La capacidad y la creatividad humanas han dado lugar a la investigación. El ser humano siempre está indagando. La investigación humanística se caracteriza por estudiar, analizar e interpretar ideas o fenómenos insertos en un contexto histórico y cultural. Generalmente esto implica el trabajo con textos u objetos de estudio en el que se trata de establecer conexiones, ofrecer interpretaciones o inclusive, encontrar contradicciones entre ellos.

A diferencia de la investigación científica, que busca dejar asentadas las respuestas a preguntas muy específicas, todo indica que la investigación humanística tiende, más bien, a plantear preguntas y explorarlas. Se supone que en la ciencia se comprueba una hipótesis y, quizás así sea, pero sólo hasta que transcurra el tiempo necesario para que una nueva tesis (es decir, una hipótesis que ha logrado comprobarse) venga a descartarla.

¿Acaso no se hace lo mismo en humanidades, sólo que trabajando grupos de ideas en vez de fenómenos repetibles? Tal vez la principal diferencia entre la investigación científica y la humanística radique más en una cuestión del grado de comprobación que se busca alcanzar que en el tipo de indagación en sí.

Por su naturaleza, este tipo de investigación suele ser interdisciplinario, de manera que se atraviesan fronteras, por poner un ejemplo, entre la historia y la literatura, o la lengua y la política, etc.