Pasión por Nietzsche

por Jesús Guerrero

No deja de llamar la atención que la obra de un filósofo haya alcanzado una difusión a nivel masivo. Es el caso de la de Nietzsche. Recuerdo de niño, cuando acompañaba a mis padres a realizar las compras de la despensa semanal, haber visto las ediciones de Editorial Época, sello que contenía en su catálogo obras universales de autores tales como Stefan Zweig, Herman Hesse, Boccaccio, Pablo Neruda, Horacio Quiroga, Giovanni Papini, Mark Twain, Karl Marx, entre otros.

Entre los libros de estas figuras se encontraban Así hablaba Zaratustra  y El anticristo, título que me atraía poderosamente cada vez que lo veía en las mesas del supermercado, al tiempo que me generaba cierto temor. Pocos pensadores modernos han generado tanta atención e influencia como Nietzsche, no sólo entre los filósofos sino también entre escritores, artistas y académicos. Ante su complejidad y ambiciones intelectuales, varias de las mentes más lúcidas de la cultura occidental han escrito miles de páginas y construido diversas expresiones artísticas para admirarlo, descifrarlo, confrontarlo o criticarlo.

Julio Quesada es producto y forma parte de estos dos fenómenos: el de la gran difusión y el de la influencia del autor de La genealogía de la moral. La lectura de Nietzsche. Afirmación y demonio melancólico  representa una empresa peliaguda e intensa, pero al mismo tiempo muy enriquecedora, y no lo es por las dimensiones del volumen, cuya gran extensión podrá constatar el posible lector, sino por la complejidad y la hondura de los temas abordados y el gran cúmulo de referencias bibliográficas que van entretejidas con la escritura de nuestro autor.

No cabe la menor duda de que la relectura, la investigación, la comparación crítica, la anotación, la reflexiva escritura y la corrección sucesiva hasta llegar a un original definitivo —que le representaron varios años de un gran esfuerzo físico e intelectual a Quesada— han alcanzado un resultado óptimo y que los interesados en la obra de Nietzsche podrán agradecer ahora que se difunde a través de esta novedad de la Editorial de la Universidad Veracruzana.

Con una prosa rigurosa y aguda, Julio Quesada nos ofrece aquí una aportación más para desentrañar, revisar, analizar, actualizar y criticar el pensamiento del filósofo alemán. Su pasión por Nietzsche, nos advierte, no se ha mantenido “intacta” con el paso del tiempo, pero su tenaz dedicación ha conformado estos ensayos que ahora, en su conjunto, constituyen un amplio panorama de la geografía del autor de La gaya ciencia.

Nietzsche. Afirmación y demonio melancólico  está dividido en tres grandes apartados, contiene trabajos que eran inéditos hasta ahora así como otros actualizados que Julio ha retomado de publicaciones anteriores. El primero, titulado “Albert Camus lector de Nietzsche”, nos presenta varias lecturas de conceptos como el Eterno Retorno y la Voluntad de Poder a partir de los ensayos y las ideas del autor de El mito de Sísifo. El segundo, que es el más extenso y profundo, lleva por nombre “Filosofía, estética y política en Nietzsche”, producto de diversos acercamientos estéticos y políticos entre las Intempestivas nietzschianas y textos como “Sócrates y la tragedia”, “La visión dionisiaca del mundo”, “Verdad y mentira en sentido extramoral” confrontados y comentados a la luz de obras de pensadores como Schopenhuaer, Heidegger, Kant y Wagner.

Así, Quesada aborda con nuevos bríos, por ejemplo, El mundo como verdad y representación o las óperas y la música wagneriana. Finalmente está la sección “Pidiendo un Zaratustra mundaneizado”, apartado donde se detiene en la compleja problematicidad erótica que hay entre el romanticismo y el nihilismo; el planteamiento del problema no resuelto en las Intempestivas: “el fracaso de la idea de comunidad en Nietzsche, así como un homenaje al maestro Ezra Heymann por quien sintiera una gran admiración nuestro maestro malagueño. La perspectiva de Julio en sus ensayos tiene además la virtud de que se fue elaborando a través de lecturas en los originales en alemán, particularmente de las Intempestivas cuya traducción al español es mucho más reciente que otras partes de la obra de Nietzsche. De esta manera, los valores filológico o de sentido de ciertos términos o ideas del pensador alemán son desarrollados o explicados con precisión.
 
George Steiner ha dicho que “los libros son nuestra contraseña para llegar a ser lo que somos. Su capacidad para provocar esta trascendencia ha suscitado discusiones, alegorizaciones y deconstrucciones sin fin. Las implicaciones metafóricas del icono hebreo-helénico del “libro de la Vida”, del “libro de la Revelación”, de la identificación de la divinidad con el Logos, son milenarias y no tienen límites.

Desde Súmer, los libros han sido los mensajeros y las crónicas del encuentro del hombre con Dios. Mucho antes de Catulo ya eran los correos del amor. Por encima de todo, con algunas obras de arte, han encarnado la ficción suprema de una posible victoria sobre la muerte. El autor debe morir, pero sus obras sobrevivirán, más sólidas que el bronce, más duraderas que el mármol”. El libro de Quesada cumple en dos niveles estas aseveraciones de Stenier.

Por un lado, desentraña y polemiza sobre los elementos que han hecho a la obra de Nietzsche trascendente y perdurable, como “el mármol”, a través de los tiempos. Por otra parte, este nuevo volumen viene a confirmar que la obra de nuestro autor, malagueño de nacimiento y jalapeño por elección, esta en camino de convertirse en una de las más prominentes en el ámbito de la filosofía en nuestra lengua y que con seguridad continuará entre nosotros con largo aliento.

Nietzsche. Afirmación y demonio melancólico
Julio Quesada
Universidad Veracruzana, Xalapa 2007
Col. Biblioteca