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El INAH reconoció el trabajo
realizado en el Museo
de Antropología de Xalapa
Recibe el MAX premio en museografía
Alma Espinosa Arroyo |
El
Museo de Antropología de Xalapa (MAX) recibió la mención
honorífica en la categoría Trabajo de diseño
e instalación de exposición, en la edición
2001 de los premios anuales que auspician el Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes (Conaculta).
Entre ellos se encuentra el reconocimiento “Miguel Covarrubias”,
que se otorga a los proyectos en museografía e investigación
de museos, y correspondió al trabajo De lo temporal a lo
permanente. Museografía para la Sala Higueras del Museo de
Antropología de Xalapa, elaborado por el director del max,
Rubén Morante López, el pasante de arqueología
Juan Bonilla Sánchez y la arquitecta Karina Huerta Conde.
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La mención
se entregó en el Museo Nacional de Antropología
el pasado 19 de diciembre de 2002 por la presidenta del Conaculta,
Sari Bermúdez, y por el director del INAH, Sergio Raúl
Arroyo. El proyecto de la Sala Higueras, que ahora puede ser admirado
en el max, fue escrito por Rubén Morante con información
de Juan Bonilla.
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El proyecto
que se hizo acreedor a un reconocimiento nacional se puso
en marcha en el museo como una
exposición temporal, a la que asistieron (por primera
vez
en el MAX) más de seis mil visitantes de 30 países |
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Karina
Huerta. |
Karina
Huerta realizó el catálogo que muestra los fragmentos
de los murales encontrados en la zona de Higueras, cerca de la desembocadura
del río Nautla. Lo que ahora queda como zona arqueológica
fue construido entre las postrimerías del periodo clásico
e inicio del posclásico, esto es, 700 a 1000 después
de Cristo.
De 1968 a 1973, arqueólogos de la uv iniciaron trabajos de
investigación, rescate y restauración. En aquellos
años recuperaron más de 180 fragmentos de pintura
que, una vez estudiados por el inah, quedaron en custodia del MAX.
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En
1999 comenzó el proyecto de Higueras, que consistió
en seleccionar los mejores fragmentos para colocarlos en la sala.
La elección estuvo basada en el buen estado de las piezas
y la aportación que pudieran hacer en la reconstrucción
de los murales que resguardan la historia de civilizaciones muy
antiguas. |
Rubén Morante López. |
A decir de Rubén Morante, todavía no se puede identificar
con exactitud la cultura que dejó su huella en Higueras,
ya que –según estudios– la lengua que en ese
entonces se utilizaba no correspondía al totonaco. Sin embargo,
debido a la observación y comparación de los gráficos,
se puede suponer que pertenece a la cultura maya.
El proyecto que se hizo acreedor a un reconocimiento nacional se
puso en marcha en el museo como una exposición temporal,
a la que asistieron (por primera vez en el max, en una sala de este
tipo) más de seis mil visitantes de 30 países, a quienes
se les pidió que |
opinaran
acerca de la sala y de si querían que este tipo de exposiciones
fuera permanente.
El resultado, comentó el director del Museo, fue halagador,
porque en las 500 opiniones vertidas no hubo muestras de desagrado,
y sí de felicitación. En aquella ocasión se
reconstruyó sólo una esquina del templo que en sus
paredes contiene los murales; ahora ya podemos ver la reconstrucción
de la base del templo con todas las piezas originales. |
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