anticonceptiva.
Ésta liberó y transformó el concepto de sexualidad
en la mujer. Ahora, el sexo se dejó de ver como un requisito
para perpetuar la especie y adquirió el carácter de
actividad, a la que la mujer también tenía acceso
sin consecuencia alguna. Fue entonces una verdadera forma de placer.
anticonceptiva. Ésta liberó y transformó el
concepto de sexualidad en la mujer. Ahora, el sexo se dejó
de ver como un requisito para perpetuar la especie y adquirió
el carácter de actividad, a la que la mujer también
tenía acceso sin consecuencia alguna. Fue entonces una verdadera
forma de placer.
Pero al fin y al cabo la constante continuó y el interés
de evitar embarazos se mantuvo del mismo lado. Hoy en los albores
del siglo xxi, surge lo que podría ser el punto de equilibrio
en este tema. La empresa alemana Schering y el consorcio holandés
Organon, anunciaron la semana pasada que desarrollarán la
primera píldora anticonceptiva para hombres y contemplan
su venta en el mercado europeo y estadounidense en un plazo de entre
cinco y siete años.
Las firmas químico farmacéuticas utilizarán
una mezcla artificial de hormona masculina y femenina, y se trata
del producto de Schering Undecanoat (testosterona artificial), y
el Etonorgestrel (progesterona) de Organon. Werner-Karl Raff,
director del Departamento Administrativo de Control de Fertilidad
y Terapia Hormonal de Schering, indicó que esas sustancias
son la mejor combinación que se conoce como anticonceptivo
hormonal.
Resaltó que en realidad la llamada píldora no es una
píldora, sino que se trata de una inyección de testosterona
que deberá ponerse cada tres meses. Además de
un implante en la parte superior del brazo de un tubo flexible de
cuatro centímetros de longitud y dos milímetros de
diámetro que contiene progesterona para todo un año.
El cerebro controla la producción diaria de hasta 100 millones
de espermatozoides y las hormonas juegan el papel de mensajeras,
ya que éstas llegan a los testículos a través
de vías sanguíneas y estimulan la producción
de testosterona y de espermatozoides.
El método anticonceptivo con hormonas impide ese proceso,
ya que las hormonas artificiales “engañan” al
cerebro al simular una producción continua de testosterona
de manera que el cuerpo deja de producir hormonas propias.
Muchos hombres preferirían tomar una píldora en lugar
de recibir inyección y un implante, pero esto no es posible,
ya que según los expertos, la pastilla con testosterona,
llega directamente al hígado donde se desintegra antes de
surtir un efecto anticonceptivo.
Según Schering, desde 1997 se llevan a cabo estudios con
otras combinaciones de hormonas masculinas y femeninas, sin embargo
hasta ahora no se hicieron pruebas con las sustancias Undecanoat
y Etonorgestrel.
Werner-Karl Raff resaltó que los estudios con testosterona
y progesterona que se llevaron a cabo en el Instituto para Medicina
Reproductiva de la Universidad de Münster dieron buenos resultados
por lo que se tiene confianza en que puede llevarse al mercado.
Agregó que se prevé producir un anticonceptivo que
sea incluso más seguro que un condón, y resaltó
que sin embargo no será tan seguro como una píldora
para mujer donde sólo se controla un óvulo y no millones
de espermatozoides.
Werner-Karl Raff subrayó que si bien hasta ahora no se conocen
los efectos secundarios del nuevo tratamiento anticonceptivo, es
probable que éstos sean similares a los de las píldoras
para mujeres. De acuerdo con Schering y Organon, este año
se llevarán a cabo Estudios Fase II en varias ciudades de
Europa y en Estados Unidos, de manera que a lo largo de dos años
se probará una dosis del medicamento en 200 parejas.
Vivimos en una época en el que cada día amanecemos
con informaciones que nos aturden. Desde hace un mes a toda hora
leemos, escuchamos o vemos que decenas de seres humanos serán
clonados próximamente por los raelianos. Incluso, nos dicen
que somos producto de la clonación, que somos semejantes
a los extraterrestres y que lo que pensábamos era un error.
Pareciera como si ya lo hubiéramos vivido alguna vez. Podemos
creer en esto o no, pero la conformación y al menos la llegada
de los seres humanos a este planeta, al menos en nuestros días,
aún se lleva a cabo a la antigua, cuando un óvulo
y un espermatozoide se unen.
