90
por ciento a los frutos, lo cual deriva en un bajo rendimiento
del cultivo.
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Ponen
en marcha esta práctica, dos empresarios cafetaleros
de la región de Coatepec y Emiliano Zapata, en coordinación
con la Facultad de Agronomía-Xalapa |
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Otras
ventajas de introducir a la avispa Cephalonomia stephanoderis son
su bajo costo y que no daña al medio ambiente, pues actualmente
se utilizan técnicas biológicas en reemplazo de los
insecticidas que son costosas y altamente tóxicas.
El también certificador internacional para el café
de exportación a varios países de Europa indicó
que, como antecedente, este organismo fue introducido a México
por vez primera por el Centro de Investigaciones Ecológicas
del Sureste, conocido como Ecosur.
El primer pie de cría se implantó en el país
entre 1998 y 1999. En 1991 muchos productores del estado sabían
de su existencia; sin embargo, esta tecnología no fue aprovechada
debido a una falta de información y de programas gubernamentales
apropiados.
En ese entonces, los primeros pies de cría de la avispa se
ubicaban en Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz. Al desaparecer
en la entidad el Instituto Mexicano del Café (Inmecafé),
principal promotor en ese tiempo de la biotecnología, el
control ecológico con este organismo se perdió y pasó
a manos de productores de Alemania que producían café
orgánico en la zona de Chiapas.
Fue en el 2002 que, gracias a la iniciativa de dos empresarios cafetaleros
de la región de Coatepec y Emiliano Zapata, en coordinación
con la UV y el Colegio de la Frontera Sur unidad Tapachula, se interesaron
en introducir un pie de cría del parasitoide. |
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Dicho
pie de cría, que apenas está en etapa de reproducción,
se compone de tres mil insectos benéficos; de los cuales
se calcula que, bajo condiciones óptimas de reproducción,
se logren unos 25 mil organismos, ya que su ciclo de reproducción
es rápido.
Esto significa una ventaja para controlar la broca, explica García
Hernández, ya que al ser su ciclo de reproducción
más corto con relación al de la broca de café
(28 a 30 |
días)
este parasitoide no tiene mayor ventaja de sobrevivir, ya que su
ciclo biológico es de aproximadamente 20 días. Y es
en esta etapa cuando la larva del parasitoide se come a la adulta
de la broca, por lo que su ciclo se ve interrumpido en menos de
diez días.
Este organismo de la avispa es parásito sólo en su
fase de inmadurez o larva, y como adulto viene a ser un insecto
benéfico que vive libremente y no causa daños secundarios.
Cabe mencionar que el ciclo de reproducción de la avispa
Cephalonomia stephanoderis comprende la posibilidad de que habite
un macho por cada siete hembras. Una hembra puede vivir hasta más
de 200 días y poner huevecillos durante todo su ciclo de
vida hasta 130 descendientes.
El especialista relató que esta tecnología es nueva
en la región de Coatepec y está dirigida a los productores
de café orgánico en razón de su prestigio mundial.
Además, el control biológico con parasitoides resulta
rentable, ya que el insecto no daña el medio ambiente, no
contamina al hombre y no es nocivo para las plantas y animales,
es un parásito obligado del fruto del café. Donde
no haya broca no se reproduce este parasitoide.
García Hernández agregó que de esta tecnología
no se tiene ninguna experiencia en la Facultad de Agronomía.
Los alumnos inmersos en el meif están retomando lo del control
biológico. Los parasitoides tienen un costo de producción
masiva de alrededor de 20 centavos, aunque el primer pie de cría
que se compró tuvo un costo elevado, debido a que son respaldados
por un certificado de origen y pureza que otorga el Colegio de la
Frontera Sur.
Una vez que se haya cumplido con la meta de reproducción,
se prevé que la liberación del insecto se realice
entre los meses de marzo y abril del año próximo,
en las instalaciones que han preparado los productores de la finca
Roma, en Emiliano Zapata.
Como parte de las acciones de capacitación en la Facultad
de Agronomía, alumnos en servicio social están participando
para conocer más de cerca esta tecnología, aunque
no siempre comparten el gusto por la actividad del campo, señaló
Antonio García.
No obstante, dijo que los estudiantes que sí se han involucrado
están más concientes de que el objetivo del control
biológico es no seguir contaminando el medio ambiente y recurrir
a otras alternativas, a fin de que el productor pueda convivir con
la plaga sin mayor problema.
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