Año 3 • No. 91 • febrero 10 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 
Información General

 Reg. Coatzacoalcos-  Minatitlán

 Reg. Veracruz-Boca
 del Río

 Reg. Córdoba-Orizaba
 
 Foro Académico

 Arte Universitario
 
 Observatorio
 de la Ciencia

 Halcones al Vuelo

 
Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 
Primordial en el desarrollo de los niños...
Jugar a ser grandes
Patricia Meléndez Aviña
(Coordinadora del diplomado Desarrollo Integral Infantil)
En el diplomado Desarrollo Integral durante la infancia, que ofrece el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la nuestra casa de estudios, se contemplan la mayoría de los aspectos del desarrollo integral de los niños y de las niñas en sus primeros años de vida.

Cuando observamos que los niños juegan, nuestros comentarios sobre estas acciones son en torno a sus creaciones, a lo simpático de sus diálogos, a cómo imitan a personajes de su familia o de su entorno. Además, creemos que ellos sólo pasan el tiempo y se divierten un rato con estos juegos.

Sin embargo, los pequeños, en estas escenas casi reales, realizan continuamente acercamientos y ensayos de su propia vida. De esta forma, espontáneamente y como un acto auto iniciado, se preparan para su futura personalidad.

En investigaciones recientes en la rama de las neurociencias se encontró por ejemplo, que el jugar a ser, tiene enormes implicaciones en todas las áreas del desarrollo y la relación entre este tipo de juego y la función cognitiva es muy estrecha. Es obvio pensar que el jugar o imitar algo ficticio ponga en funcionamiento varias áreas del cerebro, entre ellas la cognición, el lenguaje, y los actos sensoriomotores, y por lo tanto promueva así el desarrollo de conexiones sinápticas cerebrales (Bergen y Coscia, 2001)

En cuanto a la relación entre el juego de pretender y la cognición, se han encontrado resultados que no dejan de sorprendernos. Por ejemplo, Doris Bergen (2002) de la Universidad de Miami, encontró que con el juego simbólico los niños y las niñas desarrollan estas habilidades cognitivas: planear eventos conjuntamente con sus compañeros de juego; negociación; solución de problemas que se les presentan durante el juego; y búsqueda de metas.

Por otro lado, cuando nos involucramos en un juego de roles con los chicos, podemos advertir también, que están ocurriendo otros procesos mentales, al momento de improvisar sus diálogos, al tomar un papel en dicha escena, al elaborar un argumento de lo que van a decir en cada uno de los papeles que les toca representar, además del intercambio social y afectivo que desarrollan en su juego.

En conclusión, podemos afirmar sin lugar a dudas que el “jugar a ser alguien” tiene enormes implicaciones para el desarrollo integral de los niños y niñas preescolares, y la próxima vez que “Silvia le hable a su esposo para que pase a pagar el teléfono, pues a ella se le hizo tarde”, los educadores pongamos atención y comprendamos que se están llevando a cabo importantes sucesos relacionados con el aprendizaje significativo.