|
|
Estudiantes
de Tuxpan realizaron investigación en el Buque-Escuela
de la UNAM
Tres halcones se hacen a la
mar
Anabel Guillén
|

Los estudiantes pasaron más de dos
semanas a bordo de este Buque-Escuela coadyuvando en labores de
investigación. |
Poza
Rica, Ver.- Bien dicen que un buen amigo es mejor
que un buen tesoro, y uno de esos amigos de José Valdez Zenil,
catedrático de la Facultad de Biología de Tuxpan,
es César Flores Coto, quien a su vez es investigador de la
Facultad de Ciencias de la UNAM. Él fue el enlace que facilitó
que tres alumnos del sexto semestre de Biología fueran beneficiados
con becas para realizar investigación en altamar a bordo
del Buque-Escuela “Justo Sierra”, perteneciente a la
UNAM, del 18 de febrero al 6 de marzo de 2003.
|
“Fue
una experiencia inolvidable y de aprendizaje de muy alto nivel”,
dijeron Martín Ruiz Mendoza, Ubaldo Román Hernández
y Ariel Rodríguez Soto, quienes sin dudar ni un momento
aceptaron abordar el barco que los llevaría a una de las
experiencias más significativas en su formación
profesional.
Durante
su estancia en el Buque-Escuela fueron elevados a la categoría
de investigadores, es decir, coadyuvaron en todas las actividades
que se desarrollaron durante la Campaña “Promebio-7”,
junto con otros alumnos de la UNAMy de la UAM Xochimilco.
|

Los
estudiantes participaron en la Campaña
“Promebio-7”, un proyecto de investigación sobre
mecanismos biológicos.
|
La
Campaña “Promebio-7” es un proyecto de investigación
sobre mecanismos biológicos en la zona sur del Golfo de México,
explicó Ubaldo Román Hernández, con el que
se llevaron a cabo monitoreos desde Yucatán hasta Coatzacoalcos:
“Retomamos aspectos de fitoplancton, zooplancton, muestras
de materia orgánica que se encuentra en el agua, muestras
de sedimento, y pusimos en práctica lo que aprendimos sobre
cómo medir la temperatura del agua, la dirección del
viento, ubicación por coordenadas”.
Comentó que los tres halcones se enfocaron al aspecto del
zooplancton, armaron mecanismos, colocaron redes, analizaron datos
de la bitácora y diferentes muestras, entre otras muchas
actividades de apoyo en el buque: “Jamás nos quedamos
sentados, lo esencial era aprender todo lo que se pudiera”,
aseguraron. |
Los
estudiantes visitaron durante 16 días diversos
puntos en litorales del Golfo de México |
|
Los
tres estudiantes fueron elevados a la categoría de investigadores.
|
Pese
a que dijeron que embarcarse les provocó mareos y malestar
estomacal, los estudiantes disfrutaron del viaje y de la investigación:
“Tuvimos avistamiento de delfines y otras especies. Aprendimos
de todo y de todos, la convivencia con los demás investigadores
y con la tripulación del barco también nos hizo crecer,
tanto profesional como personalmente”, aseguró Martín
Ruiz Mendoza.
Agregó que la experiencia fue muy importante para su carrera
y sin duda un gran aporte a los estudios que ahora cursan: “Una
de las cosas que más gustó es que se nos asignaron
responsabilidades, trabajábamos ocho |
horas
y descansábamos ocho, y así sucesivamente; desarrollamos
diversas actividades en cada estación y aprendimos de todo.
Personalmente, me siento muy agradecido porque sé que somos
los primeros en tener la oportunidad de abordar un buque-escuela
y siento que al aprovecharla al máximo correspondimos a tal
distinción”.
Respecto al viaje, Ariel Rodríguez Soto comentó que
en el buque visitaron mares territoriales de Campeche, Tabasco y
Yucatán, especialmente el cañón de Campeche. |
Durante
el recorrido tuvieron un avistamiento de delfines. |
Por
su parte, José Valdez Zenil, maestro de los muchachos, comentó
que los jóvenes fueron “muy afortunados al haber realizado
este viaje, pues siempre ha sido mi interés que los alumnos
aprendan más allá de las aulas, más allá
de las prácticas tradicionales”. Añadió
que esta oportunidad fue importante por su trascendencia y porque
ellos son los primeros en abordar un buque escuela en toda la Universidad
Veracruzana.
|
“Puedo
decir que los investigadores de la UNAM son excelentes, pero estamos
a la par de ellos, ni más ni menos, aunque siempre hay
algo que aprender, porque cuando estamos en el mar prácticamente
no somos nada, nos volvemos entonces una gran familia. Como su
maestro, me interesa su formación, que tengan las oportunidades
que nosotros no tuvimos y sobretodo, que las aprovechen”,
puntualizó.
El Buque-Escuela “Justo Sierra” pertenece a la UNAM,
es una nave de altura de más de 800 toneladas, equipada
con laboratorios de alta precisión, radares, computadoras,
congeladores para conservación de muestras, y con todo
lo necesario para hacer travesías hasta de 32 días.
Guillermo
del Ángel Román, capitán del barco, comentó
que el Buque-Escuela “Justo Sierra” es un barco multidisciplinario,
diseñado expresamente para la investigación. Dijo
que en México sólo hay dos, éste en el Atlántico
y el otro es el “Puma”, que surca los mares del Pacífico;
ambos son de la unam y pueden ir desde cualquier punto de los
litorales mexicanos hasta el extremo de Sudamérica, aunque
no deben cruzar al océano opuesto.
Añadió que le agradó que los estudiantes
de la UV abordaran el buque, ya que nunca habían tenido
investigadores de nuestra casa de estudios, lo cual sienta un
precedente para que en el futuro se promueva el beneficio de la
obtención de becas entre los universitarios y aprovechen
toda esta tecnología al servicio de la investigación.
Si desean contactarse con alguno de los estudiantes o con su profesor
pueden escribir a los siguientes correos electrónicos:
jvaldez@uv.mx
y valzenil@prodigy.net.mx.
|
|
|
|