ENTRE LIBROS
Antología del cuento
mexicano de la segunda
mitad del siglo XX
Mario Muñoz
(comp., sel. y pról.),,
Biblioteca del Universitario,
29, UV,
Xalapa, 2009,
260 pp..
J. Julián González Osorno*
Cualquier antología literaria parece estar regida por
una máxima popular: “ni son todos los que están ni
están todos los que son”. Y si en una antología, como
sugieren Bioy Casares y Borges en la Antología de la literatura fantástica, las omisiones son un destino insalvable, las inclusiones muchas veces pueden ser causa de
polémica. Menudo problema se le presenta entonces
al antologador. ¿Cómo incluir o excluir, en el caso del
cuento mexicano, las obras y los escritores esenciales
de cierto periodo? ¿Debe atenderse la evolución temática, estilística y técnica del género para constituir
una antología? ¿O ésta es sólo el resultado del gusto
de quien reúne en un volumen los cuentos? Aún más:
¿qué objetivo tiene hacer una antología de relatos?
Alfonso Reyes, uno de los intelectuales mexicanos
que por primera vez reflexionó acerca de dichos temas,
decía que existen dos tipos de antologías: unas en las
que domina el gusto del coleccionista, las cuales surgen
de la mera afición, y otras donde priva el riguroso criterio del historiador literario, del crítico; de tal modo, o
pueden ser el resultado del cambiante gusto del compilador, o surgen de una investigación acuciosa. Las antologías, comentaba el propio Reyes, nos ayudan a tener
un panorama histórico de la evolución de las letras de
cualquier país. De ahí su importancia.
En esa dirección se mueve la reciente Antología del
cuento mexicano de la segunda mitad del siglo XX. Los buenos oficios de su compilador, Mario Muñoz, logran
conjuntar los requisitos que Reyes había observado
por separado: sintetiza el variado y voluble gusto del
lector común y el rigor y la seriedad del crítico dedicado al estudio del cuento. Debe recordarse que aparte
de ser docente, traductor e investigador, Muñoz ha
editado varias antologías ya imprescindibles para los
estudiosos de este género, entre las que destacan: Antología de narrativa y poesía polacas, De amores marginales,
16 cuentos mexicanos, Recuento de cuentos veracruzanos,
Memoria de la palabra. Dos décadas de narrativa mexicana
contemporánea y Cuentistas de San Andrés Tuxtla.
La presente antología contiene un minucioso prólogo de Muñoz donde analiza la evolución del cuento
en México y expone las razones de haber seleccionado
los relatos de 21 autores que constituyen una sustancial muestra de este género en nuestro país durante el
periodo señalado. Los cuentos elegidos responden a
una certeza: antologar es, como quería Alfonso Reyes,
crear, y, en ese sentido, conversar con el lector. Muñoz
encuentra en su labor una forma de hacer extensivas
sus lecturas, de compartir con lectores incipientes o
avispados su fervor por los cuentos. Así, en sus páginas podemos encontrar desde los cuentos magistrales
de Juan Rulfo, Juan José Arreola, Edmundo Valadés,
Augusto Monterroso, Elena Garro y José Revueltas,
hasta los más recientes, y no menos ejemplares, de José Agustín, José Emilio Pacheco, Guillermo Samperio,
Hernán Lara Zavala, Luis Arturo Ramos y Enrique
Serna. La elección se debe a que en esos relatos puede
advertirse, nos explica Muñoz:
la amplitud de registros temáticos, la configuración de personajes de variada estirpe, el descubrimiento de novedosas técnicas narrativas, la
superación del realismo de pretensiones miméticas,
la invención de un lenguaje capaz de omitir los
límites entre objetividad y subjetividad, la constelación de símbolos y mitos integrados en la trama y el entronque de la literatura nacional con el
cosmopolitismo.
Sería imposible en este espacio dar cuenta de cada
uno de los relatos seleccionados, señalar puntualmente sus virtudes, el lugar que ocupan en la evolución
del cuento en México y de qué forma transformaron
la práctica de este género; además, algunos de estos puntos son señalados con amplitud y claridad en el
prólogo. Me gust ar ía dest acar sólo a t res autores incluidos en este volumen: Juan Rulfo y Juan José Arreola,
iniciadores del cuento moderno en México y quienes
abren la antología, y Enrique Serna, representante del
cuento posmoderno, autor que cierra esta colección.
Rulfo y Arreola son dos fabulistas de raza pura.
La importancia de Rulfo en el desarrollo del cuento
mexicano e hispanoamericano ha sido comparada
por algunos críticos con el papel que tuvo su antecesor Horacio Quiroga, porque dio al cuento el estatuto de género mayor. Este lugar en la literatura
hispanoamericana ha sido reconocido por escritores
como Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Susan Sontag, Álvaro Mutis, Octavio Paz, etc. El cubano
Reinaldo Arenas ha dicho incluso que cada relato de El llano en llamas es clásico o paradigmático, ninguno
sobra en esta colección que podría considerarse, en sí misma, una antología del cuento moderno.
* Licenciado en Historia y maestro en Literatura por la UV,
candidato a doctor en Letras por la UNAM. Fue becario en las categorías de cuento y ensayo por el Ivec.
|