Año 3 • No. 89 • enero 27 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 Información General
 
 
Foro Académico

 Observatorio
 de la Ciencia

 Date Vuelo

 Arte Universitario
 
 
Halcones en Vuelo

 
Contraportada


 Números Anteriores


Créditos



 

 

 

El ayuno en el deportista
José Madrigal Madariaga (Nutriólogo de la DADUV)

Para movilizar las reservas de grasa corporal, algunos deportistas piensan que es necesario no aportar grasa comestible a carbohidratos en cantidad suficiente por temor a incrementar su peso. Como consecuencia de esto, nos encontramos con deportistas que ocasionalmente antes de una competencia, en especial los deportes que se rigen por categorías y pesos, se someten a ayunos de 24 horas o más reduciendo su consumo calorífico y de

este modo conseguir adelgazar. Es cierto que durante el tiempo que se aplica esta abstinencia alimenticia la persona pierde peso debido a la movilización de una parte de las grasas de reserva, que servirán como fuente de energía para cubrir las necesidades del cuerpo en reposo y en actividad. Pero, por otro lado, también por ayunar se agotan las reservas de energía almacenadas en hígado y músculo, lo que expone al deportista a disminuir su rendimiento físico al igual que las capacidades de concentración y de alerta. Por lo tanto, el ayuno y el deporte forman una mala pareja. El ayuno aumenta la capacidad de almacenamiento de modo que, con relación a una misma comida, una persona que haya ayunado almacenará mayor cantidad de lípidos o grasas cuando vuelva a comer.

Como consecuencia de un efecto de rebote, quien haya ayunado unos días antes de la competencia en la primer comida después del ayuno, recuperará su peso corporal.

Saltarse una comida o ayunar, no constituye un sistema adecuado para adelgazar en poco tiempo para un deportista.