Danner
González Rodríguez, estudiante del séptimo
semestre de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana,
recibirá en marzo un reconocimiento del Instituto Mexicano
de la Juventud, por haber obtenido el cuarto lugar en el Premio
Nacional de Ensayo Político.
Este galardón apuntalará el arduo trabajo de Danner
González, quien ha sobresalido en distintos concursos como
el Premio al Estudiante Universitario 2002, donde obtuvo el segundo
lugar en la categoría de Ensayo Humanístico con el
trabajo “La memoria histórica de México: entre
el olvido y el Alzheimer”.
Tras indicar que la entrega del Premio Nacional de Ensayo Político
está prevista para los primeros días de marzo, González
Rodríguez indicó que tal logro fue posible al concursar
con un trabajo donde plasmó parte de las inquietudes que
ha detectado entre los jóvenes universitarios y su relación
con la política estatal de antaño. |
“Es
un esbozo general de lo que son los jóvenes, un recuento
histórico hacia los años veinte, recordando a los
integrantes del Ateneo de la Juventud. Allí, jóvenes
como Alfonso Reyes, Antonio Caso y José Vasconcelos figuraron
en algún momento, y quién pensaría que iban
a ocupar a la larga grandes puestos a nivel nacional”.
Agregó que con las ideas vertidas en su trabajo se puede
construir una ensayística vasta, que exprese lo que los jóvenes
quieren decir dentro de la política nacional. “No podemos
aceptar cuotas de partidos políticos, ya que una cuota para
los jóvenes sería una palabra obscena que limita;
más que eso debemos preocuparnos por trabajar y construir
un nuevo espacio para nosotros”.
Señaló que tiene proyectado crear un Ateneo de la
Juventud que tendría el nombre de Ateneo de la Juventud Veracruzana,
órgano ideológico que reuniría a jóvenes
de Arquitectura, Biología y Ciencias de la Comunicación
de la UV, así como de otras instituciones que ya han demostrado
su interés en el proyecto.
Por último, Danner González citó a Samuel Ramos
y su obra El perfil del hombre y la cultura en México, donde
este autor menciona que los jóvenes no tienen la fuerza ni
la suficiente experiencia para participar en la vida nacional. A
lo que González Rodríguez responde: “Yo creo
que el concepto ya puede cambiar, hoy no puede hablarse tan fácilmente
de jóvenes inmaduros porque tenemos muchas herramientas a
nuestro alcance para poder alcanzar, si no la madurez completa,
sí la asesoría de otras personas que nos permitan
ver las cosas desde un punto de vista diferente”.
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