Así que mientras nadie nos demuestre lo contrario, y si bien
es cierto que la carga reproductiva seguirá recayendo en
la mujer, este nuevo método sin duda que será de gran
utilidad para la madre naturaleza, porque tal parece que los seres
humanos no entendemos aún que estamos terminando con el mundo
en el que habitamos, sobre todo después del último
censo que nos indica que somos algo así como seis mil
100 millones de habitantes.
Pero al fin y al cabo la constante continuó y el interés
de evitar embarazos se mantuvo del mismo lado. Hoy en los albores
del siglo xxi, surge lo que podría ser el punto de equilibrio
en este tema. La empresa alemana Schering y el consorcio holandés
Organon, anunciaron la semana pasada que desarrollarán la
primera píldora anticonceptiva para hombres y contemplan
su venta en el mercado europeo y estadounidense en un plazo de entre
cinco y siete años.
Las firmas químico farmacéuticas utilizarán
una mezcla artificial de hormona masculina y femenina, y se trata
del producto de Schering Undecanoat (testosterona artificial), y
el Etonorgestrel (progesterona) de Organon. Werner-Karl Raff,
director del Departamento Administrativo de Control de Fertilidad
y Terapia Hormonal de Schering, indicó que esas sustancias
son la mejor combinación que se conoce como anticonceptivo
hormonal.
Resaltó que en realidad la llamada píldora no es una
píldora, sino que se trata de una inyección de testosterona
que deberá ponerse cada tres meses. Además de
un implante en la parte superior del brazo de un tubo flexible de
cuatro centímetros de longitud y dos milímetros de
diámetro que contiene progesterona para todo un año.
El cerebro controla la producción diaria de hasta 100 millones
de espermatozoides y las hormonas juegan el papel de mensajeras,
ya que éstas llegan a los testículos a través
de vías sanguíneas y estimulan la producción
de testosterona y de espermatozoides.
El método anticonceptivo con hormonas impide ese proceso,
ya que las hormonas artificiales “engañan” al
cerebro al simular una producción continua de testosterona
de manera que el cuerpo deja de producir hormonas propias.
Muchos hombres preferirían tomar una píldora en lugar
de recibir inyección y un implante, pero esto no es posible,
ya que según los expertos, la pastilla con testosterona,
llega directamente al hígado donde se desintegra antes de
surtir un efecto anticonceptivo.
Según Schering, desde 1997 se llevan a cabo estudios con
otras combinaciones de hormonas masculinas y femeninas, sin embargo
hasta ahora no se hicieron pruebas con las sustancias Undecanoat
y Etonorgestrel.
Werner-Karl Raff resaltó que los estudios con testosterona
y progesterona que se llevaron a cabo en el Instituto para Medicina
Reproductiva de la Universidad de Münster dieron buenos resultados
por lo que se tiene confianza en que puede llevarse al mercado.
Agregó que se prevé producir un anticonceptivo que
sea incluso más seguro que un condón, y resaltó
que sin embargo no será tan seguro como una píldora
para mujer donde sólo se controla un óvulo y no millones
de espermatozoides.
Werner-Karl Raff subrayó que si bien hasta ahora no se conocen
los efectos secundarios del nuevo tratamiento anticonceptivo, es
probable que éstos sean similares a los de las píldoras
para mujeres. De acuerdo con Schering y Organon, este año
se llevarán a cabo Estudios Fase II en varias ciudades de
Europa y en Estados Unidos, de manera que a lo largo de dos años
se probará una dosis del medicamento en 200 parejas.
Vivimos en una época en el que cada día amanecemos
con informaciones que nos aturden. Desde hace un mes a toda hora
leemos, escuchamos o vemos que decenas de seres humanos serán
clonados próximamente por los raelianos. Incluso, nos dicen
que somos producto de la clonación, que somos semejantes
a los extraterrestres y que lo que pensábamos era un error.
Pareciera como si ya lo hubiéramos vivido alguna vez. Podemos
creer en esto o no, pero la conformación y al menos la llegada
de los seres humanos a este planeta, al menos en nuestros días,
aún se lleva a cabo a la antigua, cuando un óvulo
y un espermatozoide se unen.
Así que mientras nadie nos demuestre lo contrario, y si bien
es cierto que la carga reproductiva seguirá recayendo en
la mujer, este nuevo método sin duda que será de gran
utilidad para la madre naturaleza, porque tal parece que los seres
humanos no entendemos aún que estamos terminando con el mundo
en el que habitamos, sobre todo después del último
censo que nos indica que somos algo así como seis mil
100 millones de habitantes. |